Este culebr¨®n es puro Kafka
El legado del escritor checo vive d¨ªas intensos. Israel reclama a Alemania el original de 'El proceso', y los papeles ocultos de Kafka est¨¢n custodiados a la espera de una decisi¨®n judicial
Traiciones, contrabandos frustrados y exitosos, amor¨ªos ocultos, testamentos violados. Subastas que proporcionaron ping¨¹es beneficios a una mujer codiciosa, Esther Hoffe, la depositaria de los papeles ocultos de Kafka. Demandas judiciales del Estado sionista contra Hoffe, broncas a gritos en el tribunal para reclamar la entrega del preciado tesoro. Y para rematar la faena, una disputa soterrada entre Alemania e Israel por ese archivo secreto y por el manuscrito de El proceso, la emblem¨¢tica novela del escritor checo. Son los ingredientes de esta historia rocambolesca, en ocasiones kafkiana, plagada de intrigas. ?Y todo este l¨ªo, para adue?arse de qu¨¦? ?sa es la gran inc¨®gnita.
Dos ancianas israel¨ªes esperan una resoluci¨®n judicial para vender borradores, dibujos y cartas del escritor checo
El profesor Cermak asegura que los papeles secretos desvelar¨¢n nuevos detalles de "la vida er¨®tica" de Kafka
Dos ancianas israel¨ªes, Ruth y Eva Hoffe, conocen el contenido del archivo oculto de Kafka. En estos d¨ªas esperan a que la justicia israel¨ª les permita recuperar los preciados papeles que su madre, Esther, recibi¨® del albacea de Kafka.
Esther Hoffe, que falleci¨® en 2007 a los 102 a?os, fue secretaria e ¨ªntima amiga de Max Brod, el agente literario que recopil¨® los manuscritos del genial escritor checo y los traslad¨® a Israel en su apresurada escapada de los nazis. Hoffe hered¨® su archivo, que incluye papeles de Kafka. Un archivo que fue vendiendo por entregas, pero cuya mayor parte est¨¢ celosamente guardada en cinco cajas fuertes de un banco. Dicen que una parte estuvo durante un tiempo en la apestosa vivienda de Eva Hoffe. Bajo la ventana enrejada del apartamento 1 del n¨²mero 23 de la calle de Espinosa, en Tel Aviv, lo que hay es platos repletos de comida para gatos.
El peregrinar del codiciado tesoro comienza con la muerte del enfermizo autor, el 3 de junio de 1924. Kafka dej¨® escrito a su gran amigo Brod: "Querido Max. Mi ¨²ltima petici¨®n: todo lo que dejo debe ser quemado sin ser le¨ªdo...". Brod desobedeci¨®. Una traici¨®n de la que el mundo obtuvo gran provecho. De haber cumplido el deseo p¨®stumo, nadie habr¨ªa le¨ªdo nunca El proceso, El castillo o Am¨¦rica. Public¨® las obras y en 1939, cuando el Ej¨¦rcito de Hitler invad¨ªa Praga, el agente literario, fervoroso sionista, emigr¨® a Tel Aviv. En la ciudad mediterr¨¢nea falleci¨® su esposa, en 1942, y a partir de ese instante entra en escena Esther Hoffe para convertirse en la m¨¢s dura guardiana de los papeles. Desde entonces, s¨®lo alg¨²n investigador tuvo acceso a los documentos. Y a veces con nocturnidad, porque Brod ten¨ªa que eludir la vigilancia de Esther.
El legado de Kafka comenz¨® a desmembrarse paulatinamente en vida de Brod, que al menos se preocupaba por su conservaci¨®n. En 1956 envi¨® a Suiza los manuscritos de las tres famosas novelas: la guerra -la campa?a de Suez- amenazaba con extenderse por Oriente Pr¨®ximo. A?os m¨¢s tarde, los manuscritos de Am¨¦rica y de El castillo viajar¨ªan, donados, a la Universidad de Oxford. All¨ª permanecen hoy por hoy. Sin embargo, El proceso sigui¨® bajo su custodia hasta su muerte, en 1968. Es ¨¦sta la fecha en que arranca el incesante trasiego y mercadeo de los papeles de Kafka.
