A qui¨¦n interesa la corrupci¨®n
El despilfarro de los partidos pol¨ªticos y el d¨¦ficit financiero de los ayuntamientos est¨¢n en el origen de algunos de los casos de corrupci¨®n m¨¢s conocidos recientemente. Mucho antes, el caso Filesa, directamente relacionado con la financiaci¨®n irregular del PSOE, ya hab¨ªa destapado una pr¨¢ctica habitual en los partidos pol¨ªticos. El funcionamiento de ¨¦stos y sus desmesurados gastos en las campa?as electorales precisaban de "ayudas externas" para sobrevivir. Este tipo de ayudas casi siempre ven¨ªan de empresas que resultaban ser adjudicatarias de contratas de la Administraci¨®n. Pero lo que, inicialmente, fue una ayuda para financiar el funcionamiento de los partidos, con el tiempo se ha convertido en aut¨¦nticas redes de corrupci¨®n que han ido controlando empresas, municipios e, incluso, ¨¢reas completas de la Administraci¨®n auton¨®mica. Qu¨¦ es, si no, la trama G¨¹rtel m¨¢s que un grupo organizado de corruptores que contaminaban por igual pol¨ªticos, empresarios e instituciones.
La Unidad de Delitos Econ¨®micos y Fiscales (UDEF) de la Polic¨ªa Nacional ha documentado el modus operandi de esa trama a trav¨¦s de un informe de un centenar de p¨¢ginas m¨¢s varios anexos. Sobre la base de esa documentaci¨®n, los socialistas valencianos han presentado una querella en la que se?alan por igual a pol¨ªticos y a empresarios. La presencia de ¨¦stos ¨²ltimos en la denuncia del PSPV ha provocado extra?as reacciones en sectores sociales que, con la excusa de advertir a los socialistas de los males que les puede acarrear si persisten en su actitud, maldisimulan su voluntad de no afrontar el trasversal sistema de corrupci¨®n que afecta a ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas en toda Espa?a, independientemente de su signo pol¨ªtico, y a todos los partidos.
El paternalismo de estos consejeros del PSPV es inquietante. Sus reflexiones son equ¨ªvocas porque, m¨¢s que preocuparse por lo que les pueda ocurrir a los socialistas valencianos, parecen m¨¢s interesados en la defensa del statu quo del sistema corrupto. La querella presentada por el partido de Jorge Alarte, con independencia de su recorrido en los tribunales, tiene la virtud de haber reventado uno de los granos de la corrupci¨®n en la Comunidad Valenciana. Y esa denuncia, lo saben hasta sus cr¨ªticos m¨¢s acendrados, no tendr¨ªa ninguna raz¨®n de ser si los presuntos corruptores no figuraran junto a los corruptos. Pero hay quien prefiere fijarse en la periferia de las cosas para no colocar el foco donde m¨¢s interesa. Y se dicen progresistas.
Bancaja, la CAM y una SIP. El pasado domingo el peri¨®dico Informaci¨®n contaba el posible inter¨¦s entre la CAM y Caja Madrid por formar un Sistema Institucional de Protecci¨®n (SIP). Una figura que, en tiempos de crisis, permite a las cajas de ahorro llevar a cabo alianzas estrat¨¦gicas para enlazar actividades comunes sin llegar a la fusi¨®n. De hecho, se trata de una fusi¨®n virtual. La semana que termina, con el director general de la CAM, Roberto L¨®pez, de visita en el Banco de Espa?a, ha sido pr¨®diga en rumores. Estos contactos, que pueden entrar dentro de la normalidad, o no, vendr¨ªan a demostrar que la caja de Alicante recorre un camino diferente del marcado por el presidente Camps. Por cierto, Esperanza Aguirre, pensando en las SIP, ha cambiado la Ley de Cajas para tener el control sobre las alianzas de Caja Madrid. Gerardo Camps, el consejero fijo discontinuo, habr¨¢ pensado en ello o andar¨¢ en otras cosas.
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