Todav¨ªa punki, a su manera
Ramonc¨ªn se olvida de pol¨¦micas y ofrece un aceptable concierto
Ramonc¨ªn sigue siendo un punki. No hay que llevarse las manos a la cabeza: hay datos que sostienen esta afirmaci¨®n. Est¨¢ ese tema de servir de recurrente pimpampum a determinados sectores progres (el ¨²ltimo, su asuntillo con El Jueves) y llevarlo el hombre con serenidad... y un equipo de f¨¦rreos abogados. En el aspecto musical, su punkismo tambi¨¦n es reciente: publicar un vinilo en plena dictadura del mp3 pues tiene su valent¨ªa.
Lo que se escucha en esos surcos son canciones ajenas del rock espa?ol entre 1965 y 1975, temas perdidos en la memoria de los seguidores maduros e inexistentes para los j¨®venes, como Nadie te quiere ya, de Los Brincos; 98.6, de Los ?ngeles; o esa joya llamada Mi calle, de Lone Star. Arqueol¨®gica labor de Ramonc¨ªn que hay que aplaudir. ?M¨¢s movimientos a contracorriente de nuestro protagonista? Presentar el ¨¢lbum en concierto un lunes trist¨®n, y casi llenar la sala Joy Eslava.
El rockero casi llen¨® la sala Joy Eslava, donde present¨® su ¨²ltimo disco
Pero retrocedamos. Son las ocho de la tarde y quedan exactamente 60 minutos para que Jos¨¦ Ram¨®n Mart¨ªnez M¨¢rquez, Ramonc¨ªn, que cumplir¨¢ ma?ana 54 a?os, ocupe el escenario de la sala. Estamos en los camerinos del local. Los m¨²sicos charlan a la espera del jefe, que hace su entrada vestido (c¨®mo no) con una chupa de cuero a?os ochenta (o sea, la que est¨¢ de moda en 2009). Ramonc¨ªn lleva una mochila de adolescente y agarra con mimo un termo negro. Llega directamente de su casa madrile?a (tiene otra en un pueblo de ?vila), en la calle de Bordadores, a pocos metros de la sala. Empieza a contar su primera historia: "?Quieres saber lo que llevo en el termo? Pues unas hierbas que se llaman er¨ªsimo. Me las recomend¨® Alfredo Kraus, con el que di tres clases magistrales. Viene fenomenal para la voz". Las tres clases con el soberbio tenor dieron para mucho, como descubrir la t¨¦cnica de la m¨¢scara. "Se trata de expandir el cr¨¢neo para que la voz llegue a tonos inimaginables", informa Ram¨®n.
As¨ª es este hombre, campe¨®n en relatar historietas surrealistas. Qu¨¦ me dicen de ¨¦sta: "?Sabes lo que me echaba de joven para que me creciera la barba? Tocino y piedra p¨®mez. Y nada, que no crec¨ªa. Y, ahora, qui¨¦n demonios quiere la barba". Entre aventuras, Ramonc¨ªn se toma un respiro para ir al ba?o. Est¨¢ nervioso: "Antes de tocar me entra la meadilla del gladiador, o del torero. O sea, la meadilla del miedo. No echo ni una gota, pero tengo que ir. Y no es de pr¨®stata, ?eh?". El camerino del m¨²sico tiene sus normas: est¨¢ prohibido fumar y apenas se consume alcohol.
En lo del tabaco Ramonc¨ªn se muestra inflexible. En cuanto al alcohol, su ausencia se debe a la condici¨®n de deportistas de los m¨²sicos. Diez minutos antes del concierto llegan las cuatro coristas. Una de ellas es Ahinoa, de 30 a?os, la hija mayor (tiene cuatro) de Ramonc¨ªn. "Uy, mi padre no es nada autoritario. Yo soy m¨¢s de armas tomar que ¨¦l", bromea.
Ramonc¨ªn no ha querido tirar de nombre en su nueva aventura musical. Sobre el flamante vinilo que acaba de editar se lee The Cover Band, el nombre del grupo que ha elegido el madrile?o para interpretar estos temas a?ejos del rock espa?ol. "Llevaba d¨¢ndole vueltas a este proyecto a?os y por fin lo he conseguido. Se trata de homenajear a esas grandes bandas del rock espa?ol de los sesenta y los setenta", se?ala el m¨²sico.
Adem¨¢s de los citados se puede escuchar La moto (Los Bravos / Los Pasos), A dos ni?as (Juan y Junior), Soy as¨ª (Los Salvajes), la tremenda Get on your knees (Los Canarios) o No se puede ser vago (Micky y Los Tonys). Muchas de ellas las interpret¨® anoche en Joy Eslava.
La actuaci¨®n arranc¨® con una chuler¨ªa marca de la casa: "Esto que est¨¢is viendo es una cosa en peligro de extinci¨®n: un rockero espa?ol". V¨ªtores, sonrisas de medio lado y aplausos entre un p¨²blico donde era dif¨ªcil encontrar a un veintea?ero. All¨ª hab¨ªa sesentones acord¨¢ndose del D¨²o Din¨¢mico (alguien aseguraba que se cumpl¨ªan no s¨¦ cuantos a?os de algo relacionado con el d¨²o) y nost¨¢lgicos cuarentones del mejor disco de Ramonc¨ªn, Barriobajero.
Una irregular versi¨®n del imperial Get on your knees arranc¨® el espect¨¢culo. Recordatorio: ¨¦ste era el n¨²mero estrella de Los Canarios, acaso la mejor interpretaci¨®n de Teddy Bautista. Y ahora nos podr¨ªamos poner aqu¨ª a disertar sobre la SGAE y la relaci¨®n de amistad entre su presidente (Bautista) y uno de sus portavoces durante a?os (Ramonc¨ªn)... pero no lo vamos a hacer.
El sonido fue mejorando con el paso de los temas. A la altura de Como un susurro aquello ten¨ªa buena pinta. Fueron celebrad¨ªsimas las canciones del Ramonc¨ªn a?ejo (Canciones desnudas, Hola, mu?eca...) y las versiones cogieron un tono bastante aceptable (Soy as¨ª o La moto). Para el tramo final dej¨® Hormig¨®n, mujeres y alcohol y la inapelable Putney Bridge. Sobre las once, y despu¨¦s de dos horas, aquello ech¨® el cierre. Por una vez, Ramonc¨ªn no gener¨® ninguna pol¨¦mica. Se dedic¨® a lo mejor que sabe hacer: canciones.
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