Por mucho que el testamento de Brod permitiera a Esther Hoffe gestionar los documentos del difunto y de Kafka, una precisi¨®n era expl¨ªcita: los papeles deb¨ªan ser entregados "a la Biblioteca Nacional de Jerusal¨¦n, a la Biblioteca Municipal de Tel Aviv o a otro archivo p¨²blico en Israel o en el extranjero". Los alemanes sostienen que tanto Brod como Hoffe mencionaron el Archivo de Literatura Alemana de Marbach como uno de los destinos para los papeles.
Al pasar de Brod a Hoffe, el preciado patrimonio deja de estar en manos de un hombre erudito para convertirse en potencial negocio para la ambiciosa Hoffe. Los documentos comienzan a ser vendidos al mejor postor. "Durante a?os, cartas del legado de Brod aparecen en subastas en Europa. La identidad del vendedor, como es costumbre, no es revelada, pero las evidencias apuntan a Esther Hoffe", asegura Ofer Aderet, el periodista de Haaretz que persigue el rastro de ese patrimonio cultural. Las ¨²ltimas evidencias del desmembramiento: en 2006 se subasta una carta de Kafka a Brod por 60.000 euros; en 2008, cartas de amor del escritor checo se venden por 25.000 euros.
Las trampas de Hoffe no eran cosa nueva. En 1974, fue pillada in fraganti en el aeropuerto Ben Guri¨®n de Tel Aviv cuando intentaba volar a Suiza con manuscritos de Brod y correspondencia del venerado escritor checo. El desprecio a la legalidad ha sido nota distintiva de Esther. La Ley de Archivos del Estado proh¨ªbe el contrabando de documentos valiosos sin depositar previamente una copia. Hoffe y las autoridades israel¨ªes llegaron a un acuerdo para fotocopiar el legado, pero la mujer nunca cumpli¨® su compromiso y s¨®lo una peque?a porci¨®n fue fotocopiada. Tambi¨¦n se las apa?¨® para violar, en la d¨¦cada de los ochenta, el pacto que suscribi¨® para traspasar el tesoro de Brod a la Biblioteca Nacional.
Esther Hoffe se hizo rica. La joya m¨¢s preciada de la herencia, el original de El proceso, reposa hoy en el Archivo de Literatura Alemana de Marbach. Bati¨® el r¨¦cord mundial del precio abonado en una puja por un manuscrito: Sotheby's lo adjudic¨® por 1,98 millones de d¨®lares (1,32 millones de euros) en 1998.
Las peripecias y los detalles del legado se van conociendo poco a poco, despu¨¦s de que el diario Haaretz lograra que se levantara la censura que se impone sobre tantos asuntos en Israel. As¨ª rezaba el testamento de Esther, redactado en 1970: "Los borradores, las cartas y los dibujos de Kafka que me fueron donados por Max Brod los ced¨ª a mis dos hijas en porciones iguales. Los libros de Kafka de la biblioteca de Brod permanecen en posesi¨®n de mis dos hijas. Cada una de mis hijas y mis nietas tienen derecho a recibir 40 cartas del legado de Brod".
No parece que vaya a ser as¨ª. Un tribunal de Tel Aviv congel¨® a finales de octubre millonarias cuentas corrientes de las Hoffe y orden¨® la entrega de las llaves de las cinco cajas fuertes bancarias. All¨ª se conserva el legado para los albaceas que designe la justicia. "El testamento de Esther", apunta Oderet, "es ilegal porque no pod¨ªa legar a sus hijas los documentos, ya que incumpli¨® la voluntad de Brod de donarlos a una instituci¨®n p¨²blica".
?Cu¨¢l es el contenido del patrimonio? Nurit Pagi est¨¢ escribiendo una tesis doctoral sobre el legado del agente literario checo. "Brod", explica a este diario, "era un escritor obsesivo. Siempre escribi¨® un diario, por lo que supongo que en ese archivo se pueden hallar los diarios que comenz¨® al menos desde 1939, el a?o en que emigr¨® a Palestina, si no antes. Podremos encontrar correspondencia de personalidades bien conocidas de la cultura de su ¨¦poca y notas sobre sus proyectos nunca realizados. Estoy segura de que en la maleta que se llev¨® desde Praga conserv¨® dibujos de Kafka, sus trabajos literarios originales, cartas y quiz¨¢ esquemas preliminares de sus futuras novelas".
