Giuliano Vassalli, partisano de la libertad y del progreso
El ambiente bien podemos imaginarlo con el recuerdo de la emoci¨®n de ver Roma citt¨¢ aperta de Roberto Rossellini, en los cines de arte y ensayo de nuestros primeros setenta, entre la tensi¨®n escenogr¨¢fica y los gritos contra la dictadura. Quiz¨¢ para los j¨®venes de hoy baste ver los Malditos bastardos de Tarantino. Y es que Giuliano Vassalli (1915-2009), hijo del catedr¨¢tico de Derecho Civil de La Sapienza que concluye sus estudios en 1936 y prepara su doctorado junto al genio jur¨ªdico del fascismo Arturo Rocco, se integra en la resistencia partisana a principios de oto?o de 1943. En enero del siguiente a?o, aprovecha su formaci¨®n germ¨¢nica y su buen porte y se reviste de un uniforme alem¨¢n y, con su pistola al cinto y la complicidad del m¨¦dico de la c¨¢rcel de Regina Coeli, da un golpe de mano y consigue la fuga de dos j¨®venes que entonces nadie conoc¨ªa, pero que luego dieron mucho que hablar: Sandro Pertini y Giuseppe Saragat.
El espectacular ¨¦xito de la acci¨®n lo paga tres meses m¨¢s tarde, cuando es atrapado por la Gestapo, sometido a atroces torturas y marcado para el fusilamiento en el lugar de la carnicer¨ªa que ser¨¢ conocida por el nombre de "las fosas ardeatinas". Pero una intervenci¨®n verdaderamente milagrosa de P¨ªo XII logra su puesta en libertad poco antes de que se consuma el crimen contra la humanidad que Priebke y otros cometieron a pocas horas de la entrada en Roma de las fuerzas norteamericanas en el mes de julio.
Tras la guerra, su vida acad¨¦mica y c¨ªvica se incorpora al paisaje cotidiano de la Rep¨²blica Italiana. Como penalista, su obra supera los l¨ªmites de los cinco vol¨²menes con las m¨¢s de 4.000 p¨¢ginas de sus Obras completas que la Editorial Giuffr¨¦ public¨® en 1997, a las que se da comienzo con una l¨²cida cr¨®nica del juicio de N¨²remberg. Despu¨¦s de las completas todav¨ªa nos present¨® un volumen sobre Derecho Penal Internacional y otro sobre la superaci¨®n del pasado en la Alemania 1945 y, tras la reunificaci¨®n de 1990, sobre los juicios de quienes disparaban a matar en el muro de Berl¨ªn, con el t¨ªtulo de La f¨®rmula de Radbruc. D¨ªas antes de fallecer -el 21 de octubre, a los 94 a?os-, enviaba a sus amigos su ¨²ltimo trabajo sobre los derechos fundamentales del acusado en los procesos de terrorismo.
Siempre ejerci¨® sus responsabilidades c¨ªvicas en las filas del socialismo italiano: concejal, diputado, senador, ministro de Justicia en tres ocasiones, magistrado del Tribunal Constitucional y presidente del mismo. Su inteligencia, su honestidad y su capacidad para alcanzar acuerdos le hicieron posible culminar una profunda reforma del proceso penal italiano y una no peque?a en lo civil.
Desde N¨²remberg ha representado a la ciencia jur¨ªdica italiana en sociedades cient¨ªficas internacionales. Se incorpora en 1946 al Comit¨¦ Penal y Penitenciario de la ONU; en 1949 funda junto a Filippo Gramatica y Marc Ancel la Sociedad Internacional de Defensa Social y participa en la direcci¨®n de la Asociaci¨®n Internacional de Derecho Penal, verdadera madre de la actual Corte Penal Internacional. Medalla Beccaria 2005, honoris causa por la Universidad de Bolonia en 2002 y por la Universidad de Castilla-La Mancha en el mismo a?o. Con este motivo nos visit¨® por ¨²ltima vez, completando con Sevilla su conocimiento de Espa?a, desde la Barcelona que tanto apreciaba y pasando por las dos Castillas y Extremadura. De nuestro pa¨ªs dijo que continuaba siendo un sue?o lejano y perdido al que se sent¨ªa vinculado adem¨¢s por la sangre derramada por su t¨ªo Mario en la Guerra Civil y por su amistad con Mariano Ruiz Funes, Luis Jim¨¦nez de As¨²a y Manuel L¨®pez Rey, y de los m¨¢s modernos Marino Barbero Santos, Agust¨ªn Fern¨¢ndez Albor y Fernando Ledesma. Los dos ex ministros de Justicia inauguraron el Edificio Melchor de Macanaz de la Facultad de Derecho de Albacete en 1988. ?Que la tierra le sea leve!
Luis Arroyo Zapatero es presidente de la Soci¨¦t¨¦ Internationale de Def¨¦nse Sociale.
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