Obama, Benedicto XVI y el aborto
El pasado 10 de julio el presidente Obama se entrevist¨® con el Papa en el Vaticano. La cita ven¨ªa precedida por la pol¨¦mica respecto al aborto. El presidente norteamericano hab¨ªa sido invitado a la Universidad Cat¨®lica de Notre Dame y 70 de los 440 obispos de Estados Unidos rechazaron la decisi¨®n de la Universidad de investirlo doctor honoris causa en Derecho.
En su discurso universitario, Obama apel¨® a la necesidad de un di¨¢logo franco sobre el aborto y dio cuenta del e-mail de un m¨¦dico que d¨ªas antes de su nominaci¨®n como candidato le dijo que, aunque hab¨ªa votado por ¨¦l en las primarias, ten¨ªa serias preocupaciones acerca de si deb¨ªa votarle en las elecciones presidenciales. El remitente se describ¨ªa como un cristiano con una fuerte convicci¨®n pro-vida, aunque no era eso lo que le impedir¨ªa votarle. Lo que le molestaba era una frase que el equipo de campa?a de Obama hab¨ªa colocado en la web asegurando que luchar¨ªa contra "las ideolog¨ªas de derecha que quieren arrebatar a las mujeres su derecho a decidir".
El Papa no suspendi¨® la audiencia con el presidente de EE UU ni le tild¨® de hereje o pecador p¨²blico
El m¨¦dico le hab¨ªa considerado una persona razonable, pero si Obama pensaba que todo pro-vida era alguien que quer¨ªa infligir sufrimiento a las mujeres, entonces no era tan razonable. Le escribi¨®: "No le pido que se oponga al aborto, sino que hable de este tema de modo equilibrado". Es decir, el m¨¦dico ped¨ªa que no atribuyera a quienes se oponen al aborto una posici¨®n contra las mujeres.
Despu¨¦s de leer la carta, Obama le respondi¨® d¨¢ndole las gracias y sin modificar su posici¨®n pidi¨® a su equipo que cambiara el texto de la web. Aquella noche Obama reflexionaba as¨ª: "Tengo que poder extender a otros la misma presunci¨®n de buena fe que el doctor me hab¨ªa atribuido... porque debemos evitar la caricatura del otro".
Obama se situ¨® con claridad en t¨¦rminos de di¨¢logo: "?C¨®mo hacemos para permanecer firmes en nuestros principios y luchar por lo que consideramos correcto, sin demonizar a aquellos que tienen convicciones igualmente firmes del otro lado?". Concluy¨® que aun cuando no era posible llegar a un acuerdo sobre el aborto, era posible encontrar un terreno com¨²n.
Unos d¨ªas despu¨¦s, el cardenal Georges Cottier, dominico, te¨®logo em¨¦rito de la Casa Pontificia, public¨® un art¨ªculo en la revista 30Giorni, en el que reflexiona sobre la posici¨®n de Obama y la existencia de un "terreno com¨²n" entre el presidente norteamericano y la doctrina cristiana. Algo que tambi¨¦n subray¨® L'Obsservatore Romano el 19 de mayo.
?Cu¨¢les son los puntos de coincidencia? Obama no reivindica el aborto como un derecho y reconoce que la decisi¨®n de abortar "desgarra el coraz¨®n de la mujer". Propone trabajar todos juntos para reducir el n¨²mero de mujeres que tratan de abortar. A?ade que toda reglamentaci¨®n legal debe garantizar la objeci¨®n de conciencia de los agentes sanitarios. "Sus palabras van en la direcci¨®n de disminuir el mal", dice el cardenal Cottier, y concluye, "ciertamente es s¨®lo un minimum, pero es un minimum precioso".
El cardenal recuerda la actitud de los primeros legisladores cristianos que no abrogaron inmediatamente las leyes romanas sobre pr¨¢cticas contrarias a la ley natural, como la esclavitud. Al principio, para garantizar el consenso de los ciudadanos y conservar la paz social, se mantuvieron en vigor las llamadas "leyes imperfectas". Recuerda tambi¨¦n c¨®mo santo Tom¨¢s de Aquino, para quien la ley deb¨ªa de ser moral, sosten¨ªa a la vez que el Estado no debe dictar leyes demasiado severas, porque no ser¨¢n cumplidas y por tanto devienen in¨²tiles.
A?ade el cardenal de la Casa Pontificia que la Iglesia ha percibido "siempre como lejana y peligrosa la ilusi¨®n de eliminar totalmente el mal de la historia por v¨ªa legal, pol¨ªtica o religiosa". El cardenal dominico aprecia el "realismo pol¨ªtico" de Obama de cara a una victoria progresiva del bien. A quienes apoyan, como Obama, una ley para regular el aborto, no hay que atribuirles una posici¨®n contraria al derecho a la vida.
Benedicto XVI pudo suspender la audiencia con el presidente Obama y hasta tildarlo de hereje o pecador p¨²blico. No lo hizo. Le recibi¨® y encontraron un terreno com¨²n: el objetivo de reducci¨®n de abortos y la regulaci¨®n de la objeci¨®n de conciencia. ?No es posible en Espa?a este di¨¢logo? ?No buscaremos, como Obama, ese precioso minimum de acuerdo?
Jos¨¦ Bono es presidente del Congreso de los Diputados.
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