"Esto est¨¢ muy negro, no salimos de aqu¨ª"
Espa?oles supervivientes del naufragio en el Mar Rojo relatan la tragedia
"El barco estaba totalmente tumbado. Se escor¨® de babor a estribor. El agua entr¨® r¨¢pidamente y cerr¨® dos puertas, nuestra ¨²nica v¨ªa de salida. En cuesti¨®n de segundos, a Israel y a m¨ª nos llegaba el agua al cuello. S¨®lo pod¨ªamos salir por dos ventanas. Nunca olvidar¨¦ su cara cuando me dijo: 'Esto est¨¢ muy negro, no salimos de aqu¨ª". Luis Mir¨®, valenciano, de 46 a?os, enfoc¨® con su linterna hacia una de las ventanas y tom¨® impulso para salir cuando la embarcaci¨®n estaba ya bajo el agua "al menos un metro". "No vi nada, fue la propia presi¨®n del agua la que me sac¨® de all¨ª", explica con el ¨¢nimo un poco m¨¢s sereno. Luis navegaba el mi¨¦rcoles pasado de madrugada junto a un grupo de 14 buceadores y una gu¨ªa espa?oles por aguas del Mar Rojo cuando su barco, el Coral Princess, de 28 metros de eslora y casco de acero, se hundi¨® a cinco kil¨®metros de la costa de la tur¨ªstica ciudad egipcia de Sharm el Sheij.
El valenciano se hizo un corte intentando escapar de una tumba de agua y tiene cinco puntos en el brazo, pero dos de sus compa?eros, la pareja valenciana formada por Israel P¨¦rez, quien le dirigi¨® las palabras de angustia, y Mar¨ªa Lourdes Gonz¨¢lez, de 33 a?os, desaparecieron con el barco. Las labores de rescate para localizarles, en las que participa un barco de la Marina egipcia, se reanudaron en la ma?ana de ayer y finalizaron sin ¨¦xito. Las posibilidades de hallarles con vida se desvanecen.
Finalizados en Sharm el Sheij los tr¨¢mites para ser repatriados, los supervivientes ten¨ªan previsto aterrizar a primera hora de esta madrugada en El Cairo, desde donde volar¨¢n a Espa?a hoy o ma?ana. Despu¨¦s de esperar varias horas a responsables de la Polic¨ªa y de la Fiscal¨ªa de Egipto, prestaron declaraci¨®n en el mismo hotel donde se hospedan para denunciar los hechos, en presencia de un alto funcionario del Ministerio egipcio de Turismo.
Mientras llega el reencuentro con sus familias, reconstruyen la tragedia y desmienten la versi¨®n de las autoridades egipcias, que se?ala el viento y el oleaje como causas del siniestro. Todos est¨¢n de acuerdo en que las condiciones del mar eran tranquilas. Alberto Alcal¨¢, de 42 a?os, que viajaba con su hija Sara, de 18, se?ala que cuando sali¨® a cubierta a ver lo que suced¨ªa "no hab¨ªa oleaje fuerte". Jorge S¨¢nchez, el cabeza de grupo, coincide con ¨¦l.
Lo que m¨¢s claro parecen tener todos es que ning¨²n miembro de la tripulaci¨®n les auxili¨®. "Los marineros estaban bloqueados por el p¨¢nico y no fueron capaces de hacer nada", asegura Mir¨®. "El capit¨¢n no dio ninguna voz de alarma cuando el barco empez¨® a escorarse", agrega Alberto Alcal¨¢. "Fuimos nosotros los que nos salvamos. El barco se escor¨® a la derecha y me despert¨¦", relata. "Sal¨ª a ver qu¨¦ pasaba, vi el mar tranquilo y no entend¨ª nada. S¨®lo tuve tiempo de agarrar a mi hija y salir de all¨ª. Cogimos una de las z¨®diac y un bote que Jorge consigui¨® soltar. Fue s¨®lo cuesti¨®n de 20 segundos que mi hija y yo salv¨¢ramos la vida. Veinte segundos".
Sin chalecos salvavidas y con una tripulaci¨®n y un capit¨¢n "sin pericia ni preparaci¨®n (tardaba hasta 40 minutos en atracar, maniobra que suele llevar no m¨¢s de cinco)", seg¨²n los supervivientes, la tragedia pudo haber sido mucho mayor.
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