Negocio ilegal en Mercasevilla
Tras la guerra entre los mayoristas y el gerente late la continua venta de pescado inmaduro ? La empresa afronta 1,8 millones de multa por 36 toneladas incautadas
Toma 1: D¨ªa soleado. Interior de una barra atestada en un restaurante sevillano. Bullicio. El cliente pregunta: "?Me pone una raci¨®n de pijotitas?". Dos camareros se miran, uno de ellos escruta al cliente, sonr¨ªe y se encamina a la cocina.
Toma 2: Madrugada de noche cerrada. En el interior de la nave de los mayoristas de pescado de Mercasevilla, el griter¨ªo es ensordecedor. Entran dos inspectores y descubren un pal¨¦ de pescado inmaduro en la zona com¨²n. Pijotas de diez cent¨ªmetros, la mitad de su tama?o permitido. Preguntan a los mayoristas alrededor: "?De qui¨¦n es esto?". Nadie responde y todos se encogen de hombros. Como el pal¨¦ no tiene due?o, nadie resulta multado. Salvo el mercado municipal.
"Cuando preguntas si el pal¨¦ tiene due?o, todos miran para otro lado"
Tras los esc¨¢ndalos de comisiones ilegales, Mercasevilla no levanta cabeza
Sin la segunda escena, la primera no se reproducir¨ªa con tanta frecuencia. Ambas est¨¢n recreadas seg¨²n los testimonios de los protagonistas.
La venta de inmaduros es un problema que los consumidores andaluces siguen ignorando con excusas absurdas como la tradici¨®n culinaria. Pero adem¨¢s, esta semana se ha revelado como el trasfondo de una guerra abierta entre los mayoristas y el gerente de Mercasevilla, Jordi Maym¨®. El pasado viernes los mayoristas de pescado pidieron al alcalde, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, que despida a Maym¨®, quien hab¨ªa asegurado: "No vamos a ser pasivos sino activos en la lucha contra el inmaduro".
Tras dos esc¨¢ndalos de comisiones ilegales que descabez¨® a la empresa la pasada primavera por su anterior c¨²pula acusada de corrupta, Mercasevilla no levanta cabeza. Esta semana los 43 mayoristas han protagonizado un paro laboral mientras los 40 prejubilados del ERE se sublevaban porque la empresa no les paga. Las cuentas arrastran un agujero de un mill¨®n de euros por la nefasta gesti¨®n anterior, seg¨²n desvel¨® el avance de una auditor¨ªa, que cuando est¨¦ terminada ser¨¢ previsiblemente la peor noticia para sus arcas.
Uno de los puntales de este d¨¦ficit radica en la compraventa de pescado de la nave Barranco, donde ciertas partidas incumplen la ley. Y Mercasevilla lo paga muy caro. Tanto, que se traduce en una multa astron¨®mica de 1,8 millones, acumulada por 77 expedientes sancionadores en los ¨²ltimos 16 meses. El pescado incautado ascendi¨® a 36 toneladas. "Cuando levantamos acta y preguntas si el pal¨¦ tiene due?o, todos miran para otro lado, as¨ª que tenemos que multar a Mercasevilla", explica Luis V¨¢zquez, responsable de la inspecci¨®n pesquera de la Junta en Sevilla.
La talla m¨ªnima de las pijotas mediterr¨¢neas est¨¢ en 20 cent¨ªmetros, pero los t¨¦cnicos han llegado a incautar ejemplares de ocho cent¨ªmetros. El problema est¨¢ enquistado porque estos pal¨¦s siempre se intervienen en las zonas comunes de la nave, nunca en el puesto de cada mayorista. Los mayoristas alegan que es un problema estructural del sistema. "El mayorista no sabe el pescado que le va a venir de Italia o Portugal y la primera vez que lo ve es en el puesto. Con la vor¨¢gine de cientos de kilos, el inmaduro se queda ah¨ª", afirma Jos¨¦ Rodr¨ªguez, gerente de los mayoristas. El caso es que nadie denuncia la presencia de inmaduro para que ¨¦ste sea retirado por la empresa. Y as¨ª llueven las denuncias de la inspecci¨®n y del Seprona de la Guardia Civil. "Somos cinco inspectores y todo el mundo nos conoce en el mercado", aclara uno de ellos.
A¨²n as¨ª, Mercasevilla es s¨®lo un eslab¨®n m¨¢s. Tras su pesca centralizada en el Golfo de C¨¢diz, el inmaduro se trafica en callejones, gasolineras y almacenes desperdigados por toda la comunidad. La Guardia Civil, la polic¨ªa auton¨®mica y polic¨ªas locales reciben cursos de la Junta para incrementar la inspecci¨®n de pescader¨ªas, restaurantes y mercados. Pero no es eficaz. El consumidor sigue siendo el principal culpable porque la demanda no decae. El Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea impuso el pasado marzo una multa de 100 millones al Gobierno central por la actividad ilegal en los caladeros del sur. Est¨¢ visto que el escarmiento no cal¨®.
La movilizaci¨®n actual censura a Maym¨® por acusarles de "mafiosos" tras grabar ¨¦stos una conversaci¨®n en la que el gerente supuestamente propon¨ªa reducir el precio de un puesto para abaratar el canon que recibe Mercasevilla. Pero el crudo enfrentamiento de Maym¨® y los empresarios no parece que vaya a enfriarse. Mientras, las multas seguir¨¢n llegando y el pescado inmaduro col¨¢ndose entre las rendijas del ingente mercadeo. V¨¢zquez avisa: "Mis hijos comer¨¢n pescado, mis nietos no lo s¨¦".
Un conflicto enquistado
Rape de Namibia, almeja de Italia, sardinas de Portugal... El mayor complejo de distribuci¨®n agroalimentaria en Andaluc¨ªa es una ciudad que vive de noche y es exclusiva por muchas razones. Mercasevilla tiene un estatuto ¨²nico en el pa¨ªs gracias a un edicto del general Queipo de Llano de 1936. Los mayoristas son meros intermediarios con comisiones que pagan c¨¢nones a la empresa. ?sta opera las transacciones a trav¨¦s de sus empleados o "boleteros" para que el pescado pase a los minoristas (pescader¨ªas y puestos de mercado).
As¨ª, los 43 mayoristas no est¨¢n sujetos a la morosidad porque Mercasevilla les paga tras cada operaci¨®n. Mueven cada a?o 93 millones de euros y son un gremio poderoso, como ya demostraron en el paro anterior de 2004.
La primera batalla de los mayoristas buscaba la reducci¨®n de sus c¨¢nones, que consideran abusivos. "Somos los que mantenemos Mercasevilla. Cada a?o pagamos 2,6 millones a sus arcas", se queja el abogado de los mayoristas, Joaqu¨ªn Moeckel.
El Tribunal de Defensa de la Competencia ya en 2002 resalt¨® que "considera grave para el desarrollo de la libre competencia el intervencionismo de Mercasevilla que ejerce sobre la actividad de los mayoristas independientes (...) Es un caso an¨®malo en los mercas de toda Espa?a". La sentencia declaraba ilegal la comisi¨®n por restringir la competencia, y posteriormente la Audiencia Nacional ratific¨® la resoluci¨®n.
Pero las negociaciones para reducir estas tasas ni siquiera han empezado porque los mayoristas exigen la sustituci¨®n del gerente. Mientras, el Ayuntamiento de Sevilla apoya su gesti¨®n para encauzar este barco.
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