Alfoz recupera a sus muertos

En San Pedro y Adel¨¢n, dos de las parroquias m¨¢s pobladas del municipio lucense de Alfoz, la Guerra de Independencia mat¨®, en s¨®lo dos d¨ªas, a 26 personas. Sus nombres, rescatados de los libros de difuntos del Arquivo Diocesano de Mondo?edo, permanecieron ocultos hasta hace tres a?os, cuando el historiador Juan Manuel Osuna Rey los rescat¨® para su tesis doctoral sobre la guerra contra los franceses en Galicia.

Doscientos a?os despu¨¦s y ya con nombre y apellido, Alfoz les rindi¨® un homenaje. Fue hace pocos d¨ªas, y la idea surgi¨® de la asociaci¨®n Mundo Galea y el Ayuntamiento de Alfoz y la Fundaci¨®n Comarcal de A Mari?a Central. No ha sido dif¨ªcil rehacer el puzle de parentescos en un municipio que en la actualidad apenas alcanza los 2.000 habitantes, y eso que la guerra ni se menciona en los archivos eclesi¨¢sticos. Tampoco el motivo de las muertes. Pero las cifras hablan por s¨ª solas. "En una parroquia como Adel¨¢n pod¨ªan morir al a?o 4 ¨® 5 personas, no es normal que un s¨®lo d¨ªa fallezcan 17", explica el historiador Juan Ram¨®n Fern¨¢ndez Pacios, experto en el paso de las tropas de Napole¨®n en el municipio. "Probablemente el p¨¢rroco no hizo referencia a muertes violentas por temor a represalias", aventura Fern¨¢ndez Pacios. S¨ª consta que fallecieron sin recibir los Santos Sacramentos, algo que s¨®lo ocurr¨ªa en caso de accidente o muerte violenta. O porque los encontraron ya sin vida.

Fue f¨¢cil dar con parientes en un municipio de apenas 2.000 habitantes

En la parroquia de Adel¨¢n murieron 17 personas en un solo d¨ªa

Los 26 muertos de Alfoz -cinco mujeres y 21 hombres- cayeron pocas semanas despu¨¦s de que las tropas francesas dirigidas por Fran?ois Fournier entrasen en las localidades de Ribadeo, Mondo?edo y Viveiro (Lugo). En esta ¨²ltima los invasores fueron especialmente crueles. En la parroquia de Chav¨ªn (Viveiro, 21 habitantes) muere un hombre al que los franceses encuentran escondido tras una silveira (zarzamora). El criado del capell¨¢n de A Misericordia (Ourense, Pobra de Trives) es arrojado vivo al mar. "Tras la retirada de las tropas se sepultan los cad¨¢veres esparcidos por los campos", explica Fern¨¢ndez Pacios. "En Viveiro se hicieron cosas terribles", asegura.

Alfoz sufre las consecuencias de estar a medio camino de las villas m¨¢s apetecibles de la comarca, Viveiro y Mondo?edo. La resistencia generada por la invasi¨®n motiva el nacimiento de milicias locales, que en muchos casos carec¨ªan de recursos suficientes. "En Viveiro se recogieron 90 fusiles, de los que m¨¢s de la mitad estaban estropeadas", explica el historiador. S¨®lo ocho soldados defend¨ªan Mondo?edo, que cae, sin oponer resistencia, el 25 de enero de 1809. A Mondo?edo se dirig¨ªan precisamente las tropas napole¨®nicas despu¨¦s de haber ocupado Ribadeo, cuando sufren el ataque de los vecinos en Ponte de Arante, a los que encabezaba el alcalde Melchor D¨ªaz de la Rocha. Todav¨ªa hoy, los vecinos de esta parroquia de Ribadeo celebran cada a?o una victoria que dio alas a las localidades circundantes y ech¨® m¨¢s vecinos al monte.

Entre ellos estaban los de Alfoz. De las palabras de Manuel Val¨ªn, presidente de la Fundaci¨®n Comarcal da Mari?a Central y tambi¨¦n historiador, se deduce que la victoria fue m¨¢s por suerte que por la buena organizaci¨®n de los paisanos. "En realidad, a los franceses los pillaron desprevenidos", explica. Sea como sea, el ef¨ªmero triunfo de Arante envalenton¨® a los campesinos de Alfoz, que se encontraron con los franceses en el Monte da Camba, en la parroquia mindoniense de Vilamor. "Las acciones en la zona de Mondo?edo est¨¢n muy poco estudiadas", reconoce Fern¨¢ndez Pacios. Pese a la escasez de datos, parece claro que el encuentro fue muy desigual. "Aquella gente no hab¨ªa disparado un fusil en su vida", sentencia. Tambi¨¦n para Val¨ªn la lucha fue a la desesperada. "Los franceses entraron saqueando y violando a las mujeres, los paisanos simplemente intentaron defenderse". Pese a la resistencia, Viveiro es tomado y saqueado durante tres d¨ªas. En Mondo?edo, los franceses se alojan en el Monasterio de Santa Catalina y llevan a sus heridos al Hospital de San Pablo.

Doscientos a?os son muchos y en Alfoz hubo que tirar de los apellidos para encontrar relaciones de parentesco con los actuales vecinos. En algunos casos se encontraron descendientes que ir¨¢n al acto de homenaje no como simples vecinos sino como parientes. "El Ayuntamiento public¨® la lista de los muertos en el bando por si al verlo alguien localizaba a un familiar", explica Val¨ªn. "En parroquias tan peque?as es muy f¨¢cil atar cabos". M¨¢s dif¨ªcil es valorar lo que ocurri¨® despu¨¦s. El pueblo se organiza en milicias para mantener el orden, pero ciertas licencias que se toman merman su labor: el encargado de la alarma de Viveiro delega en su ayudante de Chav¨ªn porque ¨¦l quiere salir "a tomar los aires de la monta?a", indispensables para su salud.