"Los vampiros son unos desgraciados"

A Juan Padr¨®n le daban miedo los vampiros cuando era peque?o. Siempre que ve¨ªa pel¨ªculas en los que aparec¨ªan tipos con grandes colmillos, terminaba mirando debajo de la cama, o por la ventana, por si alg¨²n chupasangre se escond¨ªa all¨ª. Pero cuando creci¨®, el dibujante y realizador de cine de animaci¨®n cubano se dio cuenta de que, en realidad, aquellos personajes eran "unos desgraciados". "Son unos pobres hombres que no pueden salir a que les d¨¦ el sol, que no pueden tomar nada m¨¢s que sangre y que ni siquiera se pueden afeitar bien, porque no se reflejan en los espejos".

Su visi¨®n ir¨®nica de los vampiros se convirti¨® en una constante en su obra, plagada de iron¨ªa y humor negro, como pudo verse en el que es su t¨ªtulo m¨¢s famoso, Vampiros en La Habana. Juan Padr¨®n (Matanzas, 1947) no s¨®lo ha trabajado desarrollando su propio universo, plagado de dr¨¢culas, verdugos y j¨®venes independentistas, como Elpidio Vald¨¦s -una suerte de Ast¨¦rix cubano en la guerra contra Espa?a-, sino que tambi¨¦n ha adaptado la obra de otra leyenda del humor gr¨¢fico: el argentino Quino, padre de Mafalda, ni?a a la que Padr¨®n dio movimiento (aunque no voz, ya que los 108 episodios, de un minuto cada uno, eran mudos) a comienzos de la d¨¦cada de los noventa.

El cineasta ha sido jurado del festival de animaci¨®n de C¨®rdoba Animacor

Juan Padr¨®n ha sido esta semana miembro del jurado del quinto Festival de Cine Internacional de Animaci¨®n de C¨®rdoba, Animacor. Le avala un extenso curr¨ªculo de pel¨ªculas, cortos e innumerables chistes dibujados en publicaciones cubanas como Malla o Juventud Rebelde.Desde 1975 realiza pel¨ªculas de animaci¨®n que han calado hondo en la sociedad isle?a, pero no tanto como para que ¨¦l piense lo que muchos afirman: que es una verdadera leyenda. "No, soy m¨¢s bien un veterano. Llevo muchos a?os en esto. Y todo es gracias a que he tenido la suerte de que Cuba contaba con un Instituto de Cine

[El Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢ficos, Icaic] que me ha dejado hacer las pel¨ªculas que yo quiero. Eso ha sido una ventaja sobre otros realizadores iberoamericanos que necesitan siempre buscar productores y dinero para financiarse".

A pesar de trabajar dentro del sistema, Padr¨®n no ha escapado del recelo con el que algunos sectores del poder pol¨ªtico han entendido la cr¨ªtica humor¨ªstica a la realidad cubana. "A veces los problemas se tienen tambi¨¦n con los que dirigen las publicaciones. A m¨ª me criticaban mi serie Verdugos, porque consideraban que el humor negro no era bueno para los j¨®venes. O la de Piojos, porque un pa¨ªs que quer¨ªa ser una potencia sanitaria como Cuba no pod¨ªa tener piojos. Los directores de los peri¨®dicos no los prohibieron, pero s¨ª fueron arrinconando los dibujos, m¨¢s y m¨¢s peque?os, en esquinas escondidas de los diarios. Luego, cuando me fui al Icaic, me llev¨¦ mis personajes, hicimos cortos con ellos que se vieron en todos los cines y nadie dijo nada. A todos les gustaron", recuerda. "De todas manera, s¨ª creo que las cosas est¨¢n cambiando. Ahora tenemos un ministro de Cultura, Abel Prieto, que quiz¨¢s sea el mejor que hemos tenido y que, sobre todo, tiene mucho sentido del humor".

Padr¨®n es un creador, pero tambi¨¦n un adaptador de obras ajenas. El mayor ejemplo se encuentra en su trabajo con Quino. "Siempre disfruto m¨¢s con mis propias historias, pero a Quino le considero un genio. Me gusta tanto, admiro tanto su trabajo que, pr¨¢cticamente, me convert¨ª en ¨¦l".

Del tablero de dibujo de ambos autores han salido las series de Mafalda y Quinoscopio. "Para adaptar los chistes de Quino, lo que hago es contarle a ¨¦l su propio chiste, pero en lenguaje de animaci¨®n. Y es al desarmar su obra cuando uno se da cuenta del verdadero nivel de su trabajo: es detalloso, cuida cualquier expresi¨®n, los gestos, las manos... Todo tiene un sentido".

Tras haber trabajado en Cuba, M¨¦xico, donde hizo story boards para los dibujos animados del Oso Yogui ("estaba amargado de ese trabajo, en cuanto pude, me fui") y en Espa?a, donde realiz¨® cortos para programas de Canal +, Padr¨®n sigue preparando historias de dibujos animados.

"Ahora estoy con dos guiones. Uno va a tratar la crisis de los misiles de Cuba de 1962". ?Y el otro? "Sobre vampiros. Pero unos especiales, que deciden dejar de beber sangre y se pasan a la leche. Terminar¨¢n robando en helader¨ªas y asaltando tiendas de quesos", sonr¨ªe.