La RTVV, una cuesti¨®n de fe

El nuevo director de RTVV, Jos¨¦ L¨®pez Jaraba, compareci¨® el martes pasado en las Cortes para presentar un plan de salvaci¨®n econ¨®mica y una propuesta de apertura informativa del ente. En punto al primer apartado resulta obvio que se produce porque el descomunal d¨¦ficit obliga y a la fuerza ahorcan. Sorprende, sin embargo, que algunas de las medidas que se prometen -reducci¨®n de jefes, contratos blindados, control del gasto entre otros controles y ahorros- sean una novedad, lo que asimismo explica el patio de monipodio en que ha venido a parar esa casa. Que le acompa?e, pues, la suerte y el coraje en ese arduo empe?o, m¨¢s propio de un zapador presto a dinamitar prebendas y taponar despilfarros, como sugiere la "econom¨ªa de guerra" que ha postulado.

Con todo, el objetivo realmente dif¨ªcil, hasta el l¨ªmite de lo imposible, es el otro, la llamada apertura informativa, lo que habr¨ªamos de interpretar, sin maximalismos, como la entronizaci¨®n del pluralismo pol¨ªtico y un criterio period¨ªstico cuanto menos decentemente imparcial y veraz a la hora de divulgar las noticias y contar lo que pasa en la vecindad valenciana ?Es eso lo que piensa y propende el citado responsable del medio? Pues en tal caso peca de iluso, nos toma por tontos del haba o ignora la historia reciente y precedente de ese tinglado audiovisual auton¨®mico, adem¨¢s de la descarada alergia democr¨¢tica que en lo tocante a la informaci¨®n -y no s¨®lo- padece el partido que le ha otorgado el cargo, decimos del PP.

No cabe aqu¨ª un resumen, ni siquiera sumario, de todo el incivismo y descaro que ha exhibido RTVV con respecto a sucesos y personajes ingratos al Gobierno. Tanto los sindicatos, como el Comit¨¦ de Redacci¨®n de Canal 9 los han venido denunciando puntualmente, y est¨¢ vivo todav¨ªa el escandaloso silencio acerca de las manifestaciones ciudadanas a prop¨®sito de la ense?anza p¨²blica, o la corrupci¨®n, o la manipulaci¨®n en curso sobre los incidentes judiciales que involucran al presidente Francisco Camps. El corolario de todo ello se condensa en un axioma: RTVV es un bot¨ªn para el PP. Y no s¨®lo eso, sino tambi¨¦n todos los canales de TV digital terrestre con que el Consell ha beneficiado a sus amigos, secuaces e Iglesia, tan triunfante e imperante por estos pagos.

Lo previsible es que la situaci¨®n empeore, por m¨¢s que el nuevo responsable del tinglado alegue ser titular de un mandato "¨¦tico" y "profesional" para enmendar el desm¨¢n televisivo. A nuestro entender, tanto por ¨¦tica como por profesionalidad, precisamente, esta es una tarea inaceptable sin los cambios legales previos que garanticen los consensos pol¨ªticos y la independencia imprescindible del medio. El PP nunca los ha querido, blindado como est¨¢ por su mayor¨ªa electoral, y menos todav¨ªa ahora, apremiado por la necesidad de controlar a la opini¨®n p¨²blica. El nuevo director, sin embargo, insta de sus cr¨ªticos un acto de fe en su gesti¨®n.

Cuentan las cr¨®nicas que en la sesi¨®n de Cortes que comentamos, nuestro personaje adopt¨® en ocasiones un tono desabrido para con sus interlocutores. Su predecesor, Pedro Garc¨ªa, en similar oportunidad los trat¨® con displicencia. Eso le pasa a la oposici¨®n por comparecer en foros que ¨²nicamente sirven para maquillar la penosa democracia que padecemos. ?O es que alguien puede creer despu¨¦s de tanto enga?o en la mejora de RTVV mientras gobierne esta derecha? Ni con la fe del carbonero.