Miedo y caos en la noche de R¨ªo
Miles de personas quedaron atrapadas en el metro y los trenes - La polic¨ªa de ¨¦lite se despleg¨® para evitar saqueos
El c¨¦lebre percusionista brasile?o Nan¨¢ Vasconcelos se aplicaba a fondo en el escenario de una conocida sala de espect¨¢culos del barrio carioca de Leblon. El concierto, que en ese momento contaba con la participaci¨®n de un dj y unas espectaculares proyecciones de videoarte, se vio interrumpido en seco a las 22.14. En la m¨¢s absoluta oscuridad y sin ning¨²n tipo de amplificaci¨®n, Vasconcelos continu¨® emitiendo sonidos con los objetos m¨¢s dispares y acab¨® ofreciendo una exhibici¨®n magistral de berimbau (especie de arco). Todos pensaban que aquello formaba parte del gui¨®n, hasta que el propio maestro revel¨® lo que estaba pasando en la calle: "Me comunican que no hay luz en R¨ªo de Janeiro, S?o Paulo, Belo Horizonte ni Paraguay".
La ciudad, sin sem¨¢foros ni luz en las calles, era fantasmag¨®rica
La noche del martes las calles cariocas presentaban un aspecto fantasmag¨®rico. Tanto en R¨ªo como en S?o Paulo, los servicios de metro y tren se vieron repentinamente interrumpidos y los pasajeros vivieron situaciones de tensi¨®n. Ni los sem¨¢foros ni la iluminaci¨®n de las v¨ªas p¨²blicas funcionaban. El tr¨¢fico se convirti¨® en un caos y la sensaci¨®n de inseguridad al caminar por cualquier calle se multiplic¨® por mil.
Carlos, un quiosquero carioca, aguardaba en una esquina la llegada de un taxi para volver a casa: "Me han dicho que me vaya preparando para esperar porque al parecer todo est¨¢ colapsado", comentaba malhumorado.
En R¨ªo, la mayor¨ªa de los bares y restaurantes continuaron abiertos, aunque pocos con iluminaci¨®n el¨¦ctrica, producida por generadores de emergencia. Las copas y las cenas en la penumbra se prolongaron a lo largo y ancho de la ciudad, afectando tambi¨¦n a la cantante Madonna, que en los primeros minutos del apag¨®n se encontraba cenando en un lujoso hotel de R¨ªo y tuvo que recurrir a la luz de la velas junto a su novio brasile?o. A unos pocos centenares de metros, varios amigos tomaban unas cervezas en la barra de un viejo bar. "Tanto criticar a Fernando Henrique [Cardoso] para acabar cag¨¢ndola de la misma manera", se desahogaba Jo?o, en clara referencia al presidente Lula.
El Gobernador de R¨ªo, S¨¦rgio Cabral, ante el fantasma de los saqueos y del crimen organizado -que recientemente ha vuelto a los titulares de los peri¨®dicos-, puso en alerta m¨¢xima al cuerpo de polic¨ªa entrenado para combatir el crimen en las favelas. Las im¨¢genes de la playa de Copacabana o de la avenida Paulista de S?o Paulo a oscuras ocuparon las p¨¢ginas principales de todas las ediciones digitales. A ratos, los tel¨¦fonos m¨®viles dejaron de funcionar por el colapso de las l¨ªneas. En S?o Paulo, megal¨®polis conocida por sus rascacielos, muchos pasaron el mal trago de verse atrapados en ascensores a muchos metros de altura.
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