Dos presos veteranos de ETA piden el fin de la lucha armada
Gisasola y Urrosolo Sistiaga llaman a Batasuna a hablar claro y liderar el cambio en una carta a los diarios vascos que 'Gara' no ha publicado
"Cuando se habla de 'nuevos instrumentos pol¨ªticos' se est¨¢ queriendo decir que hay que dejar de utilizar el que ya no sirve: la lucha armada". Carmen Gisasola y Joseba Urrosolo Sistiaga, dos presos veteranos de la organizaci¨®n terrorista ETA que cumplen condena en la c¨¢rcel zaragozana de Zuera, concretan en una carta que publican hoy varios diarios vascos qu¨¦ quer¨ªa decir Batasuna con las declaraciones de Venecia y Alsasua de la semana pasada: ETA debe dejar las armas e integrarse en un frente pol¨ªtico, no como l¨ªder, sino como "un vag¨®n m¨¢s".
La misiva ha sido entregada en los peri¨®dicos Deia, Berria, Grupo Noticias y Gara, que se ha negado a publicarla.
En su opini¨®n, aunque aseguran que es mayoritaria entre el colectivo de presos, los partidos pol¨ªticos y la izquierda radical vasca, fue una minor¨ªa dentro de ETA la que hizo inviable el proceso de paz de la pasada legislatura que concluy¨® cuando los terroristas asesinaron a dos personas en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Algo que "no puede volver a ocurrir" en esta ocasi¨®n.
Gisasola y Urrosolo Sistiaga critican que Batasuna no fuera m¨¢s expl¨ªcita en las declaraciones que sus l¨ªderes hicieron la semana pasada y en la que se ofrec¨ªa una negociaci¨®n. En opini¨®n de los dos etarras, "cuando se habla de 'cambio de ciclo y de estrategia' se quiere decir dejar de utilizar la lucha armada y abrir una etapa exclusivamente pol¨ªtica. Cuando se habla de 'nuevos instrumentos pol¨ªticos' se est¨¢ queriendo decir que hay que dejar de utilizar el que ya no sirve: la lucha armada. Cuando se habla de 'tomar decisiones de peso y con decisi¨®n' se est¨¢ tratando de decir que hay que tomar la decisi¨®n de terminar con la lucha armada. Cuando se est¨¢ proponiendo que 'no hay otras garant¨ªas que la acumulaci¨®n de fuerzas, el cambio de la relaci¨®n de fuerzas y la construcci¨®n nacional' se est¨¢ planteando que ETA no tendr¨¢ ese papel de garante que hasta ahora se supon¨ªa".
Los dos presos, sin embargo, justifican la ausencia de una condena expresa a ETA en los actos de Venecia y Alsasua al asegurar que "se sobreentiende".
Gisasola y Urrosolo Sistiaga critican adem¨¢s a la direcci¨®n actual de ETA, a la que acusa de sectarismo y de inexperiencia.
Ambos exigen a la autodenominada izquierda abertzale que, si la organizaci¨®n terrorista no asume sus obligaciones, esto es abandonar las armas, sea ella quien tome la iniciativa. "Y si hubiera choque", continuan, (...) la inmensa mayor¨ªa de los que han representado la militancia de ETA, de la Izquierda Abertzale y la inmensa mayor¨ªa de los presos se posicionar¨ªa por el cambio de ciclo y s¨®lo una minor¨ªa estar¨ªa tentada por continuar como hasta ahora".
Texto ¨ªntegro de la carta
Lucha armada, hablando claro
Hace cinco a?os muchos pens¨¢bamos que aquel proceso de paz que se iniciaba iba a ser ya el definitivo. Nos equivocamos al pensar que la actitud que algunos a¨²n manten¨ªan en cuanto a la lucha armada y la kale borroka no podr¨ªan impedirlo.
