Ra¨²l Castro mantiene viva la represi¨®n en Cuba
HRW pide m¨¢s presi¨®n internacional en favor de los disidentes
El traspaso de poderes de Fidel Castro a su hermano Ra¨²l, en julio de 2006, desat¨® en Cuba una esperanza de cambio, alentada por el propio r¨¦gimen. Tres a?os despu¨¦s, la realidad no puede ser m¨¢s sombr¨ªa: el aparato de represi¨®n castrista no s¨®lo no ha sido desarticulado, sino que funciona a todo vapor. As¨ª lo ha constatado Human Rights Watch (HRW), que ayer present¨® un amplio informe sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en la isla. Al menos 40 disidentes han sido encarcelados en esta etapa, en la que los arrestos arbitrarios, las farsas judiciales y los malos tratos siguen a la orden del d¨ªa. La organizaci¨®n exige una "presi¨®n efectiva" para forzar la liberaci¨®n de los presos pol¨ªticos y critica la estrategia de acercamiento al r¨¦gimen cubano impulsada por el Gobierno espa?ol.
La ONG critica al Gobierno espa?ol por su posici¨®n en la UE sobre la isla
Jos¨¦ Miguel Vivanco, director para las Am¨¦ricas de HRW, es contundente: "Durante estos tres a?os en el poder, Ra¨²l Castro ha sido tan brutal como su hermano". Las 123 p¨¢ginas del informe, titulado Un nuevo Castro, la misma Cuba, dan cuenta de un patr¨®n sistem¨¢tico de abusos no s¨®lo contra los opositores, sino contra cualquier cubano que pretenda ejercer los derechos m¨¢s elementales.
Para ello el r¨¦gimen recurre a una bater¨ªa de leyes y de figuras (desobediencia, insubordinaci¨®n, desacato) que penalizan cualquier forma de disenso. El Gobierno, constata HRW, siente especial predilecci¨®n por la "m¨¢s orwelliana" de estas medidas: la ley de peligrosidad, que permite castigar a los ciudadanos antes de que hayan cometido un delito, por el mero hecho de que resultan sospechosos. "Esta disposici¨®n es netamente pol¨ªtica y define como peligrosa cualquier conducta contraria a las normas socialistas", se?ala el informe. Esto incluye distribuir la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos, escribir art¨ªculos cr¨ªticos, estar desempleado (a los disidentes se les echa del trabajo y luego se les encarcela por no tener empleo) o buscarse alg¨²n ingreso al margen del Estado (el sueldo medio en Cuba no llega a los 15 euros al mes).
Human Rights Watch ha acreditado el encarcelamiento de 40 personas por "peligrosidad", pero asegura que hay muchos m¨¢s casos que no ha podido documentar. En prisi¨®n siguen tambi¨¦n 53 de los 75 disidentes (periodistas y activistas humanitarios) detenidos en la llamada Primavera Negra de 2003. Los presos de conciencia superan los 200. Entre los m¨¢s recientes est¨¢ el conocido m¨¦dico Darsi Ferrer, detenido en julio.
El organismo destaca las "condiciones inhumanas" de las c¨¢rceles cubanas, focos de hacinamiento, insalubridad, desnutrici¨®n y enfermedades. Pero adem¨¢s, los presos pol¨ªticos sufren malos tratos que "pueden alcanzar el nivel de torturas": palizas, reclusi¨®n en celdas de aislamiento, prohibici¨®n de visitas familiares o denegaci¨®n de tratamiento m¨¦dico. En tres casos, por lo menos, los prisioneros pol¨ªticos han sido confinados en celdas ocupadas por enfermos de tuberculosis.
Para elaborar el informe, los investigadores de HRW mantuvieron m¨¢s de 60 entrevistas clandestinas en Cuba (el Gobierno no autoriza las misiones de observaci¨®n internacional) y tambi¨¦n por v¨ªa telef¨®nica desde Nueva York. El trabajo se ha realizado en el ¨²ltimo a?o.
Adem¨¢s del encarcelamiento, el r¨¦gimen de Ra¨²l Castro recurre a lo que los disidentes llaman "represi¨®n de baja intensidad": desde multas a detenciones breves, actos de repudio (agresiones por parte de turbas) o amenazas tanto a los opositores como a sus familiares o vecinos, que convierten la vida cotidiana en un infierno de aislamiento y de temor.
Ante este panorama, HRW pide a la comunidad internacional que ejerza "una presi¨®n efectiva" que, actualmente, brilla por su ausencia. De entrada, recomienda a EE UU que levante un embargo comercial que ha resultado "contraproducente" y se ha convertido en el mejor pretexto del r¨¦gimen para reprimir a su poblaci¨®n. El varapalo se extiende a los Gobiernos latinoamericanos, cuyo silencio (cuando no el apoyo abierto, como en el caso de Venezuela, Bolivia o Ecuador) "perpet¨²a el clima de impunidad y represi¨®n".
El ministro espa?ol de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, es tambi¨¦n objeto de la cr¨ªtica de la organizaci¨®n humanitaria, por su pretensi¨®n de desmantelar la llamada Posici¨®n Com¨²n de la Uni¨®n Europea, que condiciona la cooperaci¨®n con Cuba al respeto a los derechos humanos. "Poner fin a la posici¨®n com¨²n de la UE equivaldr¨ªa a consentir la represi¨®n", asegura HRW. El informe insta a trazar una estrategia internacional coordinada para forzar la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos. Esa coalici¨®n multilateral deber¨ªa tomar en consideraci¨®n sanciones contra los dirigentes cubanos, como restricciones de visados o congelaci¨®n de sus cuentas bancarias en el exterior.
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