Obscenidades en el 112
Las operadoras del n¨²mero de emergencias reciben cada d¨ªa decenas de llamadas procaces - Una de cada cuatro comunicaciones no son sobre urgencias
Los hay habituales. Hombres que llaman hasta 100 veces en un solo turno. Si coge el tel¨¦fono un operador del 112, cuelgan. Esperan a que lo descuelgue una operadora. Y cuando oyen la voz femenina al otro lado de la l¨ªnea, se lanzan con insultos y amenazas soeces. "Te dicen verdaderas salvajadas. Y es todos, todos los d¨ªas", afirma Concha Palac¨ªn, operadora del tel¨¦fono de emergencias desde hace 12 a?os.
"En una llamada te insultan y la siguiente es un se?or que se est¨¢ muriendo. Est¨¢s mal, pero tienes que seguir haciendo tu trabajo", explica. El habitual m¨¢s famoso de la sala del 112 es un tal J. C. Todas las operadoras le conocen. Llama todos los d¨ªas y a todas las horas. "Nos preguntamos cu¨¢ndo duerme", ironiza Palac¨ªn. Lleva haciendo eso cinco o seis a?os. Tiene sus d¨ªas buenos. "A veces te dice 'A ver cu¨¢ndo quedamos, guapa' o 'vienes a casa, te invito a una copita y a ver qu¨¦ pasa', pero otros d¨ªas...".
El servicio ha sancionado a una operadora por contestar mal
Porque tambi¨¦n tiene d¨ªas malos. Muchos. Marian de la Cruz, supervisora y presidenta del comit¨¦ de empresa, tambi¨¦n conoce a J. C.: "Cuando est¨¢ violento te llama 'hija de puta' en cuanto coges el tel¨¦fono". Ese hombre, que quiz¨¢ padece un trastorno psiqui¨¢trico, o quiz¨¢ no, est¨¢ ocupando una l¨ªnea de emergencias. Otra persona podr¨ªa estar esperando. Por eso los operadores aseguran que llevan a?os denunciando la situaci¨®n. "Hemos luchado durante mucho tiempo para que hagan algo. Que les pongan una multa, que les inhabiliten el tel¨¦fono, lo que sea", insiste Palac¨ªn. Porque en algunos casos saben perfectamente qui¨¦nes son. N¨²mero de tel¨¦fono, zona desde la que llaman con su m¨®vil, y a veces nombre y direcci¨®n.
"Cuando hemos planteado la situaci¨®n, los jefes contestan que son enfermos psiqui¨¢tricos y que hay que atenderlos porque un d¨ªa pueden tener una emergencia de verdad", explica De la Cruz. As¨ª que hay que aguantarlos. "Hay otros muchos que no son habituales y que llaman para decir obscenidades por la noche porque saben que el tel¨¦fono es gratuito", a?ade. "Oyes c¨®mo se masturban contigo", dice Palac¨ªn con un deje de asco en la voz. Tambi¨¦n est¨¢n los que insultan a los hombres. "Pero en el caso de las mujeres es peor, porque siempre va por derroteros sexuales", dice otro operador, Juan Cabrejas.
Una de cada cuatro llamadas al 112 no es una emergencia. Son las comunicaciones "no procedentes". Desde coches en segunda fila hasta vecinos ruidosos, pasando por bromistas, perturbados y acosadores. "Recibimos 17.000 llamadas todos los d¨ªas", explica el gerente del 112, Eduardo San Rom¨¢n. "No podemos dejar de responder ninguna, porque detr¨¢s puede haber una emergencia". Los operadores del 112 "reciben formaci¨®n para saber contestar y saber discriminar si se trata de una emergencia o no", a?ade. El gerente admite que hasta ahora no se ha tomado ninguna medida contra los habituales. El C¨®digo Penal no tipifica estas conductas. "S¨®lo los avisos de bomba y las amenazas de muerte", precisa.
Las quejas de los operadores por las llamadas insultantes se han recrudecido a ra¨ªz de un expediente sancionador a una operadora, Pilar Leal, por "un trato incorrecto" a una persona que llamaba. La frase que lo motiv¨®, pronunciada a las 5.33 de la madrugada, es ¨¦sta: "No me joda usted a m¨ª". Era una emergencia real. "El hombre estaba tan nervioso que no acertaba a decir su situaci¨®n. La frase no era agresiva, sino de empat¨ªa, para que dijera d¨®nde estaba", explica Leal.
"No lo podemos permitir", afirma el gerente. "Nuestros operadores son trabajadores p¨²blicos". El expediente ha encendido la llama. "No puede ser que nosotros aguantemos lo que aguantamos y no se haga nada, y una frase as¨ª merezca una falta grave", se queja De la Cruz. El gerente responde que ha pedido "a los servicios jur¨ªdicos que estudien qu¨¦ se puede hacer". Pero mientras J. C. sigue llamando. Cada d¨ªa.
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