Esta vez no puede volver a ocurrir lo mismo. Por eso, ahora que por fin se plantea el debate sobre el cambio de ciclo y de estrategia, conviene recordar que durante el proceso de Loyola, tanto la mayor¨ªa de la base social de la Izquierda Abertzale, la mayor¨ªa de los presos y hasta la Mesa Nacional de Batasuna, estaban deseando que dicho proceso fuera irreversible. En realidad fueron s¨®lo unos pocos en ETA y otros pocos desde algunos aparatos de la Izquierda Aber-tzale quienes se empe?aron en seguir con la lucha armada.
Sin poner estas reflexiones encima de la mesa, no se entiende que ahora unos anden empe?ados en proponer un cambio de ciclo sabiendo, deseando y planteando en privado que esto s¨®lo ser¨¢ posible sin la lucha armada mientras que los otros siguen manteniendo que van a seguir practic¨¢ndola. Las dos posturas no s¨®lo son incompatibles sino que est¨¢n enfrentadas.
En la propuesta de debate se intuye lo que se quiere decir pero no se plantea claramente y el mensaje queda difuso dando pie a que algunos sigan planteando f¨®rmulas que hagan compatible abrir un nuevo proceso con el mantenimiento de la lucha armada. Y esto es imposible.
Hay que hablar claro. Cuando se habla de "cambio de ciclo y de estrategia" se quiere decir dejar de utilizar la lucha armada y abrir una etapa exclusivamente pol¨ªtica. Cuando se habla de "nuevos instrumentos pol¨ªticos" se est¨¢ queriendo decir que hay que dejar de utilizar el que ya no sirve: la lucha armada. Cuando se habla de "tomar decisiones de peso y con decisi¨®n" se est¨¢ tratando de decir que hay que tomar la decisi¨®n de terminar con la lucha armada. Cuando se est¨¢ proponiendo que "no hay otras garant¨ªas que la acumulaci¨®n de fuerzas, el cambio de la relaci¨®n de fuerzas y la construcci¨®n nacional" se est¨¢ planteando que ETA no tendr¨¢ ese papel de garante que hasta ahora se supon¨ªa.
Cuando se plantean los cuatro pasos a dar hay que decir que no son cuatro pasos sino cinco. Porque falta por mencionar el que se sobreentiende: el primero. Y que es precisamente el fin de la lucha armada el primer paso que hay que plantear, el tema central, la llave que hay que girar para abrir una nueva etapa y empezar a solucionar los problemas.
Por tanto, no se puede seguir planteando vaguedades como que el cambio de ciclo se har¨¢ sobre unas bases democr¨¢ticas previas o que para ello es necesario el compromiso previo de otros sectores pol¨ªticos. Lo previo, para que otros compartan compromisos a nivel pol¨ªtico, es la garant¨ªa del fin de la lucha armada. ?Por qu¨¦ no se plantea de una vez c¨®mo y cu¨¢ndo se va a cerrar el ciclo de la lucha armada y abrir una nueva etapa exclusivamente pol¨ªtica?
Pensamos que eso se tiene que hacer desde ya mismo, conscientes de que se ten¨ªa que haber hecho hace a?os y que dejarlo para m¨¢s tarde, a unos meses de las elecciones, sonar¨¢ a electoralismo y no tendr¨¢ credibilidad.
Lo deseable ser¨ªa que ETA decidiera el cierre de la lucha armada, entre otras muchas razones, tambi¨¦n porque en torno a la lucha armada se ha fomentado una cultura pol¨ªtica, una mentalidad y unas actitudes sectarias, cada d¨ªa m¨¢s alejadas de los valores fundacionales de la Izquierda Abertzale y que se hacen insoportables fuera de los ghettos de los "incondicionales".
El problema es que en ETA no ha habido continuidad en los puestos de responsabilidad como ocurr¨ªa en el IRA; donde la misma gente que comenz¨® a utilizar la lucha armada en los 60-70, con la experiencia que ten¨ªan, fueron los que decidieron y se comprometieron a terminar con la etapa militar y pasar a otra exclusivamente pol¨ªtica.
