Brutal paliza a una musulmana por no llevar velo
"T¨² te mereces estar en un puticlub", gritaron los agresores a la v¨ªctima
Abdel Hakim se esforzaba ayer en su locutorio de Socu¨¦llamos (Ciudad Real) por apagar la pol¨¦mica causada por la agresi¨®n de un matrimonio a su esposa. La Guardia Civil, el entorno de la v¨ªctima y algunos testigos aseguran que el ataque, despu¨¦s del cual la mujer sufri¨® un aborto, tuvo su origen en que ¨¦sta no llevaba el velo isl¨¢mico. Ahora Hakim lo niega. "Si hubieseis venido al principio os habr¨ªamos dicho muchas cosas, porque est¨¢bamos calientes, pero ahora no queremos problemas", a?ade. Y calla.
No quiere hablar porque, desde que ayer por la ma?ana se conoci¨® la noticia, varias asociaciones contra la discriminaci¨®n se han puesto en contacto con ellos y temen un revuelo que ponga de relieve problemas entre la comunidad musulmana del pueblo y perjudique sus vidas y su negocio.
Saadia sufri¨® un aborto nueve d¨ªas despu¨¦s del incidente
Ha pasado medio mes y la familia intenta ahora calmar los ¨¢nimos
Ella, que se llama Saadia, vive en Espa?a desde hace 10 a?os y aqu¨ª nunca se ha cubierto el cabello. "Cada uno tiene que tener su libertad", dijo por tel¨¦fono. Insiste en quitarle importancia al asunto. "Lo del velo es s¨®lo lo que piensa la gente, pero no es verdad", afirma. Su marido sostiene que la Guardia Civil "debi¨® entenderla mal, porque ella estaba muy nerviosa".
El incidente se conoci¨® ayer, pero ocurri¨® el 14 de octubre. Esa ma?ana, Saadia llev¨® a su hijo mayor, de tres a?os, al colegio El Coso. Al torcer la esquina, un matrimonio la estaba esperando. "T¨² te mereces estar en un puticlub, porque lo que vales es para puta", le dijo ¨¦l. A partir de ah¨ª, el "horror", como lo describi¨® la propia v¨ªctima, una pelea en la que se enzarz¨® con la mujer y el hombre, que "le ech¨® las u?as al cuello", seg¨²n relat¨® Saadia en el colegio. Algunos testigos dijeron a la Guardia Civil que hab¨ªa sido una "brutal paliza". La versi¨®n de Andr¨¦s Olmedo, abogado de los acusados, es que Saadia "sali¨® del colegio gritando en ¨¢rabe y tir¨® de los pelos a mi cliente, por lo que su marido sali¨® a defenderla". El parte m¨¦dico refleja "dolor en la regi¨®n cervical y en la cara".
La mujer lleg¨® a casa angustiada. Su marido estaba haciendo negocios en Casablanca (Marruecos). "Si yo hubiera estado aqu¨ª el problema s¨ª habr¨ªa sido muy gordo", dice un resignado Abdel Hakim a la puerta de la tienda.
Saadia denunci¨® los hechos el mismo d¨ªa y al siguiente la Guardia Civil tom¨® declaraci¨®n al matrimonio. Hakim adelant¨® su vuelta de Casablanca 12 d¨ªas. El marido, que lleva 20 a?os en Espa?a y asegura que es musulm¨¢n "sin ser radical", no quer¨ªa que estuviese sola con los peque?os, de tres a?os y 20 meses. Sobre la raz¨®n por la que pudieron llamar "puta" a su mujer, opina que quiz¨¢s haya sido la "envidia".
Seguramente, nada habr¨ªa trascendido si Saadia, de 38 a?os, no hubiera estado embarazada de un mes, algo que nadie en el pueblo sab¨ªa. Ya sangraba, porque es "delicada para los embarazos", seg¨²n su marido. Nueve d¨ªas despu¨¦s del incidente, fue atendida en el Hospital de Tomelloso por un aborto. Tres d¨ªas despu¨¦s acudi¨® de nuevo al cuartel y dijo que el aborto hab¨ªa sido provocado por la agresi¨®n. Ayer, el abogado de los acusados, M. F., de 37 a?os, y A. F., de 27, hizo p¨²blico el informe forense donde se dice que "el sangrado comenz¨® aproximadamente 15 d¨ªas antes de la agresi¨®n, y durante la misma no se produjeron lesiones en la zona abdominal que pueden justificar el resultado, por lo que puede considerarse un aborto espont¨¢neo". Cuando Saadia lleg¨® al hospital, el m¨¦dico le pregunt¨® si hab¨ªa tenido "un susto o una ca¨ªda" y por eso lo relacion¨® con la agresi¨®n, cont¨® ella misma en el colegio.
Socu¨¦llamos es un pueblo peque?o y cuenta con m¨¢s de un centenar de marroqu¨ªes. Por eso ahora la familia de Saadia quiere perdonar, dicen, para no tener m¨¢s problemas. Aseguran adem¨¢s, que desde lo ocurrido, el matrimonio y "otros que ellos env¨ªan vienen a la tienda llorando a pedirnos perd¨®n", cuenta el marroqu¨ª. "Ella est¨¢ mejor, al principio estuvo mal pero ya se ha recuperado bastante". En la voz de Saadia se percibe gran nerviosismo: "Yo creo que es envidia, ella es un poco rara. Yo he venido a Espa?a a trabajar y ganarme la vida", dice. Cuando se los vuelva a cruzar, "cada uno por su camino". Eso quiere tambi¨¦n su marido: no tener problemas.
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