El grito de los m¨²sicos
La escena era cuanto menos ins¨®lita. Con pa?uelo negro en la cabeza y botas de plataformas a lo g¨®tico, Txus, bater¨ªa y l¨ªder del grupo de rock duro Mago de ?z, compart¨ªa ayer por la ma?ana escenario con el baladista pop David de Mar¨ªa. A su lado ten¨ªa a m¨²sicos tan dispares como Chenoa, Carmen Paris o Jos¨¦ Mar¨ªa Guzm¨¢n, de CRAG. Enfrente, representantes, productores, empleados de discogr¨¢ficas y de tiendas de discos, t¨¦cnicos de sonido e iluminaci¨®n... Y a pocos metros de all¨ª, en el despacho de Miguel Sebasti¨¢n, ministro de Industria, Turismo y Comercio, Loquillo y Luis Eduardo Aute pon¨ªan sobre la mesa el manifiesto La m¨²sica es cultura, la m¨²sica es empleo. Firmado por m¨¢s de 2.500 profesionales del sector y m¨²sicos de todos los estilos, el documento pide "responsabilidad" y "seguridad jur¨ªdica" para un sector que, adem¨¢s de hacer m¨²sica, mantiene a m¨¢s de 100.000 puestos de trabajo.
Tras la lectura del aplaudido manifiesto y el minuto de silencio por la "defunci¨®n de la m¨²sica", Antonio Guisasola, presidente de Promusicae (Asociaci¨®n de Productores de M¨²sica de Espa?a), informaba del transcurso de la reuni¨®n con el ministro, no sin gotas de escepticismo. "Dice que est¨¢n trabajando en ello", anunciaba. "El Gobierno tiene un examen antes de finales de a?o y estaremos vigilantes". Luis Eduardo Aute calificaba de "bueno" el encuentro y aseguraba que Sebasti¨¢n hab¨ªa "escuchado atentamente las medidas. Aunque hay prisa y ya vamos tarde".
El cantante Loquillo se mostraba m¨¢s directo. "Estoy hasta los cojones de que a los m¨²sicos se nos trate como maleantes, vividores o chorizos. Yo me gano la vida honradamente", dec¨ªa minutos despu¨¦s de la manifestaci¨®n. Y la cantante Carmen Paris no se mord¨ªa la lengua: "No se trata de criminalizar ni al usuario ni a los africanos del top manta", dec¨ªa, "sino a las compa?¨ªas telef¨®nicas que se enriquecen con anchos de banda cada vez m¨¢s grandes que s¨®lo valen para descargar m¨¢s m¨²sica sin pagar derechos de autor". Los m¨²sicos han hablado, el bal¨®n est¨¢ ahora en el tejado del Gobierno.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
