'Alakrana'
El caso Alakrana aparece rodeado de una variopinta galer¨ªa de personajes y opiniones, que irremediablemente siempre afloran cuando nos enfrentamos a un espinoso problema jur¨ªdico y a un verdadero dilema moral.
En primer lugar, se sit¨²an quienes aprovechan la ocasi¨®n para obtener alg¨²n r¨¦dito electoral, a base de concentrar sus esfuerzos en responsabilizar al Gobierno de Espa?a, sin perjuicio de criticar adem¨¢s, de paso, a la Fiscal¨ªa y a los jueces. Aqu¨ª brillan con luz propia el principal partido de la oposici¨®n y los medios de comunicaci¨®n afines a ¨¦l, que iniciaron el bochornoso e irresponsable espect¨¢culo. No obstante, ser¨ªa injusto no reconocer la honrosa excepci¨®n de sus l¨ªderes pol¨ªticos en las dos Comunidades que tienen marineros secuestrados, Pa¨ªs Vasco y Galicia. Comportamiento particularmente intachable ha sido el del presidente de la Xunta, quien desde el primer momento dio una lecci¨®n a la direcci¨®n nacional de su partido, oblig¨¢ndola incluso a rectificar. N¨²?ez Feijoo se puso a disposici¨®n del Gobierno de Espa?a y de los familiares de los secuestrados, entendiendo correctamente que las cr¨ªticas deben quedar aparcadas hasta que nuestros marineros sean liberados. Y es que, efectivamente, lo contrario no s¨®lo constituye una deslealtad inaceptable, sino que adem¨¢s refuerza la posici¨®n de los piratas.
A los ¨²nicos a los que no se les puede reprochar nada es a los familiares de las v¨ªctimas
A los ¨²nicos a los que no se les puede reprochar nada es a los familiares de las v¨ªctimas, puesto que se encuentran en una aut¨¦ntica situaci¨®n de inexigibilidad general, moral y jur¨ªdica: cualquier persona, colocada en las mismas circunstancias, habr¨ªa obrado del mismo modo. Es m¨¢s, hay que elogiar el ejemplar comportamiento que han mantenido despu¨¦s de las manifestaciones de Vigo y Bilbao y de la entrevista con el presidente del Gobierno, comprendiendo que para conseguir un desenlace feliz lo mejor es guardar silencio y apoyar a nuestras instituciones.
En un segundo grupo se incluyen aquellos que tratan de ofrecer una soluci¨®n jur¨ªdica al problema planteado con la detenci¨®n de los dos piratas. Estas opiniones deben ser en principio bienvenidas, salvo cuando se proponen soluciones que se presentan como sencillas, pero que, en realidad, son insostenibles, puesto que de este modo se contribuye tambi¨¦n a reforzar la posici¨®n de los piratas. As¨ª sucede cuando se afirma que los tribunales espa?oles no est¨¢n obligados a juzgar a los secuestradores, invocando la Convenci¨®n de la ONU sobre Derecho del Mar; frente a ello hay que oponer que, una vez que los secuestradores han sido ya puestos a disposici¨®n judicial, ninguna incidencia posee aqu¨ª dicha Convenci¨®n, y que los tribunales espa?oles son competentes con arreglo al principio de territorialidad de la ley penal: un buque mercante de pabell¨®n espa?ol es territorio espa?ol (s¨ª, como Vigo o Bilbao); ¨²nicamente si se encontrase en aguas territoriales extranjeras, quedar¨ªa sometido a la jurisdicci¨®n del Estado ribere?o en algunos supuestos, que, desde luego, no concurren en el caso del Alakrana. Tampoco puede aceptarse la propuesta de expulsar a los piratas en aplicaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa, puesto que, para que ello fuese factible, la pena solicitada para los encarcelados tendr¨ªa que ser en todo caso inferior a seis a?os, y aqu¨ª, al margen de otros posibles delitos, se imputan 36 delitos de secuestro agravado, castigados cada uno de ellos con un marco penal base de diez a?os y un d¨ªa a 15 a?os.
Finalmente, en un tercer grupo se halla la posici¨®n de quienes, sin saber qu¨¦ es el Derecho ni para qu¨¦ sirve, ignorando los conceptos m¨¢s elementales de una teor¨ªa de la justicia en el seno de un Estado de derecho y apoy¨¢ndose en unos presupuestos filos¨®ficos de progenie ontologista y/o pedestre (aquellos a los que Wittgenstein denomin¨® "sinsentidos"), sugieren la tesis de que hay una soluci¨®n inmediata "pol¨ªtica" y "justa" al margen del Derecho o con su aplicaci¨®n torticera. Estas opiniones son las m¨¢s nocivas: no solo para conseguir lo que todos deseamos en este momento (el regreso de nuestros marineros), sino para el futuro de la humanidad.
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