Memorias
Paul Naschy escribi¨® un libro de memorias en el que se considera el mejor hombre lobo del cine espa?ol, lo que realmente fue. Pocos pudieron competir con su tes¨®n. Como es imaginable, Naschy considera las pel¨ªculas que hizo por encima de sus valores reales, si es que alguien sabe objetivamente d¨®nde est¨¢ el valor de cada pel¨ªcula. Se queja, sin embargo, de no haber sido suficientemente aplaudido en Espa?a aunque fuera en este pa¨ªs donde realiz¨® sus decenas de pel¨ªculas. Quiz¨¢s de lo que se lamenta realmente es de las pobres condiciones industriales de aquel cine espa?ol de los a?os setenta que ten¨ªa su destinatario b¨¢sico en los cines de barrio. ?D¨®nde si no iba a estrenarse, por ejemplo, Tarz¨¢n en las minas del rey Salom¨®n que Naschy protagoniz¨® junto a la famosa polaca-rusa Nadiuska y que tanto calambre dio a la libido de miles de espa?oles? No s¨®lo de licantrop¨ªa vivi¨® nuestro peculiar cineasta, a quien admiraron grup¨²sculos de especialistas del g¨¦nero, Tarantino entre ellos.
Viene a cuento el hablar aqu¨ª, ya que estamos con libros de memorias, de las reci¨¦n publicadas de Bruno Zanin, al que el lector quiz¨¢s recuerde por haber encarnado a aquel jovencito rubio que pierde el aliento entre las inmensas tetas de la estanquera de Amarcord.
No obstante, las memorias de Zanin no son sobre el cine aunque a ra¨ªz de la pel¨ªcula de Fellini llegara a intervenir en otras veinte m¨¢s. Que no se entere nadie cuenta su origen campesino y su iniciaci¨®n sexual en un internado religioso, donde fue pose¨ªdo a escondidas por un sacerdote, y de sus siguientes experiencias sexuales y vitales, casi todas turbulentas; habla, en definitiva, del esfuerzo por integrarse a la vida capeando las oscuras tribulaciones de la adolescencia, tanto de la suya propia como de todas aquellas que se desarrollan en el secretismo bajo la siniestra advertencia adulta de "que no se entere nadie". M¨¢s que de un libro de memorias, se trata de una novela en la que el autor desvela cierta forma de entender la vida en la Italia campesina de los pasados a?os cincuenta, de las instituciones legales, de la represi¨®n, de la moral... Elementos ¨¦stos que el cine no ha recogido a¨²n suficientemente. Bruno Zanin lo hace con desparpajo y sinceridad raros en los libros de memorias de gentes del cine.
Babelia
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