Arena de gladiadores y m¨¢rtires
Los arque¨®logos detectan presencia paleocristiana en el anfiteatro de C¨®rdoba
Hace 20 siglos, justo donde hoy se levanta el Rectorado de la Universidad de C¨®rdoba, en el antiguo edificio de la Facultad de Veterinaria, los cordobeses gustaban de salir de los muros de su ciudad para ver c¨®mo los hombres luchaban entre ellos con lanzas, redes o espadas; o contra fieras salvajes, adem¨¢s de presenciar todo tipo de ajusticiamientos. Ahora, los expertos creen que ese edificio, en uso entre los siglos I y IV, fue tambi¨¦n donde los primeros cristianos fueron martirizados hasta la muerte, como relatan los textos antiguos en el caso del patr¨®n de la ciudad, San Acisclo.
La importancia simb¨®lica del lugar para los paleocristianos explicar¨ªa la presencia de unas estructuras en forma de ¨¢bside que penetran desde la arena hasta el grader¨ªo y que arque¨®logos como Desiderio Vaquerizo, catedr¨¢tico de la Universidad de C¨®rdoba, identifican provisionalmente con capillas para el culto. Las primeras excavaciones del edificio datan de principios del siglo pasado, pero no fue hasta mediados de esta d¨¦cada cuando se identificaron con la colosal estructura dedicada a los espect¨¢culos sangrientos que en realidad es. Una elipse de piedra, construida a base de unos siete anillos conc¨¦ntricos mediante grandes sillares de piedra, atravesados por muros perpendiculares del mismo material que daban forma a casetones rellenados, posteriormente, con material de obra (restos de sillares y tierra) para servir de soporte a los enormes grader¨ªos.
Los investigadores creen que fue donde martirizaron a los primeros cristianos
Porque eran muchos miles los que acud¨ªan desde toda la provincia de la B¨¦tica hasta la colonia patricia que era C¨®rdoba, para ver estos espect¨¢culos. "Quer¨ªan sentir la emoci¨®n de la arena. Debieron venir algunos de los gladiadores m¨¢s famosos y muchos murieron, a juzgar por la veintena de epitafios recuperados en el entorno de la calle Antonio Maura", explica Vaquerizo. Los expertos creen que C¨®rdoba tambi¨¦n era sede de el ¨²nico ludus gladiatorius (escuela de gladiadores) de Hispania.
El gigante era el mayor anfiteatro de la Pen¨ªnsula, con un eje de 178 metros, una altura de entre 20 y 25 metros y un aforo calculado entre 30.000 y 50.000 espectadores, parejo al anfiteatro Flavio, el famoso Coliseo de Roma, algo posterior y de diferente tipolog¨ªa. No obstante, Juan Murillo, arque¨®logo de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), insiste en que hay que ser muy cautos con las cifras, pues se trabajan con hip¨®tesis derivadas de las catas arqueol¨®gicas de un espacio muy reducido del inmueble.
De todas maneras, lo cicl¨®peo de la apuesta se confirma con la presencia de una completa remodelaci¨®n urban¨ªstica de la C¨®rdoba extramuros, documentada por diversas estructuras, entre las que hay una gran avenida porticada de hasta 16 metros de ancho que comunicaba, al menos, dos puertas de la ciudad (las actuales de Gallegos y de Almod¨®var) con el coso. Las avenidas contaban con una completa red de alcantarillado que serv¨ªa para evacuar tanto las aguas del anfiteatro, como de las lujosas residencias que ocupaban ese suburbio. Una de estas avenidas apareci¨® en el subsuelo de la calle Secretario Carretero, junto al Rectorado.
La intenci¨®n de Ayuntamiento y la Universidad es crear, donde ha aparecido esa calle romana y en lo que queda del anfiteatro, un centro de interpretaci¨®n que divulgue la importancia del conjunto. Adem¨¢s, en octubre de 2010 se presentar¨¢ un completo monogr¨¢fico sobre el anfiteatro con motivo del congreso internacional que sobre suburbios romanos acoger¨¢ la ciudad.
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