La gran y ¨²nica tragedia contempor¨¢nea
Jos¨¦ Carlos Plaza estrena 'Bodas de sangre', de Garc¨ªa Lorca, en el Centro Dram¨¢tico Nacional reivindicando su excepcionalidad
"El teatro es la poes¨ªa que se levanta del libro y se hace humana. Y al hacerse habla y grita, llora y se desespera. El teatro necesita que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poes¨ªa y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre. Han de ser tan humanos, tan horrorosamente tr¨¢gicos y ligados a la vida y al d¨ªa con una fuerza tal, que muestren sus tradiciones, que se aprecien sus olores, y que salga a los labios toda la valent¨ªa de sus palabras llenas de amor o de ascos". Pocas aseveraciones de Federico Garc¨ªa Lorca sirven tanto para definir como son las entra?as de la que est¨¢ considerada su gran tragedia, Bodas de sangre, obra que el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) ha coproducido con el Centro Andaluz de Teatro (CDN) y que hoy llega bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ Carlos Plaza en el Teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid, a escasas manzanas de donde se estren¨® este texto en 1933, en el Teatro Beatriz (hoy convertido en un conocido restaurante).
Un montaje, que al igual que el contenido de la obra, est¨¢ lleno de presagios, pero no aciagos, ya que todo hace prever que este espect¨¢culo se convertir¨¢ en unas bodas de referencia como hasta hoy lo son las realizadas por Jos¨¦ Luis G¨®mez, Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s y el ballet de Antonio Gades en el que Carlos Saura bas¨® su pel¨ªcula en 1981.
Como en tantas obras de este g¨¦nero y de este autor, el n¨²cleo central es la vida y la muerte, mostradas a trav¨¦s de s¨ªmbolos, leyendas, pasiones, presagios... Se escribi¨® a partir del impacto que caus¨® en el poeta los hechos, acaecidos en 1928 en un cortijo de N¨ªjar (Almer¨ªa), que conoci¨® por la prensa y por una novelita de Carmen de Burgos, cuando una pareja de reci¨¦n casados desat¨® una cat¨¢strofe envuelta en celos, venganzas y rencillas ancestrales.
La muerte de la tragedia (The Death of Tragedy) un inteligente estudio que el gran humanista George Steiner public¨® en los a?os sesenta, (en Espa?a la ¨²ltima edici¨®n de 2001 fue en Azul Editorial), sosten¨ªa que la tragedia hab¨ªa ido desapareciendo a partir de los griegos, Shakespeare, y algo en algunos periodos de siglo XVII espa?ol y franc¨¦s. Plaza sostiene que Bodas... es la gran tragedia del teatro contempor¨¢neo: "Es algo reconocido por todos, incluido Steiner, porque los intentos por parte de Sartre y otros fracasaron, el mundo actual es antitragedia, c¨ªnico, predomina la obligada deducci¨®n intelectual, psicol¨®gica y razonada, y el pragmatismo destierra el misterio tr¨¢gico y ese destino irremediable contra el que los seres no pueden luchar, elemento protag¨®nico de la tragedia, que tiene que conservar las ra¨ªces at¨¢vicas y el contacto con la naturaleza", se?ala Plaza para quien la tragedia tiene hoy dif¨ªcil ubicaci¨®n "ya que su esencia irracional no encaja en un mundo racionalista, obvio, evidente, esc¨¦ptico y material".
Plaza se mueve entre su equipo como si estuviera en medio de una familia bien avenida que vive momentos de emoci¨®n por la preparaci¨®n de una boda importante para el clan. Se les nota a todos que quieren que las cosas salgan bien y miman cada peque?o detalle. Pero en este caso los novios a lo que cuidar no son tanto los que est¨¢n sobre el escenario, sino en el patio de butacas. Quieren sorprender a los espectadores, seducirles, contarles algo importante con lo que puedan reflexionar sobre la condici¨®n humana.
Plaza se muestra exultante porque ha podido reunir en un montaje a todos los miembros de su clan en el equipo art¨ªstico. Francisco Leal iluminando el escenario y dise?ando la escenograf¨ªa junto a ¨¦l, el gran vestuarista Pedro Moreno, demostrando una vez m¨¢s ser uno de los cracs del teatro espa?ol, el compositor Mariano D¨ªaz cuya m¨²sica original, basada en los ancestros del flamenco, (el preflqamenco de la m¨²sica india, egipcia y mora) tiene una gran presencia en este montaje, la core¨®grafa Cristina Hoyos y la cantante Ana Bel¨¦n como int¨¦rprete de una canci¨®n llena de fuerza.
Todo el reparto es andaluz, incluido el asturiano Carlos ?lvarez-Novoa, ligado a la escena andaluza desde hace d¨¦cadas, quien comparte escenario con Consuelo Trujillo, Israel Fr¨ªas, Carmen Le¨®n, Noem¨ª Mart¨ªnez, Paca Ojea, Luis Rallo, Omar Azmi, Maica Barroso, Juan Cabrera, Pepa Delgado, Fael Garc¨ªa, Pilar Gil, Sonia G¨®mez, Marina Hern¨¢ndez, Ramos L¨®pez, Ana Malaver, Toni M¨¢rquez, Poika, Olga Rodr¨ªguez, Rafa T¨¦llez y la especialista en danza a¨¦rea Diana Wrana. "No son actores medi¨¢ticos, es el reparto que necesitaba la obra, decid¨ª que fuera gente que conociera el olor de Andaluc¨ªa" y a?ade, "esta vez la relaci¨®n entre el CAT y el CDN es imprescindible ya que s¨®lo un pueblo como el andaluz, que aun conserve sus ra¨ªces at¨¢vicas, podr¨¢ crear una tragedia".
En su montaje, en el que no s¨®lo no ha habido aggiornamento alguno sino que "me he ido a la antimoda, al primitivismo, a las ra¨ªces, a la sangre" se habla en andaluz "de verdad, algo que es precios¨ªsimo y adem¨¢s creo que esa es la clave", dice este director que se ha apoyado en para su puesta en escena en ritos inmemoriales , en canciones de cuna y boda , "en miedos y creencias de un pueblo que conserva en su interior el sentido arcano del fatalismo". De ah¨ª que haya querido volver la vista atr¨¢s, en un tiempo y un espacio donde la tragedia pueda tener lugar: "Nos hemos basado en la pureza de las emociones, la simplicidad de los motivos y la austeridad de los actos y sus consecuencias. Intentando despejar el camino para que llegue en toda su profundidad, belleza y complejidad la palabra de Lorca", se?ala este conocido profesional que ya ha transitado por Lorca en varias ocasiones, entre las que cabe destacar su memorable puesta en escena de Bernarda Alba con Berta Riaza al frente del reparto.
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