Poder para Rato
El ex vicepresidente vuelve al plano p¨²blico con Caja Madrid
El pasado mi¨¦rcoles, Rodrigo Rato apareci¨® por sorpresa en un hotel madrile?o para escuchar una conferencia de Crist¨®bal Montoro. Se dej¨® ver intercambiando unas frases con Mariano Rajoy, que presentaba el acto, y se sent¨® junto a la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y otros dirigentes del partido en la mesa principal. Luego hizo mutis a mitad de la intervenci¨®n para evitar, sin duda, el acoso de la prensa a la salida y no restar protagonismo al invitado.
Era la primera vez, desde que hace cinco a?os se traslad¨® a Washington para dirigir el FMI, que el ex vicepresidente del Gobierno se dejaba ver en p¨²blico con la plana mayor del PP. Fue su primera reacci¨®n, s¨®lo un d¨ªa despu¨¦s de que Rajoy le nominara como candidato a presidir Caja Madrid muy a pesar de Esperanza Aguirre, con la que el l¨ªder de la oposici¨®n ha mantenido un pulso intenso por el control de la entidad de ahorro. Con la elecci¨®n de Rato, Rajoy ha querido dar un golpe de autoridad ante la pujanza de la presidenta de la Comunidad madrile?a, que ha aprovechado la pugna por la caja para minar la estructura del partido.
Dirigentes del PP descartan que piense en sustituir a Rajoy como l¨ªder
"En 2016 tendr¨¦ 68 a?os y no estar¨¦ para eso", aseguran que le han o¨ªdo decir
Ser¨¢ un referente econ¨®mico para el PP y mantiene a¨²n importantes apoyos
"No est¨¢ para ser empleado de nadie; ¨¦l quiere mandar", dice un colaborador
Pero m¨¢s all¨¢ de esas luchas internas en la c¨²pula del PP, la elecci¨®n para presidir Caja Madrid significa para Rato el regreso a primera l¨ªnea del poder. Ponerse al frente de la segunda caja de ahorros y cuarta entidad financiera de Espa?a, supone para este hombre de 60 a?os la renuncia a sus actuales y bien remuneradas ocupaciones en el banco de inversi¨®n Lazard, el Banco Santander y Criteria, brazo industrial de La Caixa donde es consejero, cuesti¨®n ¨¦sta que plantea posibles incompatibilidades con su nuevo cargo.
Cuando se le pregunta a un diputado del PP de la actual direcci¨®n del partido y muy pr¨®ximo a Rato la raz¨®n por la que ha querido ocupar ese cargo, su respuesta se resume en una palabra: Poder. "Para quien ha sido todo lo que ha sido ¨¦l, lo que menos apetece es ser empleado de alguien, de Bot¨ªn o de quien sea; Rodrigo quiere mandar", asegura.
De hecho, la palabra poder es la que repiten todos cuando se pregunta por qu¨¦ ha vuelto. Aunque gane menos, le compensa su vuelta a la acci¨®n. "Rato es un animal pol¨ªtico, le gusta el poder porque lo ha mamado y le ha tentado desde peque?o. No va a estar de lleno en pol¨ªtica, pero s¨ª en un puesto de mando desde el que puede ejercer mucha influencia, incluso pol¨ªtica, y lo har¨¢", sostiene un ex colaborador suyo, que a?ade: "Adem¨¢s va a controlar su agenda, no va a dedicarse a convencer clientes para Lazard o hacer informes para gente tan poderosa como Bot¨ªn o Fain¨¦. Ahora ¨¦l querr¨¢ ser igual de poderoso y codearse con ellos en las grandes decisiones del sector o estar presente en los encuentros con el presidente del Gobierno".
Varios dirigentes del PP coinciden en asegurar que Rato quiere aprovechar la actual situaci¨®n para convertir Caja Madrid en la primera caja de Espa?a y, como la crisis va a provocar movimientos empresariales e industriales, ¨¦l quiere estar ah¨ª y ejercer su poder. Y tambi¨¦n por una cuesti¨®n personal. Rato est¨¢ harto de viajes, quiere estabilizarse.
Otra fuente cercana a Rato abunda en ese punto, adem¨¢s de poner el dedo en la llaga: "Ten¨ªa unas ganas enormes de ser presidente de la caja y, en contra de lo que ¨¦l mismo ha dejado correr, se lo viene trabajando desde hace varios meses". Su nombre, en cualquier caso, es uno de los que se han barajado junto a Manuel Pizarro, Luis de Guindos y el protegido de Aguirre, Ignacio Gonz¨¢lez.
Precisamente, el acoso de Aguirre y Gonz¨¢lez a la fortaleza de Caja Madrid para desbancar a Miguel Blesa forj¨® la alternativa de Rato. La deriva pol¨ªtica que tom¨® el asunto, con la entrada en escena del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y la incidencia en G¨¦nova, hicieron el resto. Rajoy se vio forzado a recurrir a un peso pesado que fuera incontestable, al margen de que, de paso, se quitaba de encima la alargada sombra de Rato como alternativa a su cuestionado liderazgo. Fue Rato quien se pidi¨® el puesto y Rajoy no pudo negarse y, adem¨¢s, le vino bien para parar a Aguirre con un candidato insuperable.
