Mois¨¦s y Josu¨¦

En las ¨²ltimas semanas, hasta hace un par de d¨ªas, han ocurrido cosas en la pol¨ªtica espa?ola que son verdaderas tonter¨ªas, mamoner¨ªas ofensivas para un tiempo en que todos afrontamos problemas verdaderos: "esta ni?a es mala y me peg¨®", "este ni?o es tonto y me hizo burla", el director poniendo cara solemne y levantando el dedo, "os voy a castigar a todos", "la culpa es de los ni?os del colegio de enfrente" ?Nos merecemos presenciar ese espect¨¢culo m¨¢s perverso que infantil cuando lo verdaderamente importante es el mayor caso de corrupci¨®n de un partido, con m¨¢s de 100 personas implicadas, 17 de ellas cargos institucionales, incluyendo al senador tesorero? Es una historia tan grave como grotesca, no cabe en una novela pues es tan disparatada que dudamos de su verosimilitud. S¨®lo Berlanga, el autor de "?Todos a la c¨¢rcel!", podr¨ªa contarla haci¨¦ndonos desternillar de risa, pero est¨¢ muy mayor y Camps le nombr¨® no s¨¦ qu¨¦ en Valencia. (A lo mejor tambi¨¦n ¨¦l entraba en la pel¨ªcula, ya nada es imposible en una realidad que parece un v¨®rtice loco que traga todo).

La actuaci¨®n de Feij¨®o en el secuestro ha sido responsable y retrata a la pandilla de Rajoy

El partido que agrupa a toda la derecha espa?ola est¨¢ en una situaci¨®n espectacular, simplemente sin dirigentes y el poder interno en discusi¨®n; sin duda es una situaci¨®n de tr¨¢nsito. Nadie cree en el liderazgo de Rajoy, es cierto que ocupa el cargo pero por varias razones, alguna en el origen, carece de autoridad. Por otro lado, el equipo que form¨® con personas j¨®venes para encarnar una nueva ¨¦poca est¨¢ achicharrado, demostraron una absoluta inmadurez pol¨ªtica e incluso personal, cegados por la ansiedad y la velocidad carecen de responsabilidad pol¨ªtica y del m¨¢s elemental sentido de Estado.

Los militantes y votantes del PP se ven obligados a aceptar una situaci¨®n imposible, siguen aceptando la candidatura de Rajoy a la presidencia del Gobierno porque, debido a la situaci¨®n interna, no son capaces de generar una candidatura alternativa que les ofrezca m¨¢s posibilidades. Pero ello implica tragar y digerir que dentro de dos a?os probablemente volver¨¢n a perder las elecciones. Pues bien, eso es imposible. Ning¨²n partido con aspiraci¨®n de ocupar el Gobierno y la administraci¨®n del Estado es capaz de digerir tal cosa. Rajoy ha errado largamente por el desierto todos estos a?os al frente de su pueblo, su historia no est¨¢ en el Libro de Job, puede que est¨¦ en uno anterior, el ?xodo, el de Mois¨¦s que s¨®lo pudo contemplar la tierra de Cana¨¢ desde lo alto del monte Moab, donde muri¨® con 120 a?os por designio de un Yahv¨¦ inflexible. (Ese cruel Yahv¨¦ b¨ªblico es el dios de los pol¨ªticos). El siguiente libro b¨ªblico es el de una ¨¦poca nueva, la del afortunado Josu¨¦, a quien Mois¨¦s hab¨ªa ungido.

Cuando hace unas semanas reflexion¨¢bamos aqu¨ª ("El cinismo, la corrupci¨®n y las lentejas") sobre las m¨ªnimas posibilidades de Feij¨®o para ser tenido en cuenta como sucesor de Rajoy y candidato de la derecha a las elecciones generales, no preve¨ªamos lo ocurrido en el PP en los ¨²ltimos 15 d¨ªas. Primero, el espect¨¢culo de patio de colegio de estos d¨ªas pasados y segundo, la grav¨ªsima actuaci¨®n de sus dirigentes: erigirse en defensa de los delincuentes acusando al Gobierno de pervertir el estado democr¨¢tico espiando ilegalmente a los ciudadanos (cuando hab¨ªa sido el propio Rajoy y De Cospedal quienes hab¨ªan contratado el tal sistema Sitel de pesquisas telef¨®nicas y ¨¦stas se hicieron con autorizaci¨®n judicial) y la desleal utilizaci¨®n del secuestro de nuestros marineros, atacando al Gobierno en plena crisis para intentar cobrarse tambi¨¦n ellos un rescate, el desgaste del Gobierno.

Fue ¨¦sta la ocasi¨®n en que N¨²?ez Feij¨®o, que carga aqu¨ª con la culpa grave de utilizar el Gobierno gallego para da?ar a la lengua del pa¨ªs, demostr¨® conocer lo que es la administraci¨®n y el sentido de la responsabilidad que conlleva: su actuaci¨®n en medio de la crisis del secuestro ha sido absolutamente responsable y, junto con su compa?ero de partido vasco Basagoiti, ha retratado a la pandilla adolescente que rodea a Rajoy.

Ojal¨¢ que la responsabilidad se imponga, aun a contragusto, en la actual direcci¨®n del PP y el Gobierno pueda hacer su trabajo sin interferencias para que el secuestro termine bien. Pero en el medio del tumulto Feij¨®o se ha retratado, hoy no escribir¨ªamos lo que escribimos hace unas semanas, no.

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