Europa se construy¨® con libros

"Si no hubiera existido el veneciano Aldo Manuzio, que en pleno siglo XV recogi¨® todo el corpus griego y public¨® a Erasmo de Rotterdam, sin duda, la historia de Europa habr¨ªa sido bien distinta". S¨®lo por esa frase, pronunciada ayer por el prestigioso catedr¨¢tico de Literatura de La Sorbona de Par¨ªs el belga Antoine Compagnon se podr¨ªa decir que los editores catalanes han organizado el primer F¨°rum Atl¨¤ntida que hoy, bajo el ep¨ªgrafe La contribuci¨®n de la edici¨®n en la configuraci¨®n de la cultura occidental, termina en La Pedrera de Barcelona. Pero el mismo autor de Para qu¨¦ sirve la literatura (Acantilado) les ech¨® un jarro de agua fr¨ªa segundos despu¨¦s. "Nuestra lectura se transforma de manera profunda; yo mismo leo ya m¨¢s en pantalla que en papel; los hibrid books, libros con contenido multimedia de audio y v¨ªdeo, me parecen inevitables. Y mejor que el editor tradicional se ponga a ello porque si no, lo har¨¢n otros que no lo son".

Formado en la eclosi¨®n de los libros de bolsillo de la d¨¦cada de 1960 cuando los dirig¨ªan "editores humanistas y no expertos en ventas", Compagnon record¨® el peso brutal "generaci¨®n a generaci¨®n hasta ahora" de los grandes editores en la formaci¨®n de los europeos y hasta de EE UU, hasta el extremo de marcar o crear un estilo como el realismo sucio y el minimalismo, con las hoy cuestionadas intervenciones de los editores Gordon Lish y Maxwell Perkins en las obras de Carver y Hemingway.

"Vivimos en la ¨¦poca de la edici¨®n sin editores, dominado el sector por los expertos en marketing y ahora por Internet, donde no hay intermediarios ni jerarqu¨ªa", defendieron al un¨ªsono Compagnon y su pareja en el estrado, el editor Jaume Vallcorba.

M¨¢s atr¨¢s en el tiempo sobre el peso del editor fueron el franc¨¦s Roger Chartier y el catedr¨¢tico Francisco Rico. Mientras, el primero, experto en la lectura en Occidente, hac¨ªa desembocar su discurso en el hecho de que "toda nueva implantaci¨®n editorial nunca se ha traducido en una sustituci¨®n radical, sino que es una reorganizaci¨®n de la cultura escrita, de los usos de transmitirla". Rico ilustraba, servilleta de papel en mano, c¨®mo los pliegos condicionaban tanto la econom¨ªa como el contenido de un libro en el Siglo de Oro. O sea, que el libro, ante cualquier cambio, ha estado siempre ah¨ª. Quien no lo estar¨¢ hoy es Claudio Magris, baja por enfermedad, pero s¨ª Jorge Edwards y Roberto Calasso, escoltados por Daniel Fern¨¢ndez y Jorge Herralde.