Los Sat¨¦lites siguen en ¨®rbita
La orquesta coru?esa celebra en concierto su 70 aniversario
-?Vas?
-Voy a ver si voy. Pens¨¦ que era pagando y me confi¨¦. Esta ma?ana sortearon alguna entrada en Radio Coru?a.
Son las ocho de la tarde, media hora antes de que comience el concierto del 70 aniversario de Los Sat¨¦lites en el Teatro Col¨®n de A Coru?a y, en el sem¨¢foro de enfrente, una se?ora peinada para la ocasi¨®n, con una gabardina que parece de seda con estampado de leopardo, se queja a una amiga de no tener la seguridad de poder asistir. Jos¨¦ Casal, un funcionario de Ferrol de 63 a?os, lleva ya hora y media merodeando las puertas del recinto, preguntando a todo el que entra o sale d¨®nde se pueden conseguir las entradas. Entre bastidores, el presidente de la Diputaci¨®n, Salvador Fern¨¢ndez Moreda -"soy satelista"- se asombra de la variedad sociol¨®gica de los que pidieron invitaciones. "Se agotaron en 20 minutos, y si hubiese tres sesiones, se agotar¨ªan igual", dice Paco Lodeiro, presentador y productor (les dedic¨® el documental Unha orquestra de lenda), organizador de este homenaje "y cantante de Los Sat¨¦lites desde abajo. Yo imitaba a Sito Sedes con una ca?a de foguete como micr¨®fono", dice.
"Trajeron el son tropical de Venezuela cuando no hab¨ªa llegado a New York"
Los Sat¨¦lites, una se?a de identidad de Galicia, sector verbena, nacieron en 1938 en una academia de baile, de la mano del cantante Jaime Camino y del saxofonista Manuel Otero Mari?as, Lolito. "En aquella sociedad triste de posguerra, aportaban las mejores virtudes coru?esas: elegancia y cosmopolitismo. Ellos trajeron el son tropical de Venezuela cuando no hab¨ªa triunfado todav¨ªa en New York, o las big band y la m¨²sica de Glenn Miller", asegura el m¨²sico y escritor Xurxo Souto, guionista del acto, que tiene en la familia dos fundadores de la orquesta, su abuelo Manuel Eiroa -"consigui¨® el saxof¨®n gracias a un hermano que estaba en New York"- y su t¨ªo del mismo nombre, que el viernes estaba con su trompeta en la tarima. Al lado, otro de su quinta. "Es Marcial. Sus padres vendieron una vaca para comprarle el clarinete".
Los hitos de esa historia son los cantantes. Los animadores. El viernes en el Col¨®n estaban ocho, adem¨¢s de los tres actuales. El m¨¢s antiguo, que encarna esa elegancia cosmopolita que reclama Souto, es ?lvaro Pita. Era el vocalista en 1955, cuando fueron a Venezuela para una gira de cuatro meses con Pucho Boedo. Alvarito tard¨® seis a?os en volver a Galicia, y estuvo seis meses en Jap¨®n, "en la orquesta que acompa?aba a la artista norteamericana Connie Francis", recuerda, de esmoquin impecable, Pita.
"Los Sat¨¦lites siempre tuvo buena direcci¨®n, y m¨²sicos que respetaban el nombre", argumenta Jos¨¦ Luis Caama?o, voz en 1970. "Es una orquesta para escuchar, las dem¨¢s son para ver", concuerda Ismael Vald¨¦s, un asturiano que es fan desde que los vio en Villaviciosa. No es s¨®lo la m¨²sica, o el ambiente. Los Sat¨¦lites ha sido siempre propiedad de los m¨²sicos, y los que se iban vend¨ªan su parte a los que entraban. El actual empresario -"pon director"- Javier Saavedra, asegura que "Los Sat¨¦lites son una responsabilidad, porque hay que dar un nivel". Lo dan de 170 a 180 veces al a?o.
Jos¨¦ Casal consigue, por fin, la ansiada entrada de manos de Lodeiro, y no sabe c¨®mo agradec¨¦rselo: "Fix¨¦chesme un home!"
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