Una m¨¢quina para "oler"

Las narices electr¨®nicas, como instrumentos de olfato artificial, ya exist¨ªan pero sus resultados variaban a lo largo del d¨ªa o entre d¨ªas. Ahora, la Universitat Jaume I de Castell¨®n ha puesto a punto una nariz que limita las variables, como el ambiente, la temperatura del laboratorio o la humedad, que provocan esas peque?as modificaciones en los resultados, al menos, en lo referente a la componente arom¨¢tica. As¨ª, los investigadores del grupo de Mejora de la calidad agroalimentaria de la Jaume I, han comenzado a aplicar un sistema que posibilita comparar las caracter¨ªsticas arom¨¢ticas de diferentes muestras de un producto, con el fin de seleccionar las de mejor calidad.

La investigaci¨®n se ha centrado en los tomates. La metodolog¨ªa parte de la toma de muestras, que calientan para generar los vol¨¢tiles que pasan a la m¨¢quina de sensores y son analizados. Con un olor como referencia, los investigadores pueden determinar qu¨¦ variedades se aproximan m¨¢s a la deseada por el productor o a la preferida por los usuarios.

Con un olor como referente, buscan las variedades m¨¢s aproximadas

Tras tomates y melones, la nariz se puede adaptar a otras frutas

Hasta el momento los dos sistemas que se empleaban habitualmente para el an¨¢lisis de muestras eran, seg¨²n el investigador Salvador Rosell¨®, el panel de cata y el an¨¢lisis qu¨ªmico. El primero "est¨¢ formado por expertos que dan informaci¨®n muy valiosa pero tiene un uso limitado y costoso, ya que s¨®lo se pueden realizar unas pocas catas al d¨ªa".

Respecto al an¨¢lisis qu¨ªmico, a trav¨¦s de un espectr¨®metro de gases-masas, ofrece informaci¨®n sobre todos los compuestos vol¨¢tiles de un producto "pero es una informaci¨®n excesivamente abstracta en la que se pierde la evaluaci¨®n global del conjunto". La nariz electr¨®nica desarrollada por la Jaume I re¨²ne caracter¨ªsticas De estos dos sistemas tratando de evitar algunos de sus problemas. Otra ventaja del uso de este equipo es que se pueden congelar las muestras para evaluarlas de forma paulatina, de modo que "en un periodo de unos meses puedes haber evaluado cantidades importantes de muestras".

Las aplicaciones de esta tecnolog¨ªa no se limitan a los productores de tomates. "Tambi¨¦n tenemos experiencia con melones por lo que ser¨ªa f¨¢cilmente extrapolable", explic¨® Rosell¨® que considera que la nariz electr¨®nica se podr¨ªa adaptar a otro tipo de frutos. As¨ª, considera que la industria agroalimentaria podr¨ªa utilizarlo como control de calidad para cualquier producto pero apunta que tambi¨¦n ser¨ªa ¨²til para empresas de semillas, que necesitan seleccionar su material vegetal y ofrecer un producto diferenciado, por lo que dedican importantes recursos a I+D.