"Me gusta su picard¨ªa"

Gan¨® el Bal¨®n de Oro en 1957 y 1959, y en 1999 los ganadores del trofeo le votaron como al mejor de todos ellos. Pero Alfredo di St¨¦fano (Buenos Aires, 1926) siempre escamote¨® elogios. No le gusta agrandar su leyenda y, desde hace a?os, s¨®lo ensalza a sus propios mitos, todos futbolistas argentinos de las d¨¦cadas de 1930 y 1940. Cuando se enter¨® de que Messi hab¨ªa ganado el Bal¨®n de Oro reaccion¨® con frialdad. "Es un buen jugador", dijo, sentado en su mesa de la Asociaci¨®n de Veteranos del Madrid, que preside en el Bernab¨¦u. "No s¨¦ si es justo o no. ?Pero esto se lo dan a los que son buenos! Y ¨¦l es muy bueno. Ha hecho una gran campa?a con el Bar?a. Se lo merece".

"Es r¨¢pido y hace goles", se?ala Di St¨¦fano, enumerando las virtudes de Messi. "Es resolutivo porque frente al arco usa las dos piernas. Y tiene desborde. Lo he observado mucho. Lleva la pelota muy pegada al pie porque es capaz de ir dando toquecitos. Va con la izquierda: pic, pic, pic? Da muchos toquecitos mientras va en carrera. Eso lo han hecho muy pocos jugadores. Pero a m¨ª, lo que m¨¢s me gusta es su picard¨ªa. Marca la diferencia porque es muy vivo". El presidente honor¨ªfico del Madrid confiesa que ha buscado sus puntos d¨¦biles, "para saber c¨®mo pararlo". "Los t¨¦cnicos de los rivales del Bar?a deber¨ªan estudiarlo m¨¢s. Messi engancha para el medio. Para frenarlo hay que marcarlo con un lateral diestro. Le pones uno que corte con la derecha y ya no hace la diagonal. Eso hizo Arbeloa y lo oblig¨® a ir al otro costado. El a?o pasado lo control¨® Sergio Ramos".

"Dicen que Messi es un jugador de potrero. Yo digo: ??Todos son de potrero!", dice Di St¨¦fano, en referencia al car¨¢cter argentino del premiado. "Los futbolistas somos todos de familias humildes, o m¨¢s o menos. Crecemos jugando en los descampados, no en canchas de c¨¦sped. Aunque cada vez hay menos descampados. Ahora los jugadores salen de las provincias, de los pueblos, o de la periferia, porque en las ciudades no tienen d¨®nde jugar. Messi es de las afueras de Rosario. En Espa?a es igual. En el Madrid, los que suben al primer equipo son de la periferia del Madrid. Pero da lo mismo porque los venden a otros equipos".