Espa?a tumba la directiva sobre libre circulaci¨®n de pacientes

La directiva europea que buscaba consagrar la libre circulaci¨®n de pacientes europeos ha quedado bloqueada. Espa?a logr¨® ayer el apoyo de otros pa¨ªses para paralizar esta iniciativa sobre prestaciones sanitarias transfronterizas. Considera que pone en riesgo el sistema p¨²blico de salud. "No queremos que la prestaci¨®n sanitaria se trate como una mercanc¨ªa", argument¨® la ministra de Sanidad, Trinidad Jim¨¦nez. La directiva rechazada ayer en el consejo de Ministros de Sanidad de la UE propon¨ªa que cualquier ciudadano comunitario tuviera derecho a recibir asistencia m¨¦dica en cualquier Estado miembro y sin autorizaci¨®n previa de su pa¨ªs de origen o de residencia. La norma comunitaria ser¨ªa especialmente gravosa para Espa?a, un pa¨ªs donde hay muchos pensionistas de otros pa¨ªses de la Uni¨®n. La titular de Sanidad estim¨® que si ¨¦stos decid¨ªan ser atendidos fuera a costa de la Hacienda espa?ola el coste podr¨ªa ser de 2.000 millones de euros anuales.

"La propuesta favorec¨ªa el turismo sanitario", afirma un experto

Espa?a promover¨¢ otro texto durante la presidencia de turno de la UE

Pero la iniciativa, aprobada en julio de 2008 por la Comisi¨®n Europea -faltaba el visto bueno del Consejo de ministros que la rechaz¨® ayer y del Parlamento Europeo- ha quedado en nada. La oposici¨®n espa?ola obtuvo el respaldo de Portugal, Grecia, Polonia, Rumania, Eslovaquia y Lituania. Italia y Luxemburgo tampoco se mostraron satisfechos con la iniciativa comunitaria. Reino Unido, Francia y la presidencia sueca respaldaron la medida.

Reembolso

La propuesta de directiva, que refunde la doctrina desarrollada por el Tribunal de Justicia Europeo que clarifica los derechos sanitarios de los pacientes en otros Estados miembros, establece el derecho de reembolso de los gastos sanitarios por los tratamientos que reciban los europeos en centros p¨²blicos o privados en otros pa¨ªses. Adem¨¢s, establece que no es necesaria la autorizaci¨®n previa del pa¨ªs de residencia, que ser¨¢ quien sin embargo corra con los gastos de la prestaci¨®n. As¨ª, seg¨²n la directiva, un pensionista alem¨¢n o brit¨¢nico que viva en Espa?a, por ejemplo, podr¨ªa decidir que le practicasen una intervenci¨®n quir¨²rgica en un centro privado de otro pa¨ªs de la UE, sin autorizaci¨®n previa espa?ola, y que luego los costes que hubiera anticipado le fueran reembolsados por Espa?a. Medidas que no afectan a las situaciones de casos imprevistos o urgentes que tienen garantizada ahora su atenci¨®n en cualquier centro sanitario de la UE.

Para Trinidad Jim¨¦nez, la directiva "desde un punto de vista social no tiene sentido". "Rompe nuestro modelo sanitario de cohesi¨®n, justicia y solidaridad", asegur¨®. La directiva, seg¨²n precis¨® la ministra, conducir¨ªa a mantener un doble sistema: por una parte un sistema p¨²blico gratuito y universal para todo el mundo y por otra obligar¨ªa al Estado a reembolsar los gastos de los pacientes que, con una elevada capacidad de pago, hubieran decidido un tratamiento en un centro privado en el extranjero, sin autorizaci¨®n previa. Adem¨¢s, asegur¨® la ministra, la directiva "s¨®lo da satisfacci¨®n al 1% de ciudadanos europeos". Es decir, aquellos que pueden anticipar los gastos de una intervenci¨®n sanitaria.

Espa?a es un pa¨ªs muy atractivo para el llamado turismo sanitario. "Llegan numerosos pacientes a operarse o a hacerse intervenciones como ponerse un marcapasos, por ejemplo, algo que en Espa?a es r¨¢pido, f¨¢cil y se hace con una estupenda calidad", asegura Manuel de la Pe?a, presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social. Sin embargo, Francis Montan¨¦, presidente de la delegaci¨®n del Consejo Nacional de M¨¦dicos de Francia y experto en asistencia transfronteriza explica que esa movilidad que permite el turismo sanitario, ya existe gracias a la tarjeta sanitaria europea. "La nueva normativa lo que hac¨ªa era facilitar eso", dice.

Adem¨¢s, mientras que los ciudadanos comunitarios suelen utilizar la sanidad espa?ola, el caso contrario no es tan frecuente. "Se usa poco. Sobre todo por desconocimiento. Muchos no saben si han de pagar algo y luego recibir un reembolso, por ejemplo", cuenta De la Pe?a.

Ambos expertos coinciden en la necesidad de acordar un texto que facilite la movilidad de los pacientes. Una tarea a la que se enfrentar¨¢ Espa?a durante su presidencia de la UE, el primer semestre de 2010. Sin embargo, uno de los puntos pol¨¦micos para todos es la autorizaci¨®n previa de las prestaciones. Algo que, seg¨²n Montan¨¦, supone un freno para la movilidad, pero que Espa?a y el resto de opositores a la norma considera una de las l¨ªneas rojas de la medida. Otra es el hecho de que la propuesta permita utilizar indistintamente los centros p¨²blicos o privados. La prestaci¨®n debe practicarse en un centro p¨²blico "para asegurar su calidad", dice Jim¨¦nez. Y a?ade que no se puede aplicar la carga financiera al pa¨ªs de residencia en lugar de al lugar donde el paciente hubiera cotizado habitualmente.