Desde Praga, el profesor Josep Cermak, gran experto checo en Kafka, considera que lo m¨¢s importante es poner a disposici¨®n de los estudiosos esos diarios de Brod. "Aportar¨¢n informaci¨®n sobre principios del siglo pasado, la ¨¦poca de Kafka en la que hay m¨¢s lagunas", explica. Brod y Kafka tuvieron una relaci¨®n muy honesta, cuenta. Y asegura que esos diarios y esa correspondencia secreta desvelar¨¢n nuevos detalles de la "vida er¨®tica" de ambos personajes. Ulrich von B¨¹llow, jefe de departamento del Archivo de Literatura Alemana de Marbach, se?ala que es posible que tambi¨¦n haya fotograf¨ªas del escritor checo. Y debe de estar, seg¨²n cuenta en conversaci¨®n telef¨®nica, el manuscrito de una de las novelas inacabadas de Kafka, Preparativos de una boda en el campo. "La familia Hoffe dispone de grandes tesoros", resume Cermak, que lleva 45 a?os estudiando al autor de La metamorfosis.
El contenido del legado de Brod podr¨ªa haberse conocido si Esther Hoffe hubiera cumplido su acuerdo con una editorial suiza, a la que estaf¨®, en la d¨¦cada de los ochenta. La empresa pag¨® una suma millonaria por los diarios de Brod. Esther jam¨¢s los entreg¨®.
El serial sobre el destino final del legado de Brod se complica ahora por la disputa entre instituciones israel¨ªes y alemanas por el manuscrito de El proceso, que el Archivo de Marbach adquiri¨® en Sotheby's en 1988. Meir Heller, abogado de la Biblioteca Nacional de Israel, defiende el retorno a Jerusal¨¦n del texto original. "La Biblioteca Nacional no ignora el hecho de que el Archivo de Marbach deber¨ªa ser compensado por el dinero que pag¨® a Hoffe", afirma Heller, que considera la dispersi¨®n de la obra de Kafka un "error hist¨®rico". "La Biblioteca Nacional de Israel, que es tambi¨¦n la biblioteca del pueblo jud¨ªo, entiende que Brod pide en su testamento que los documentos deber¨ªan depositarse en un archivo p¨²blico, y el nombre de la Biblioteca Nacional es su primera opci¨®n", a?ade el letrado. Heller explica haber llegado a un pacto de silencio con las autoridades alemanas para no perjudicar la negociaci¨®n.
El enfrentamiento entre ambas instituciones se suaviz¨® el pasado 22 de octubre, cuando Ulrich Raulff, director del Archivo de Literatura Alemana de Marbach, dirigi¨® una carta a su hom¨®logo en la Biblioteca Nacional Israel¨ª para abrir la puerta al di¨¢logo. En su respuesta del 28 de octubre, el israel¨ª Shmuel Har Noy se alegraba de que los alemanes acepten el veredicto de la justicia israel¨ª y estuvieran dispuestos a dialogar "en vez de que el asunto sea resuelto en los medios", seg¨²n reza textualmente esa carta, a la que ha tenido acceso EL PA?S.
El periodista Ofer Oderet intenta explicar la posici¨®n de la parte israel¨ª: "La Biblioteca Nacional considera que Brod era jud¨ªo y sionista, y que si no hubiera emigrado a Israel habr¨ªa sido trasladado a Auschwitz. Es un escritor jud¨ªo que escap¨® del Holocausto, por eso lo consideran parte de la cultura jud¨ªa. En su opini¨®n, no es un escritor alem¨¢n, sino israel¨ª. ?ste es un argumento moral, no legal. La Biblioteca tambi¨¦n estima que Brod design¨® en primer lugar Jerusal¨¦n como destino de la obra de Kafka; despu¨¦s, Tel Aviv, y en tercer lugar, un archivo p¨²blico en el extranjero, y alega que es ilegal traficar con documentos de gran significado para el pueblo jud¨ªo o el Estado de Israel".
