La mujer de 'La bola de cristal'
La creadora del programa que fascin¨® a una generaci¨®n recibe un homenaje
"Te sientas enfrente y es como el cine, todo lo controla es un alucine, es como un ordenador personal, es La bola de cristal...". Detr¨¢s de esa letra convertida en himno generacional hay un gran programa de televisi¨®n (La bola de cristal), y detr¨¢s de ese gran nombre hay otro: Lolo Rico. Y, tras ¨¦ste, una grand¨ªsima mujer. La misma que un d¨ªa de 1984 vio a Alaska (Olvido Gara) por una calle del centro de Madrid, la sigui¨® hasta perderla en una bocacalle y lleg¨® a su casa dici¨¦ndole a sus hijos que hab¨ªa visto a la que podr¨ªa ser la presentadora de su programa: "No puede haber otra igual, es distinta de todas las chicas que yo he visto". La describi¨® y al d¨ªa siguiente estaba con sus hijos en la sala Rockola, donde acab¨® haciendo el casting de gran parte del equipo de su espacio televisivo: Pablo Carbonell, Pedro Reyes, Javier Gurruchaga... "Empec¨¦ a moverme por all¨ª como por mi casa, a descubrir cosas y gentes, me impregn¨¦ de la Movida, y por eso La bola fue lo que fue", cuenta con voz joven al otro lado del hilo telef¨®nico.
Un d¨ªa vio a Alaska y dijo a sus hijos: "No puede haber otra igual"
"Mi madre me sac¨® de Bellas Artes al saber que hab¨ªa modelos desnudos"
Lo ¨²ltimo que ha hecho es una videoteca para ni?os y j¨®venes
"La propuesta televisiva para la infancia es confusa, sin gracia"
Hoy, a sus 75 a?os, recibe un homenaje del Festival de Cine Internacional para la Infancia y la Juventud (FICI), que clausura su sexta edici¨®n dedicada a la infancia y que pretende trasladarle a esta dama cat¨®dica "el agradecimiento de los millones de espa?oles a los que consigui¨® sacar de la cama un s¨¢bado tras otro durante cuatro a?os seguidos [de 1984 a 1988], para ense?arles que la televisi¨®n pod¨ªa ser algo m¨¢s que una mera caja tonta y un programa para ni?os, y transformarse en un emblema generacional de una ¨¦poca de libertades".
Lolo, nacida en Madrid en 1935, llega hoy dispuesta a recoger su galard¨®n armada con "dos espl¨¦ndidas muletas". Viene desde San Sebasti¨¢n, adonde se desplaz¨® durante un tiempo por el nacimiento de un nieto y donde se ha ido quedando, por unas cosas y otras. Hace un par de a?os le atropell¨® un coche y a¨²n est¨¢ pendiente de operaciones.
Pero ni el tiempo ni las limitaciones motoras han podido con la hiperactividad de ¨¦sta, una de las primeras que dirigi¨® un programa de televisi¨®n en Espa?a. Una se?ora acostumbrada a que le prohibieran todo cuanto quer¨ªa hacer: "Me dediqu¨¦ a escribir cuentos infantiles porque ni mi madre ni mi marido habr¨ªan consentido que escribiera una novela. Si mi madre me sac¨® de Bellas Artes cuando se enter¨® de que a veces pint¨¢bamos modelos desnudos...", cuenta con la voz de quien nunca acepta un no injustificado por respuesta. "Eran tantas cosas las que cuestionaba con mi sola manera de vivir que el hecho de que no pudiera escribir una novela me parec¨ªa algo ¨ªnfimo al lado de lo que significaba para m¨ª poder escribir".
Se sac¨® la carrera de Periodismo, trabaj¨® fuera de casa siendo madre de siete hijos y esposa de un hombre bien posicionado, del que se separar¨ªa a?os m¨¢s tarde.
Lo ¨²ltimo que ha hecho es una videoteca para ni?os y j¨®venes para una Fundaci¨®n de Navarra. "Me he visto unas 600 pel¨ªculas en pocos meses y he tenido que hacer una selecci¨®n", cuenta. Las que no pueden faltar en cualquier videoteca infantil que se precie son: El mago de Oz; las dos pel¨ªculas de Kirikou de Michel Ocelot (Kirikou y la hechicera, y Kirikou y las bestias salvajes); Las cr¨®nicas de Narnia, basadas en una serie de libros infantiles escrita por C. S. Lewis; y, de lo ¨²ltimo, la ¨®pera de t¨ªteres de Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, que ya pudo verse en el Liceo. Palabra de Lolo Rico.
Entre sus proyectos de futuro est¨¢ ese que ha permanecido latente toda su vida: "Tengo la sensaci¨®n de tener una obra, pero no tengo mi obra", dice. En breve comenzar¨¢ a escribir ese libro, que no son ni sus memorias (ya escritas) ni nada parecido. "Es algo muy personal que siempre quise escribir", asegura sin que su voz suene a despedida.
Lolo Rico est¨¢ dispuesta a hacer muchas cosas y a hablar de muchas m¨¢s, con la autonom¨ªa y la libertad que ha caracterizado y, a veces, censurado su carrera: "No me canso de hablar de la violencia que hay en la televisi¨®n, pero la peor violencia que existe es la estupidez. Hacer ni?os est¨²pidos es imperdonable, no hay inter¨¦s por la infancia, la propuesta televisiva para ni?os es confusa, sin gracia, convencional, conservadora en el peor sentido, no es coherente y no tiene intenci¨®n. A los ni?os hay que ayudarles a crecer para que sean adultos cuanto antes, que es para lo que estamos aqu¨ª, no para que no tengan m¨¢s aliciente que hacer el imb¨¦cil". Lolo Rico dixit.
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