Lear busca trabajadores para su planta de Valls

La planta de Lear en Valls (Alt Camp) busca trabajadores. La f¨¢brica, con unos 1.200 empleados especializados en la fabricaci¨®n de electromecanismos y cajas inteligentes de servicios para autom¨®viles, ha dado empleo a m¨¢s de 100 personas desde el pasado junio sin llegar a cubrir toda la demanda de mano de obra. El contraste con la planta que la misma multinacional tiene en Roquetes (Baix Ebre), dedicada a la producci¨®n de cable y pendiente de un cerrojazo definitivo que enviar¨¢ al paro a unos 520 empleados, ilustra el relevo que la industria catalana afronta con riesgos de tropiezo: de la actividad con obreros de baja calificaci¨®n a otra que requiere ingenieros y especialistas. El amago de traspi¨¦ se vislumbra en el mercado laboral del territorio, que no alcanza a cubrir esta demanda empresarial al alza.

El tripartito negocia con Industria y la empresa ayudas para potenciar Valls

Al cambio de tendencia se le suma una crisis que aprieta y obliga a extremar las precauciones. La direcci¨®n de la f¨¢brica de Valls ha optado por imponer a los nuevos contratos una duraci¨®n at¨ªpicamente reducida: la mayor¨ªa expira a finales de a?o, con una duraci¨®n media de unos tres meses y posibilidad de renovaci¨®n. "Hay que curarse en salud, realizamos contratos muy cortos para ver c¨®mo evolucionan los pedidos y determinar si los puestos de trabajo son necesarios", se?alan fuentes de la empresa. Aun as¨ª, la compa?¨ªa sigue buscando trabajadores a los que contratar.

Los centenares de empleados afectados por el ERE de Roquetes dif¨ªcilmente podr¨¢n reemplazar esta necesidad de mano de obra. "La diferencia de especializaci¨®n de los obreros dificulta el trasvase", ilustra un responsable de Valls. Ayer, el grupo parlamentario de ERC-IU-ICV en el Senado pact¨® con el PSOE una enmienda transaccional al proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado por la que se dotar¨¢ con ocho millones de euros la reindustrializaci¨®n de las tierras del Ebro.

La planta de Valls se inaugur¨® en la d¨¦cada de 1950 con un centenar de empleados para dedicarse a la fabricaci¨®n de cables. El sector automovil¨ªstico explot¨® en la d¨¦cada de 1980, cuando Valls emple¨® a m¨¢s de 2.000 trabajadores. En la de 1990 se produjo el salto cualitativo: Lear apost¨® por la electr¨®nica y transfiri¨® la fabricaci¨®n de cableado a las plantas de Cervera (Segarra) y Roquetes. Ambas se han visto abocadas al cierre prescindiendo de 1.200 y 520 empleados, respectivamente.

"Ese cambi¨® nos salv¨®, ahora nuestro producto posee un valor a?adido que no puede aportar la mano de obra de pa¨ªses como Hungr¨ªa", destaca Manuel Ordo?o, delegado sindical de Lear Valls. Precisamente a Hungr¨ªa es donde Lear trasladar¨¢ la producci¨®n de cable en busca de mano de obra m¨¢s barata. El centro de Valls, por su parte, ha crecido integrando el centro tecnol¨®gico europeo de la multinacional.

De hecho, Mientras Lear anunciaba el cierre en Roquetes, la Generalitat estaba negociando con la multinacional y el Ministerio de Industria ayudas para potenciar el centro de Valls con m¨¢s productos, informa Ariadna Trillas.

La f¨¢brica tambi¨¦n sufri¨® el embate de la crisis pero con una resistencia envidiable: la direcci¨®n no aplic¨® despidos pero no renov¨® los contratos temporales que ahora vuelven a florecer. Desde octubre de 2008 hasta mediados de este a?o pas¨® de 1.500 a unos 1.100 empleados, que ahora ya rebasan los 1.200. "Seguimos pendientes de la evoluci¨®n de los pedidos, pero el valor tecnol¨®gico del centro de Valls hace que nadie se plantee cierres ni deslocalizaciones en la planta", asegura la empresa.