La rabia de 'Fish tank' lidera el ¨²ltimo cine brit¨¢nico en Sevilla
?spero retrato de una adolescente en las barriadas populares de Inglaterra, de un paisaje posindustrial, gris y desolador, habitado por personajes a la deriva, la pel¨ªcula Fish tank ha confirmado a la directora Andrea Arnold como uno de los talentos m¨¢s brillantes de la cinematograf¨ªa brit¨¢nica, una industria a la que desde hoy y hasta el d¨ªa 14 el Festival de Cine Europeo de Sevilla dedica un amplio recorrido por sus ¨²ltimas novedades. Fish tank y Arnold estar¨¢n ma?ana en la capital andaluza, tras recibir, entre otros galardones, el Premio del Jurado en el ¨²ltimo Festival de Cannes. La protagonista, Mia, una chica de 15 a?os curtida y agresiva, criada por una madre soltera en paro, que tiene en el vodka y el street-dance la ¨²nica forma de escapismo, entronca con el realismo social de Ken Loach o Mike Leigh.
"Eleg¨ª ese universo porque ah¨ª est¨¢n mis or¨ªgenes, pero no he pretendido hacer una disecci¨®n de las clases trabajadoras brit¨¢nicas, s¨®lo reflejar la forma de vida de un pu?ado de personas", matiza la realizadora de 48 a?os. Menuda y todo nervio, comparece en un pub del este de Londres y contradice con su talante afable y locuaz esa imagen un tanto arisca con la prensa que le atribuyen. Quiz¨¢ porque no pudo ocultar su frustraci¨®n ante algunas preguntas: "Han llegado a decirme que parece una pel¨ªcula de alien¨ªgenas, pero much¨ªsima gente -seguramente millones en Reino Unido- vive en ese tipo de entorno, sin trabajo ni oportunidades". Arnold nunca consider¨® a una actriz profesional para el papel protagonista: "Siempre intento trabajar con gente real, me gustan y dicen m¨¢s sobre qui¨¦nes son, c¨®mo son"; idea que aplica a su propia definici¨®n del cine: "Para m¨ª rodar es poner un espejo ante quienes somos". S¨®lo se permiti¨® romper esa regla al reclutar a Michael Fassbender, actor emergente tras Hunger y Malditos bastardos, como novio de la madre de Mia, personaje inquietante en su relaci¨®n con la adolescente que hilvana la trama.
Tras una infructuosa b¨²squeda, consistente en conducir por los lugares "donde suelen dejarse caer los j¨®venes", la directora localiz¨® a su futura actriz en una estaci¨®n de tren. La chica que all¨ª manten¨ªa una trifulca con su novio encajaba como un guante con la idea de esa "adolescente airada" que, seg¨²n Arnold, est¨¢ en la g¨¦nesis de la pel¨ªcula. Katie Jarvis se mostr¨® tan recelosa y desconfiada como la Mia del celuloide y tambi¨¦n se resisti¨® a aprender a bailar, aspecto fundamental de su personaje, que utiliza la m¨²sica "para liberar tensiones y comunicar aquello que no puede expresar con las palabras". El resultado de tanta rebeld¨ªa no impostada fue espectacular: "Katie interpreta a una chica que no es una buena bailarina aunque se emplea en ello con compasi¨®n, que s¨®lo entonces es ella misma".
Arnold empez¨® con un primer corto a los 18 a?os, cuando ya era una estrella televisiva como bailarina y presentadora de un programa infantil, pero no acab¨® volc¨¢ndose en el oficio de cineasta hasta rozar los 40. Ocuparon ese largo par¨¦ntesis sus trabajos como actriz ("Nunca me sent¨ª c¨®moda delante de la c¨¢mara") y un retiro familiar. La obtenci¨®n del Oscar por su cortometraje Wasp, en 2004, propuls¨® su carrera de forma vertiginosa. Dos a?os m¨¢s tarde la academia brit¨¢nica conced¨ªa un Bafta a su pel¨ªcula Red road, tambi¨¦n reconocida con el Premio del Jurado de Cannes, que ha repetido con Fish tank.
Katie Jarvis no pudo acompa?arle entonces a la ciudad francesa a causa de su avanzado estado de gestaci¨®n (se qued¨® embarazada en el ¨²ltimo tramo del rodaje: no se lo dijo a nadie). Hoy tiene 18 a?os, un beb¨¦ y toda una carrera por delante. "En cuanto el agente de Johnny Deep vio la pel¨ªcula, cruz¨® el Atl¨¢ntico para ficharla".
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