Si en lo que queda de ETA siguen como hasta ahora, es a la Izquierda Abertzale a quien corresponde plantearlo claramente, convenciendo a los que tengan que convencer o imponi¨¦ndose de facto. Una situaci¨®n posible y preferible a que otros sigan imponi¨¦ndose y acumulando m¨¢s frustraci¨®n porque si el tren por el cambio de ciclo se queda otra vez a medias, el otro, aunque renqueante, destartalado y sin llevar a ninguna parte, seguir¨¢ adelante y unos pocos volver¨¢n a imponer su criterio a todos los dem¨¢s.
Pero, dada la situaci¨®n y lo que se piensa tanto entre los presos como en general en la Izquierda Aber-tzale, si el tren por el cambio de ciclo sigue adelante con decisi¨®n y con la responsabilidad que le corresponde, el otro tren se apartar¨¢ y se sumar¨¢ como otro vag¨®n m¨¢s.
Y si hubiera choque, ocurrir¨ªa como en Irlanda: la inmensa mayor¨ªa de los que han representado la militancia de ETA, de la Izquierda Abertzale y la inmensa mayor¨ªa de los presos se posicionar¨ªa por el cambio de ciclo y s¨®lo una minor¨ªa estar¨ªa tentada por continuar como hasta ahora. Algo preferible en todo caso a que sea ¨¦sta minor¨ªa la que arrastre a todos los dem¨¢s.
Hay que decir tambi¨¦n, que si bien la decisi¨®n de lo que queda de ETA de dejar la actividad armada es necesaria, tampoco es suficiente a estas alturas para crear en la sociedad las condiciones, la credibilidad y la ilusi¨®n para afrontar una soluci¨®n acordada. Por tanto, es imprescindible hacer realidad una nueva alternativa de Izquierda Independentista amplia contando con los distintos sectores en los que hoy se siente representada su base social en AB, NaBai, Batasuna, Aralar, EA, ELA, LAB... Llam¨¢ndoles por su nombre, reconociendo y respetando las diferencias. Ya vale de hablar en abstracto de acumulaciones que no acumulan nada. A partir de ah¨ª, bastar¨ªa con que se juntaran de cada sensibilidad pol¨ªtica las personas adecuadas que crean en ello. El resto, volver a pasar meses de ch¨¢chara entre personas que piensan fundamentalmente lo mismo, es un lujo de aparateros, insoportable en estas circunstancias.
El siguiente paso ser¨ªa presentar ante la sociedad esa nueva alternativa pol¨ªtica, en la cual gente de peso de sensibilidades diferentes ofrecieran la garant¨ªa de que ¨¦sta vez s¨ª es irreversible. Plante¨¢ndolo as¨ª, s¨ª podr¨ªa ser cre¨ªble y definitivo.
En las c¨¢rceles son muchos los presos que piensan como nosotros; a pesar de que unos pocos transmitan otro discurso en los comunicados oficiales en nombre de todos los presos. No es normal que se abra el debate sobre el cambio de ciclo en la calle y que, una vez m¨¢s, no se cuente con la opini¨®n de los presos, como est¨¢ ocurriendo en estos momentos. Lo decimos asumiendo que es importante decirlo, porque la gente que lleva tantos a?os apoy¨¢ndonos y nuestras familias tienen derecho a saberlo. Y porque no tenemos dudas de que si hubiera habido la posibilidad de posicionarse entre los acuerdos de Loyola o romper aquel proceso, con los datos en la mano y no las versiones interesadas, estar¨ªamos ahora como en Irlanda en una etapa pol¨ªtica. Y esto no es politiqueo sino que es demasiado serio.
No representamos m¨¢s que a nosotros mismos y queremos hacer un llamamiento a esa mayor¨ªa amplia de la base social de la Izquierda Abertzale, a todos los que permanecen callados porque hasta ahora era dif¨ªcil mantener posturas cr¨ªticas, a que se pronuncien y planteen claramente lo que piensan para que no terminemos dejando a unos pocos que sigan pidiendo m¨¢s madera y calcinan-do el propio tren.
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