La Generalitat multa a Martorell por hacer un aparcamiento en una zona de riadas del Anoia

La Agencia Catalana del Agua (ACA), el ente de la Generalitat que controla las cuencas h¨ªdricas, ha impuesto una multa de 30.000 euros (la m¨¢xima posible) al Ayuntamiento de Martorell (Baix Llobregat) por incumplir sus mandatos y construir un aparcamiento en una zona inundable, a orillas del r¨ªo Anoia. La sanci¨®n, que deber¨¢ ratificar el ente catal¨¢n tras estudiar las alegaciones del Consistorio, establece que las obras, realizadas sin el consentimiento de la Generalitat, son peligrosas para los habitantes de Martorell, puesto que el riesgo de inundaci¨®n de la zona es alto.

El Consistorio de Martorell, capitaneado por CiU, inici¨® las obras en octubre. Decidi¨® convertir parte de la orilla del r¨ªo Anoia, que rodea la localidad, en una v¨ªa de dos carriles coronada por un aparcamiento. Hasta el momento, el r¨ªo estaba bordeado por una pista de tierra en la que estaba prohibido aparcar. El camino cumpl¨ªa una funci¨®n ecol¨®gica clave: dar base al r¨ªo para evitar que su caudal se desbordase. Adem¨¢s, al ser la orilla de un r¨ªo, estaba catalogado como dominio p¨²blico hidr¨¢ulico, es decir, territorio controlado por la ACA, que deb¨ªa otorgar el permiso oficial para poder urbanizar.

La entidad ecologista Martorell Viu y el partido independentista CUP denunciaron al Consistorio ante la ACA. Ambas agrupaciones denunciaron las altas probabilidades de inundaciones de la nueva calle, situada bajo el puente de la antigua N-II. T¨¦cnicos del ente comprobaron que, sin su consentimiento, el Ayuntamiento hab¨ªa urbanizado la orilla izquierda, y conminaron al gobierno municipal a pedir permiso oficial para continuar las obras. El Consistorio no s¨®lo no obedeci¨® el mandato, sino que tambi¨¦n urbaniz¨® el margen izquierdo del r¨ªo.

El rifirrafe administrativo acab¨® en denuncia: en abril, la ACA denunci¨® a Martorell por incumplir sus requerimientos. El ente auton¨®mico consideraba que las obras no pod¨ªan ser legalizadas por encontrarse demasiado pr¨®ximas al r¨ªo, y exig¨ªa al Consistorio a volver la orilla a su condici¨®n original, a deshacer las obras por seguridad. El Ayuntamiento, que omiti¨® dar su versi¨®n hasta que la denuncia sea definitiva, se defendi¨®: argument¨® que sus trabajos cumpl¨ªan todos los requerimientos legales y que se encontraban en un territorio catalogado como urbano.

Pese a sus argumentos, la denuncia prosper¨®, y el tiempo acab¨® dando la raz¨®n a los que defend¨ªan la peligrosidad del aparcamiento. En octubre, unas precipitaciones que dejaron 50 litros por metro cuadrado en la zona incrementaron abruptamente el caudal del r¨ªo, habitualmente exiguo. El crecimiento de las aguas lleg¨® hasta el aparcamiento, que se aneg¨® completamente. La r¨¢pida intervenci¨®n de la Polic¨ªa Local, que retir¨® los veh¨ªculos aparcados, y el fin de las lluvias intensas, que s¨®lo duraron unas horas, evitaron una desgracia mayor.