Educar es tambi¨¦n ense?ar a comer
Puede parecer exagerado que una Administraci¨®n decida asumir temporalmente la tutela de un menor sustituyendo una funci¨®n que debe corresponder a los padres. Muchas son las ocasiones en las que esto sucede y, en la mayor¨ªa de ellas, lo ¨²nico que se pretende es dotar de mayor protecci¨®n al menor. As¨ª sucede en los casos de malos tratos o cuando el alcohol o las drogas impiden a unos padres ocuparse adecuadamente de sus hijos. Tambi¨¦n puede llegar a producirse esta situaci¨®n en los casos m¨¢s duros de separaciones matrimoniales traum¨¢ticas o simplemente cuando no existan unos padres y una familia extensa que pueda hacerse cargo de los ni?os. Hasta aqu¨ª parecen situaciones perfectamente entendibles por cualquier persona y si la Administraci¨®n no actuara de esa manera ser¨ªa objeto de todo tipo de reproches.
En el ¨²ltimo a?o hemos conocido dos casos muy llamativos en los que se ha asumido la tutela administrativa de dos chicos al observarse un evidente riesgo para su salud. Ambos casos est¨¢n relacionados con el sobrepeso y la incorrecta alimentaci¨®n de dos ni?os, uno en Galicia y otro en el Principado de Asturias. La opini¨®n p¨²blica se ha mostrado estos d¨ªas dividida por cuanto se ha entendido que la Administraci¨®n estaba excedi¨¦ndose o sobreactuando en unos casos en los que, aparentemente, no hay un peligro evidente e inmediato para los ni?os. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Si el caso fuera justamente el contrario, es decir, si se tratase de unos padres que no dan de comer a su hijo y ¨¦ste estuviera fam¨¦lico y desnutrido, todo el mundo entender¨ªa, y exigir¨ªa, que la Administraci¨®n actuase r¨¢pidamente y con la mayor contundencia para proteger a ese ni?o.
A veces, los padres no son capaces de entender que por acci¨®n y omisi¨®n se puede estar perjudicando a un ni?o, porque ellos quieren de veras a su hijo. La Administraci¨®n debe ser muy cuidadosa y, cuando decide asumir la tutela de forma temporal, debe limitar esa situaci¨®n excepcional al tiempo estrictamente necesario. Y, en el caso que nos ocupa, debe trabajar con el ni?o, por un lado, para restablecer todos los par¨¢metros que garanticen que su salud no se resienta y con los padres, por otro, para que, cuando el chico retorne a casa, no se vuelvan a dar las circunstancias que han motivado la separaci¨®n.
Tambi¨¦n debemos reflexionar sobre otro aspecto m¨¢s de fondo. Espa?a empieza a despuntar en todas las estad¨ªsticas referentes a la obesidad infantil. No deja de ser curioso que, siendo una de las cunas de la denominada dieta mediterr¨¢nea, los datos indiquen que nuestros hijos comen realmente mal y que, de seguir as¨ª, la situaci¨®n comenzar¨¢ a ser alarmante. A lo mejor hay que pensar en que educar tambi¨¦n es educar en h¨¢bitos saludables. Comer sano, hacer deporte, no pasar tanto tiempo delante de la tele y del ordenador y salir a jugar a la calle con el resto de amigos, son viejas recetas que, con seguridad, funcionan.
Arturo Canalda es Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.