Los alemanes reclaman que Brod y Kafka escrib¨ªan en alem¨¢n, y no en hebreo, que son parte de la cultura alemana, no de la hebrea. Ulrich Raulff, director del Archivo de Marbach, considerado el m¨¢s importante de Europa central, lo tiene muy claro: "No hay posibilidad alguna de que devolvamos el manuscrito de El proceso", afirma en conversaci¨®n telef¨®nica desde Marbach. Considera que la compra del original en la subasta de Sotheby's no pudo ser m¨¢s transparente. "El manuscrito estuvo expuesto durante semanas, hicimos una compra ante los ojos de la opini¨®n p¨²blica mundial. Si nadie discuti¨® la legitimidad de aquella compra entonces, no comprendo por qu¨¦ se cuestiona ahora". Raulff considera que Esther Hoffe, como leg¨ªtima propietaria del legado, ten¨ªa derecho a vender el manuscrito. En t¨¦rminos legales, estima que aquella operaci¨®n fue n¨ªtida. "La parte israel¨ª a veces confunde los t¨¦rminos legales de esta cuesti¨®n con el aspecto moral o hist¨®rico". Otra cosa es la cuesti¨®n del legado de Max Brod, cuyo control las hermanas Hoffe esperan recobrar en cuanto se produzca el fallo de la justicia israel¨ª. En este campo, Ulrich Raulff se muestra flexible. "Creemos en la independencia de los tribunales israel¨ªes. Si aceptan que las hermanas Hoffe puedan disponer del legado y ellas nos lo quieren vender, estaremos en disposici¨®n de comprar".
Las hermanas Hoffe tienen una relaci¨®n muy fluida con Marbach. Suele ser Eva la que habla con Raulff. "Habl¨¦ hace poco con ella. Creo que las hermanas estar¨ªan dispuestas a vendernos los papeles, y nosotros aceptar¨ªamos que se entregaran copias a la Biblioteca Nacional israel¨ª".
El jefe del archivo en Marbach, Ulrich von B¨¹low, destaca que est¨¢n interesados en todos los papeles que hay de Kafka a lo largo y ancho del mundo. "Pero no para quedarnos mir¨¢ndolos. Para que investigadores y estudiosos los puedan consultar", puntualiza. En este sentido, Cermak, el experto checo que public¨® esta misma semana La lucha que supone escribir, su cuarto libro sobre Kafka, considera que el archivo alem¨¢n es un destino excelente para los archivos de Brod y Kafka: "Como profesional, creo que deben estar en los mejores archivos. Y Marbach es el mejor archivo de Europa central. El mejor y el m¨¢s rico: son capaces de comprar a precios muy altos".
Marbach posee 1.200 legados de literatura en alem¨¢n del siglo XX. Es el segundo archivo que m¨¢s documentos de Kafka posee tras la biblioteca Bodleiana de Oxford.
Marieta Malisova, directora de la Franz Kafka Society, confiesa desde Praga que a ella le gustar¨ªa que los papeles estuvieran all¨ª: "?l pas¨® toda su vida en Praga. Lo mejor ser¨ªa que los papeles volvieran aqu¨ª".
Sospechan los expertos que los documentos pueden haber sido da?ados. Es posible que durante largo tiempo hayan sufrido condiciones p¨¦simas de conservaci¨®n. Los gatos siguen acudiendo puntuales a su cita en el apartamento de Eva Hoffe, que llena religiosamente sus platos de comida. ?sa es una de las obsesiones de esta mujer. Otra: el celo por esconder los documentos y sacar tajada. Sus vecinos ni siquiera saben si reside en esa vivienda. "S¨®lo viene a dar de comer a los gatos", comenta escueto el anciano Dov Avner, que se lleva una mano a la nariz. "Nos mantenemos alejados de ella. Nos crea muchos problemas. La odio", comenta otro hombre que reside en el inmueble desde hace 40 a?os.
"Existe el riesgo de que desaparezca el legado de Kafka", concluye Aderet. "Se ignora si Eva Hoffe posee los papeles y en qu¨¦ estado se hallan. Es importante que se conserven en un archivo p¨²blico. No importa que sea en Alemania".
El culebr¨®n de los papeles secretos de Kafka sigue vivo. Para enero se espera una resoluci¨®n de la justicia israel¨ª que desatasque la situaci¨®n. Entonces se empezar¨¢ a conocer el contenido de ese tesoro que vive atrapado en un proceso kafkiano.
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