Muchos dirigentes populares del entorno del ex vicepresidente econ¨®mico, descontentos con los sucesivos espect¨¢culos ofrecidos por el partido, interpretan que es un regreso al escaparate pol¨ªtico y no dejan de verle como referencia. Con cierta iron¨ªa, uno de ellos recalca refiri¨¦ndose al abandono del FMI: "No ser¨ªa la primera vez que deja un mandato".
Todos admiten que Rato ser¨¢ ahora un referente econ¨®mico del partido. Le quitar¨¢ foco medi¨¢tico a Rajoy y, adem¨¢s, algunos de sus antiguos colaboradores est¨¢n en el actual equipo econ¨®mico del partido. Por ejemplo, si se planteara ahora un plan de rescate de la banca como hace un a?o, ¨¦l ir¨ªa a La Moncloa a negociar con Zapatero y marcar¨ªa el criterio del PP.
No obstante, casi todos en el PP descartan que su vuelta al primer plano tenga como conclusi¨®n que tiene opciones a liderar el partido o ser candidato. Es m¨¢s, la mayor¨ªa de los suyos dice que su decisi¨®n de pelear para ser presidente de Caja Madrid le descarta definitivamente como posible opci¨®n de l¨ªder futuro del PP. Un diputado asegura haberle o¨ªdo recientemente explicar que estaba convencido de que Rajoy ser¨¢ candidato en las generales de 2012 y, por tanto, no hay opciones para sustituirle. En ese caso, aseguran que Rato dice que s¨®lo podr¨ªa ser candidato si Rajoy pierde por tercera vez, es decir, en 2016. Y el propio Rato concluye con un argumento incontestable: "Yo entonces tendr¨¦ 68 a?os y no estar¨¦ para eso".
Explican tambi¨¦n que, habitualmente, los cambios de liderazgo en los partidos funcionan si hay cambio de generaci¨®n y que la de Rato es la misma que la de Rajoy. A?aden que no parece viable un salto desde la banca al liderazgo pol¨ªtico y que la sombra de Rato viene a ser lo que para el PSOE fue durante muchos a?os la de la supuesta vuelta de Javier Solana: algo irreal de lo que se hablaba peri¨®dicamente.
?l ha dado se?ales suficientes para que todos sepan que est¨¢ ah¨ª, a disposici¨®n del partido. Un ex ministro socialista no es de esa opini¨®n: "No volver¨¢, a no ser que le reclamen como salvador de la patria". Luego ampl¨ªa su reflexi¨®n: "La pol¨ªtica es muy esclava y cuando conoces el tiempo libre resulta dif¨ªcil volver. Y si te has acostumbrado a ganar mucho dinero, m¨¢s. Tengo la impresi¨®n de que Rato ha dejado la pol¨ªtica hace tiempo, aunque ¨¦l no lo sepa".
Otro ex ministro apunta: "No, no creo que quiera volver, lo que pretender¨¢, sin embargo, es convertirse en el mejor financiero de su ¨¦poca, igual que quiso ser el mejor ministro de Econom¨ªa". Para ello, seguramente, ser¨ªa necesaria una gran operaci¨®n, aprovechando la reestructuraci¨®n del sector de cajas que est¨¢ en marcha. El equipo de Blesa, por ejemplo, ya analiz¨® las posibilidades y tendi¨® las redes en aguas gallegas (Caixa Galicia) y mediterr¨¢neas (CAM). La entidad, por lo dem¨¢s, apenas ha sufrido merma en los dep¨®sitos pese a las sonoras y largas peleas pol¨ªticas.
Hasta se cuenta que ha reestablecido sus p¨¦simas relaciones personales con Rajoy. Los dos son tan distintos en lo pol¨ªtico, en lo personal y en la manera de actuar y tomar decisiones que nunca han tenido sinton¨ªa. Rato es motor gasolina, explosivo y r¨¢pido en sus decisiones y actuaciones, mientras que Rajoy es motor di¨¦sel, reflexivo. "Son muy distintos, pero ahora hay coincidencia de intereses, una especie de UTE para que el PP gane las elecciones", asegura un ex dirigente del PP.
El 30 de septiembre de 2003, Aznar junt¨® en La Moncloa a Rajoy, Rato y Mayor Oreja para decirles qui¨¦n hab¨ªa decidido que fuera su sucesor. Y en ese momento, parec¨ªa que ser designado candidato para 2004 era lo mismo que ser designado presidente del Gobierno. Probablemente, ninguno de los cuatro ha superado las consecuencias de ese momento dram¨¢tico: Aznar, porque habr¨¢ coconstatado que todo fue un error; Mayor Oreja, porque no reconoce al PP actual; Rajoy, porque ha tenido que legitimarse cada semana del dedazo de su antecesor, y cuentan que Rato tampoco se ha rehecho de ese d¨ªa.
?l era el favorito, era el ¨²nico que abiertamente se postul¨® para sucesor, era el m¨¢s apoyado en el partido y era el mejor valorado en las encuestas. Seis a?os despu¨¦s, quiere poder, mantiene apoyos en el partido y tiene fieles que aseguran que con ¨¦l no hubiera pasado nada de lo que est¨¢ pasando.
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