La Alicia del Lliure es adulta y de maravillas minimalistas
Carlota Subir¨®s estrena su versi¨®n del cuento
"Sentencia primero, veredicto despu¨¦s". Vaya aventura lanzarse a hacer una versi¨®n esc¨¦nica de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas (y de su secuela A trav¨¦s del espejo y lo que Alicia encontr¨® all¨ª): ?c¨®mo llevar a escena al gato de Cheshire ("we're all mad here"), al conejo con prisas, al sombrerero, a la Reina de Corazones ("off with her head!"), al fr¨¢gil Humpty Dumpty...? Carlota Subir¨®s, ¨¦mula de Alicia, se ha lanzado a la piscina (al pozo) para conducirnos a ese mundo extra?o y disparatado que invent¨® para solaz de las hermanas Liddell una tarde de verano el dudoso reverendo Dodgson, Lewis Carroll.
Al¨ªcia, un viatge al pa¨ªs de les meravelles se estrena el jueves en la sala Fabi¨¤ Puigserver del Teatre Lliure (hasta el 29 de noviembre). En el reparto, una Alicia adulta, de 27 a?os (Alba Pujol); Llu¨ªs Soler haciendo de una tortuga que es tambi¨¦n el propio Carroll y sirve, con Alicia, de hilo conductor de la historia; Ferran Carvajal; Cristina Cervi¨¤; Jordi Collet; Mia Esteve; Xavier Ripoll... "Las im¨¢genes de los dos libros de Alicia me acompa?an toda la vida con su fuerza simb¨®lica y arquet¨ªpica", explica Subir¨®s. La directora, autora tambi¨¦n de la traducci¨®n y de la dramaturgia, se?ala que el imaginario de su espect¨¢culo nada tiene que ver con el tradicional, desde John Tenniel a Walt Disney, ni con el de Tim Burton (cuya pel¨ªcula, con Mia Wasikowska, la jovencita en terapia de la serie In treatment, y Johnny Deep como el Sombrerero Loco, se estrenar¨¢ en 2010), "sino con el que suscitan en m¨ª las palabras, el texto de Carroll". As¨ª que nadie espere un mundo abigarrado y exuberante, con disfraces de animales y ej¨¦rcitos de cartas. "El nuestro es un lenguaje teatral puro y duro, esencialista, incluso minimalista. Mi lenguaje no es el del barroquismo".
Para Subir¨®s, Alicia en el pa¨ªs de las maravillas es un viaje inici¨¢tico a lo desconocido -expresado con potentes s¨ªmbolos que apelan en buena medida al inconsciente, aunque la directora no quiere reducir el cuento a lo psicoanal¨ªtico- que alude a una crisis de crecimiento. "Una crisis que no es s¨®lo la del final de la infancia, sino la que puedes vivir en diferentes etapas de tu vida, cada vez que creces como persona". La directora juega tambi¨¦n con la idea de la duda metaf¨ªsica, borgiana, de qui¨¦n es el que est¨¢ so?ando la historia de Alicia. Admite que hay algo siniestro en el cuento, "pero en Alicia hay un gran impulso de vivir y una gran curiosidad, incluso ante lo que la asusta".
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