Reivindicaciones agrarias y ecol¨®gicas

El campo anda revolucionado. Y con raz¨®n, ya que cada vez son m¨¢s los agricultores que han de abandonar sus tierras porque su cultivo ya no les da ni para malvivir. Y el asunto tiene mala soluci¨®n mientras el margen bruto que obtienen los que venden sus productos al consumidor sea entre dos y cinco veces el precio que se paga por los mismos al productor, el cual tiene muchos m¨¢s gastos y riesgos. Y el Gobierno no hace nada por remediarlo.

El sector agrario no puede estar regulado ¨²nicamente por la din¨¢mica del mercado; entre otras razones por su importancia ecol¨®gica. Los cultivos agr¨ªcolas, gracias a la funci¨®n clorof¨ªlica y la producci¨®n de biomasa, generan por unidad de superficie tres veces m¨¢s ox¨ªgeno que los bosques. La transpiraci¨®n que realizan las plantas es el sistema de depuraci¨®n de las aguas superficiales m¨¢s potente y eficaz que existe. Y los campos cultivados son el mejor cortafuegos para evitar la extensi¨®n de los incendios. De la agricultura de un pa¨ªs nos beneficiamos todos. Un gobierno progresista y con sensibilidad ecol¨®gica, como presume, no puede quedarse indiferente ante la desertizaci¨®n de nuestro campo.