Buenas noticias para Madrid
Que no todas van a ser malas o regulares. O cabreadas y polvorientas de zanjas, de calas, de fosos, de excavaciones y cableados, de agujeros y c¨¢rcavas y cascotes y escombros. El s¨¢bado 21 de noviembre de 2009 se produjo una excelente noticia para Madrid. De hecho, para celebrarlo, el d¨ªa amaneci¨® muy madrile?o: una ma?ana fresca de invierno pero luminosa de sol y de azul, reconfortante. En el Sal¨®n de Actos del Ateneo, en la calle del Prado, se presentaba la Plataforma Madrid, Ciudadan¨ªa y Patrimonio, una nueva asociaci¨®n cuyo objetivo es la defensa del patrimonio madrile?o. Que nadie se confunda: no hab¨ªa all¨ª (o apenas) responsables administrativos, ni representantes p¨²blicos, ni enviados oficiales. No.
Las m¨¢s modernas ciudades se distinguen por valorar y conservar su acervo cultural
Lo que hab¨ªa era un pu?ado de personas admirables: preocupadas por la p¨¦rdida, el deterioro e incluso la destrucci¨®n de la riqueza patrimonial; alarmadas por las presiones especulativas, inmobiliarias, administrativas; dispuestas a actuar contra la desidia, la arbitrariedad y los oscuros intereses que tantas veces las impulsan. Ciudadanos. Pertenecen en su mayor¨ªa a asociaciones ya creadas y activas, pero tambi¨¦n hab¨ªa quien se hab¨ªa acercado a t¨ªtulo individual, espont¨¢neos, vecinos, gente comprometida con lo mejor de nuestra ciudad y nuestra comunidad, gente de buen gusto que reacciona ante la agresi¨®n contra nuestros bienes, que no se limitan a lo monumental o lo econ¨®mico, sino a lo cultural, a lo emocional, a lo intangible: la casa del premio Nobel Vicente Aleixandre, por ejemplo, en la antigua calle de Velintonia, donde fueron famosas las reuniones del poeta con otros poetas e intelectuales del siglo XX, no tiene s¨®lo el valor de lo construido, sino que es la c¨¢scara de algo mucho m¨¢s valioso, como son la memoria del poeta, el alma y la m¨²sica de la poes¨ªa, la huella de la historia. Un ejemplo similar al de la c¨¢rcel de Carabanchel, que fue demolida con nocturnidad y alevos¨ªa a pesar de representar la monumentalidad de la memoria, de esa huella ineludible que queda en un lugar donde se ha producido tanto dolor. As¨ª lo record¨® Vicente Pat¨®n, presidente de la plataforma, insigne arquitecto, pieza clave en la protecci¨®n del paisaje urbano madrile?o. Pat¨®n insisti¨® en una idea fundamental: conservacionismo no es sin¨®nimo de conservadurismo. Muy al contrario, las m¨¢s modernas ciudades se distinguen por su actitud de valorar y conservar su acervo cultural, hist¨®rico, arquitect¨®nico, paisaj¨ªstico. Cont¨® c¨®mo esta sensibilidad conservacionista procede de la reacci¨®n que se vivi¨® en Francia tras la Revoluci¨®n, y relacion¨® la defensa del patrimonio con la de los derechos humanos, el derecho a la diferencia o la liberaci¨®n de las mujeres. Una sensibilidad ilustrada que, por desgracia, aqu¨ª lleg¨® tarde y, para cuando lleg¨®, se convirti¨® en nunca, como bien nos recuerda nuestra maltrecha memoria hist¨®rica.
Estaba acompa?ado y apoyado por otras personas importantes y de merecido respeto por su trabajo en defensa de nuestro propio acervo: Amparo Berlinches, premio Nacional de Arquitectura, miembro del Club de Debates Urbanos, compiladora y responsable del mayor cat¨¢logo digital de monumentos madrile?os (monumentamadrid.es), y Eduardo Alaminos, director del Museo Municipal de Arte Contempor¨¢neo, en la calle Conde Duque; y ?lvaro Bonet, estudiante de arquitectura en Viena e impulsor de la Asociaci¨®n de Amigos de la Cornisa-Vistillas; y Araceli Pereda, de Hispania Nostra; y Paco del Barrio, t¨¦cnico municipal y miembro de Agora, Agrupaci¨®n para el Di¨¢logo del Ateneo, algo as¨ª como un club de librepensadores; y Juan Garc¨ªa, de Ecologistas en Acci¨®n, en representaci¨®n de la Plataforma Salvemos la Casa de Campo; y estaba Igor Gonz¨¢lez, impulsor de la Plataforma Salvemos el Front¨®n Beti-Jai y responsable de blogs, webs y comunicaciones varias, es decir, ejemplo de buen hacer y de ciudadan¨ªa. Y estaban ?ngel P¨¦rez y Milagros, de IU, los ¨²nicos pol¨ªticos que se dejaron ver por all¨ª. Y alumnos de la Escuela de Cer¨¢mica, propiedad actual de la SGAE y pr¨¢cticamente cerrada a pesar de mantener acuerdos de formaci¨®n con entidades extranjeras. Y los defensores del Dolmen de Dal¨ª y de la Dehesa de la Villa y del Palacio de Boadilla del Monte, y los del Canal del Manzanares y Aranjuez y Chinch¨®n y el Parque del Oeste (por donde se ha pensado que pase la autov¨ªa de Majadahonda), y los del cine Canciller y otros cines y teatros. Y quiz¨¢s alguno m¨¢s que olvido.
Incluyo esta relaci¨®n para que podamos comprobar, con alegr¨ªa y cierta fe en el futuro, que no todo est¨¢ perdido si entran en acci¨®n, comunicaci¨®n y colaboraci¨®n personas como ¨¦stas. Ellos son motivo de esa alegr¨ªa porque van a trabajar, a¨²n m¨¢s, en el cuidado de nuestro legado, antiguo y moderno (la arquitectura que por pertenecer al siglo XX no est¨¢ protegida porque no es t¨¦cnicamente hist¨®rica: recordemos el doloroso ejemplo de La Pagoda), que es una forma de cuidar la ciudad y tambi¨¦n la democracia, los edificios y tambi¨¦n lo paisaj¨ªstico, lo ambiental, lo bot¨¢nico. Y est¨¢n dispuestos, como declaran en su Manifiesto (madridciudadaniaypatrimonio.org), a visibilizar, denunciar, potenciar, educar y servir. Qu¨¦ gran noticia. Debemos apoyarles y darles las gracias.
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