"El gran problema de Guinea es el miedo"
Hoy se celebran elecciones presidenciales en Guinea Ecuatorial, el ¨²nico pa¨ªs africano de habla hispana. Una vez m¨¢s, desde hace 30 a?os, la campa?a se ha desarrollado sin testigos ni periodistas internacionales. Y una vez m¨¢s, casi nadie en este pa¨ªs de unos 600.000 habitantes se sorprender¨¢ de que vuelva a ganar Teodoro Obiang, el militar que en 1979 derroc¨® a su t¨ªo Francisco Mac¨ªas. Tal vez uno de los que menos se sorprenda sea el principal candidato de la oposici¨®n, el secretario general de Convergencia para la Democracia Social (CPDS) y vicepresidente de la Internacional Socialista, Pl¨¢cido Mic¨®, quien se prest¨® a participar en los comicios, a sabiendas de que ser¨ªan "una farsa".
"Me he recorrido todo el pa¨ªs", comentaba el martes pasado en conversaci¨®n telef¨®nica, "pero no me han sacado en televisi¨®n ni un minuto. No ha habido durante la campa?a periodistas extranjeros; tan s¨®lo los de ?frica 24, un canal financiado por varios l¨ªderes africanos, entre ellos Teodoro Obiang. La televisi¨®n guineana s¨®lo ha reproducido im¨¢genes nuestras durante unas fracciones de segundo y sin dejar que se oyeran mis palabras, diciendo cosas que no ten¨ªan nada que ver con el contenido del mitin. Los camar¨®grafos han grabado hasta m¨¢s de 10 m¨ªtines, pero lo han hecho con fines represivos, para quedarse con las caras de quienes asist¨ªan. Y mientras tanto, nuestros militantes han sido intimidados y uno de ellos lleva detenido una semana".
El 16 de octubre, de forma sorpresiva, Teodoro Obiang convoc¨® elecciones presidenciales. Mic¨® viaj¨® a Espa?a cinco d¨ªas despu¨¦s para preparar la campa?a. Llam¨® a varias puertas en busca de apoyo, pero no disimul¨® su desaliento ante la indiferencia que despertaba la situaci¨®n de Guinea. Mic¨®, que estuvo preso 18 meses entre 2002 y 2003 acusado de orquestar un golpe, fue entrevistado por este peri¨®dico a finales de octubre en Madrid. Parte de la oposici¨®n a Obiang ha acusado a Mic¨® de otorgar legitimidad democr¨¢tica al r¨¦gimen de Obiang con su mera presencia en las elecciones. La gran inc¨®gnita entonces era saber por qu¨¦ se prestaba a la farsa que ¨¦l mismo denunciaba. "A quienes me hacen esta cr¨ªtica habr¨ªa que preguntarles qu¨¦ alternativas proponen. Si la alternativa es no participar, eso s¨ª que ser¨ªa legitimar la dictadura de Obiang; al mismo tiempo presentan conspiraciones golpistas en las que est¨¢n enfrascados durante 40 a?os y as¨ª dan la excusa a Obiang para que ¨¦l diga que lo ¨²nico que hace es responder a los intentos de agresi¨®n".
Sus razones para presentarse no terminan ah¨ª: "Hay pa¨ªses como China, Argelia o Cuba, donde los reg¨ªmenes no permiten la existencia de partidos, y no porque la oposici¨®n no participe se puede decir que esos reg¨ªmenes sean mejores. Nosotros al menos tenemos la posibilidad de organizarnos y de hacer llegar a la poblaci¨®n la ilusi¨®n de cambio. No podemos esperar que Obiang por inspiraci¨®n divina se convierta en un dem¨®crata".
A pesar de que Obiang permite a otros partidos presentarse a las elecciones, Mic¨® no duda en calificar el r¨¦gimen de dictadura. "No es normal que en el Parlamento de Guinea Ecuatorial haya 99 diputados del partido del Gobierno y s¨®lo uno de la oposici¨®n. No es normal que de los 35 ayuntamientos de Guinea, los 35 est¨¦n gobernados por el Partido Democr¨¢tico de Guinea Ecuatorial (PDGE)".
Mic¨®, de 46 a?os, estudi¨® Qu¨ªmica en la Universidad Complutense de Madrid. Vol¨® a Espa?a becado por el Gobierno espa?ol y permaneci¨® en Madrid entre 1981 y 1987. A su regreso a Guinea curs¨® Derecho por la Universidad a Distancia y en la actualidad prepara el doctorado. Est¨¢ casado y tiene cuatro hijos, dos de su actual pareja. A Mic¨® le gustar¨ªa que sus compatriotas superasen el miedo y la desidia. "Lo que no se puede hacer es decir que las cosas est¨¢n mal y quedarse con las manos cruzadas en su casa para no perder el empleo y pensar que por arte de magia van a venir otros a resolver los problemas".
Hace 13 a?os que Mic¨® empez¨® a perder la esperanza de encontrar apoyo en la comunidad internacional. Hasta 1996 Obiang era un dictador m¨¢s. Pero aquel a?o se descubrieron yacimientos de petr¨®leo y gas licuado y la relaci¨®n de Obiang con el mundo cambi¨®. Ahora Guinea Ecuatorial exporta 400.000 barriles de petr¨®leo diarios, lo que la sit¨²a s¨®lo por detr¨¢s de Angola y Nigeria en el ?frica subsahariana. Los yacimientos de gas empezaron a explotarse s¨®lo desde el a?o pasado, pero diversas proyecciones estiman que los ingresos por gas pueden sobrepasar a los del petr¨®leo.
Desde entonces, el poder de Obiang no ha hecho m¨¢s que agigantarse. "En 1992 [cuatro a?os antes del hallazgo energ¨¦tico] hab¨ªa 11 partidos en la oposici¨®n. Y Obiang fue desestabiliz¨¢ndolos a todos menos a nosotros. Obiang sabe cu¨¢ntos guineanos desde que tiene petr¨®leo han ido a mendigarle dinero, pero tambi¨¦n sabe que nuestros militantes no mendigan. Ha intentado acabar con nosotros no s¨®lo con la c¨¢rcel, sino ofreci¨¦ndonos la posibilidad de entrar en su Gobierno. Pero nosotros s¨®lo hemos aceptado hacerlo si se negocia un programa, no para que dos ministros de nuestra formaci¨®n participen tambi¨¦n del pastel de la corrupci¨®n".
Para Mic¨®, el principal problema del pa¨ªs es la falta de democracia. "As¨ª no se puede resolver ni la pobreza, ni la represi¨®n, ni la falta de independencia del poder judicial". Y con la carencia democr¨¢tica, el miedo. "Las dictaduras se sustentan no tanto en su poder¨ªo como en el miedo que la gente les tiene. Y ¨¦ste es el gran problema de Guinea. La gente tiene miedo". Pero ¨¦l asegura no tenerlo. "Yo no soy el prototipo de guineano. Para poder hablar como yo lo hago ahora he tenido que pasar mi calvario. He sido torturado, he estado preso? Hay mucha gente que con mucho menos renuncia a denunciar lo que ocurre en Guinea".
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