Piedad Isla, fot¨®grafa
Un buen d¨ªa, a mediados del siglo pasado, Piedad Isla, de profesi¨®n fot¨®grafa, compr¨® una Vespa, se enfund¨® unos pantalones y con base en Cervera de Pisuerga (Palencia) se puso a recorrer, por caminos carreteros, los pueblos de la monta?a palentina. Aunque pionera de la fotograf¨ªa social en el medio rural, no fue una espectadora extra?a, sino que se zambull¨® en el alma del pueblo desde la pertenencia, en una total identidad entre el yo del fot¨®grafo y el territorio en el que habitaba. As¨ª, los documentos gr¨¢ficos de Piedad (6 de septiembre de 1926-6 de noviembre de 2009) tienen el valor de la autenticidad, de la frescura, son fragmentos de vivencias, fijadas en la nostalgia del blanco y negro, pausas moment¨¢neas de la existencia, instantes ¨²nicos de la vida rural en estado puro, salvados del anonimato definitivo gracias a la c¨¢mara de Piedad Isla. Su aut¨¦ntica inspiraci¨®n fue la condici¨®n humana, el culto a los ancianos, la adoraci¨®n por los ni?os, y el respeto a la tierra.
Se zambull¨® con su c¨¢mara en el alma de los pueblos de la monta?a palentina
Su permanente curiosidad provoc¨® que nada de la vida de los pueblos le pasara desapercibido: tiendas, fiestas, mesones, grupos de amigos, pastores, procesiones, carreteros, bodas, ancianas de negro, ni?os, mendigos, carteros, perros, funerales, m¨¢s ni?os, curas con sotana y albarcas, cantamisas, guardias civiles, partidas de mus, costureras, retratos con s¨¢banas de fondo, gatos, juegos de bolos, mercados, corridas de toros, ni?os... siempre ni?os.
La fotograf¨ªa se convirti¨® en el medio ideal de su estrategia vital, asimil¨® y transform¨® los materiales de la vida a su alrededor, de su realidad, para exponerlos fielmente y adem¨¢s convertirlos en sustancia b¨¢sica, en sensibilidad po¨¦tica.
Como testigo excepcional de la despoblaci¨®n y con ella de la desaparici¨®n de una cultura y una forma de vida secular, no se conform¨® con almacenar documentos gr¨¢ficos imperecederos, de retazos de vida y de costumbres, sino que se afan¨® en la b¨²squeda de los objetos materiales de la cultura material y con ellos cre¨® en Cervera de Pisuerga un Museo Etnogr¨¢fico que es un espacio de exquisita sensibilidad.
Despleg¨® una actividad inusitada como dinamizadora social. Fue concejal, promotora de la declaraci¨®n de Cervera como conjunto hist¨®rico-art¨ªstico, defensora de la naturaleza, conferenciante, directora de cursos, fundadora de asociaciones, organizadora de exposiciones, fil¨¢ntropa solidaria...
Piedad Isla ha sido el espejo de la memoria de un mundo rural ya desaparecido. La gozosa consecuencia es su obra, un trayecto casi m¨ªstico, que hunde sus ra¨ªces en una tierra de la que muchos han partido en realidad, pero en la que todos han quedado en verdad en 165.000 negativos que retratan la epopeya humana en los dulces y agrestes valles de la monta?a palentina.
Piedad Isla busc¨® en su obra, antes que el arte, la vida y all¨ª, encontr¨® la verdad y la belleza.
Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, Peridis, es arquitecto y humorista. Esteban Sainz Vidal es arque¨®logo.
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