Debate sin sentido
Cuando se produjo la sustituci¨®n de Manuel Chaves por Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n en la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa se design¨® al mismo tiempo al candidato socialista para la pr¨®xima convocatoria electoral. La operaci¨®n no pod¨ªa tener otro sentido para el partido socialista que la de ir a las elecciones de 2012 en las mejores condiciones para continuar siendo el partido de gobierno en la comunidad. Y no pod¨ªa tener otro sentido para el nuevo presidente que la de disponer de una trayectoria en el ejercicio del cargo que fuera conocida y pudiera ser valorada por los ciudadanos en el momento en que tuvieran que acudir a las urnas.
El reto, tanto para el partido como para el nuevo candidato, era y sigue siendo el de mantener la confianza que los ciudadanos andaluces han expresado a los socialistas de manera muy mayoritaria y reiterada el las elecciones celebradas hasta la fecha. Es en la ciudadan¨ªa y en unas elecciones auton¨®micas en las que hay que buscar la fuente de legitimidad para poder gobernar no s¨®lo a la comunidad sino tambi¨¦n al partido. La victoria en las elecciones garantiza el poder en el interior del partido. La victoria en el interior del partido no garantiza la victoria electoral.
No hab¨ªa en el momento de la sucesi¨®n en la presidencia ni lo hay ahora ning¨²n problema de legitimidad en el interior del partido que obligue a la celebraci¨®n de un Congreso extraordinario, a fin despejar alg¨²n tipo de duda sobre la autoridad del candidato a la presidencia.
Convendr¨ªa recordar que el anterior presidente de la Junta de Andaluc¨ªa estuvo bastantes a?os sin ocupar la secretar¨ªa general, en la que figuraba Carlos Sanju¨¢n, y que ello no fue obst¨¢culo para que ganara las elecciones de 1990.
Y las aguas en el partido bajaban en aquellos a?os mucho m¨¢s revueltas de lo que bajan hoy. Fue la legitimidad que obtuvo Manuel Chaves como consecuencia del voto ciudadano la que lo convirti¨® en secretario general de una manera natural y por un tiempo prolongado que ha sido relativamente pac¨ªfico en el interior del partido.
No hay nada en este momento que indique que no se puede seguir en lo que queda de legislatura con Manuel Chaves en la secretar¨ªa general y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n en la presidencia de la Junta. Al contrario. Lo l¨®gico es que se siga as¨ª. En el caso de que el PSOE-A continuara siendo el partido mayoritario y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n fuera presidente, en el Congreso ordinario que se celebrar¨ªa inmediatamente despu¨¦s de las elecciones se convertir¨ªa en secretario general de manera pr¨¢cticamente autom¨¢tica. En el caso de que no fuera as¨ª, dejar¨ªa de ser presidente de la Junta de Andaluc¨ªa y no acceder¨ªa a la secretar¨ªa general.
Forzar ahora mismo un Congreso extraordinario supondr¨ªa violentar el orden natural que debe seguirse y en lugar de fortalecer al partido y al candidato para competir en las pr¨®ximas elecciones, los debilitar¨ªa a ambos. El actual presidente tiene que concentrarse en ganar las elecciones. Lo dem¨¢s vendr¨¢ por a?adidura. No es en el interior del partido donde tiene que buscar su legitimidad, sino en el ejercicio de la presidencia de tal manera que acabe siendo reconocida su trayectoria por el cuerpo electoral en el momento en que sea llamado a las urnas.
La convocatoria de un Congreso extraordinario no ser¨ªa una demostraci¨®n de fuerza sino de debilidad y distraer¨ªa, en consecuencia, al partido y al candidato de lo que tiene que ser en este momento su ¨²nica preocupaci¨®n: llegar a las pr¨®ximas elecciones en las mejores condiciones para ganarlas. El calendario electoral de 2010 y 2011 es lo suficientemente complicado como para que no se a?adan nuevas incertidumbres.
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