Excomuni¨®n y ley del aborto
Tras unos segundos de esc¨¢ndalo sin asombro al escuchar la amenaza de excomuni¨®n de la Conferencia Episcopal dirigida a los diputados que ratificasen la legislaci¨®n sobre el derecho al aborto, me sum¨ª en una reflexi¨®n m¨¢s paciente.
Sorprendentemente, encontr¨¦ cierta l¨®gica en la postura de los obispos. Si un diputado o un juez se ve obligado a elegir entre la Constituci¨®n aconfesional y el dogma de la Biblia o entre las leyes del Estado de derecho y las discriminatorias normas dictadas por el Vaticano, tendr¨¢ tambi¨¦n que escoger entre abandonar la Iglesia cat¨®lica o dimitir de su cargo. Lo contrario ser¨ªa mantener una contradicci¨®n hip¨®crita.
Por cierto, corre el rumor de que existe una "organizaci¨®n" privada cuya jerarqu¨ªa nunca es elegida democr¨¢ticamente, que niega la igualdad de derechos a las mujeres, que alienta la discriminaci¨®n por condici¨®n sexual, que han encubierto centenares de casos de pederastia, que fomentan su preferencia a la muerte por sida contra el uso del preservativo, que acepta la pena de muerte -aunque s¨®lo cuando sea necesaria- y que no s¨®lo es legal en Espa?a sino que, adem¨¢s, est¨¢ financiada por el Estado.
Lo dicho, debe de ser s¨®lo un rumor. De lo contrario ser¨ªa una tremenda contradicci¨®n.- Manuel Garc¨ªa Sierra. Sevilla.
Por fin he descubierto una manera sencilla de apostatar de la Iglesia cat¨®lica, y se lo debo agradecer al jesuita Juan A. Mart¨ªnez Camino, a quien deseo que su Dios le ilumine para seguir ense?ando el camino de la desa-fecci¨®n a los cat¨®licos que todav¨ªa alberguen alguna duda.
Como los ciudadanos que no estamos en el Parlamento no podemos ni promover ni votar esa propuesta de los socialistas de ampliaci¨®n del aborto, s¨®lo tenemos que manifestar que la apoyamos para caer irremisiblemente en la herej¨ªa y ser excomulgados de inmediato.
Por tanto, yo, que llevo un largo periodo intent¨¢ndolo sin resultado, manifiesto p¨²blicamente que doy mi apoyo a la ley de ampliaci¨®n del aborto y espero de la Iglesia cat¨®lica que cumpla con su amenaza y me expulse con cajas muy destempladas de su seno para siempre jam¨¢s.
Como tienen mi nombre al pie de esta carta y en su poder mi expediente, espero alborozado la tan esperada nueva.
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