Cantos de sirena
Batasuna tantea la resistencia del Gobierno con ofertas motivadas por la firmeza antiterrorista
La ilegalizada Batasuna eligi¨® el marco de una reuni¨®n organizada por la municipalidad de Venecia sobre "procesos de paz y resoluci¨®n de conflictos" para hacer p¨²blica ayer su ¨²ltima propuesta para intentar acercar sus dos objetivos esenciales del momento: recuperar la legalidad y abrir la posibilidad de un nuevo proceso de paz que d¨¦ sentido a la estrategia pol¨ªtico-militar que comparte con ETA.
Batasuna estar¨ªa dispuesta a aceptar los principios Mitchell (en referencia al ex senador estadounidense que actu¨® como mediador en el proceso de paz de Irlanda), y que resumen las condiciones que deb¨ªan cumplir los partidos ligados a grupos terroristas para participar en las negociaciones sobre el futuro de ese territorio. A diferencia de las vaguedades invocadas otras veces por Batasuna, estos principios son bastante precisos: incluyen instar a sus respectivos brazos militares a abandonar la violencia y su desarme total, verificado por una comisi¨®n internacional.
Sin embargo, la condici¨®n del desarme previo fue levantada en enero de 2006 en un intento de desbloquear las negociaciones; dos semanas despu¨¦s, el IRA hac¨ªa estallar una bomba en la City londinense, causando dos muertos y da?os cuantiosos, lo que a su vez provoc¨® la ruptura del di¨¢logo, reanudado s¨®lo a?os despu¨¦s, tras un compromiso del Sinn Fein de renuncia definitiva a la violencia.
Que Batasuna asuma esos principios, algo que no hizo en el fallido proceso de 2006, significa que la actual pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno va por buen camino; que al menos un sector de Batasuna ya sabe que no habr¨¢ negociaci¨®n pol¨ªtica, y que tampoco habr¨¢ legalizaci¨®n sin abandono previo, incondicional y unilateral de las armas (y de la estrategia pol¨ªtico-militar), que es lo que el resto del independentismo (ELA, Aralar, EA) exige a ETA y Batasuna para un acuerdo estable.
Y no s¨®lo ETA no ha dicho, ni insinuado, que piense abandonar las armas, sino que ha dicho lo contrario, incluso en fechas recientes; y la ponencia de Batasuna actualmente en discusi¨®n entre sus bases ni siquiera como hip¨®tesis plantea el abandono de esa estrategia o la ruptura con ETA. No es el momento, por tanto, de cambiar de pol¨ªtica. Reforzado por la sentencia de Estrasburgo, el Gobierno tiene todos los motivos para deso¨ªr los cantos de sirena de quienes buscan dividir a los partidos en torno a la legalizaci¨®n con el pretexto de una expectativa de paz.
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