El triple 'bogey' de Tiger Woods
Sus ¨²ltimas conquistas, dos camareras y una relaciones p¨²blicas, le costar¨¢n un divorcio multimillonario
Se acab¨® la imagen angelical. Se termin¨® la luna de miel con la prensa. Su vida ya est¨¢ te?ida de una mezcla de amarillo sensacionalista y verde color del dinero. No una, ni dos. Ya son tres las mujeres a las que se atribuye haber mantenido relaciones sexuales con el todav¨ªa casado Tiger Woods. Una de ellas relata para la revista US Weekly su aventura con el astro del golf durante m¨¢s de dos a?os. Se llama Jaimee Grubbs, tiene 24 a?os y era camarera en Las Vegas. Dice tener m¨¢s de 300 mensajes de texto que prueban su relaci¨®n.
Otras dos mujeres acaparan portadas y p¨¢ginas webs con frases tan hirientes sobre una de ellas como un pie de foto que dice: "?Se lo ha jugado Tiger todo por esto?". "Esto" es una p¨¦sima instant¨¢nea de Kalika Moquin, una morena de ojos azules, captada a plena luz del d¨ªa, sin maquillaje ni focos favorecedores, mientras fumaba, hablaba por el m¨®vil y andaba por la calle. Moquin tambi¨¦n trabaja en Las Vegas. En este caso es ejecutiva de un reputado club nocturno de la ciudad del juego. Hasta ahora, Moquin, de 27 a?os, no ha confirmado, ni negado, el asunto. "No es apropiado que haga comentarios en uno u otro sentido", ha dicho Moquin a la revista Life & Style. "En este momento, lo ¨²nico que me preocupa es centrarme en mi trabajo".
Las revelaciones sobre su vida privada acaban con su imagen angelical
La tercera mujer relacionada con la doble vida que parec¨ªa llevar Tiger Woods es Rachel Uchitel, de 34 a?os, relaciones p¨²blicas de la vida social neoyorquina y que, de momento, guarda silencio. Desde el principio, Uchitel neg¨® estar involucrada sexualmente con Woods. Asegura que s¨®lo le ha tratado en dos ocasiones y ambas de manera profesional. El pasado jueves, Uchitel estuvo a punto de romper su silencio y convoc¨® una rueda de prensa que cancel¨® s¨®lo unos minutos antes de que comenzara.
El aire de inviolable misterio que envolv¨ªa a Tiger Woods y su familia se ha contaminado. Todo ha saltado en pedazos despu¨¦s de que la semana pasada, la madrugada despu¨¦s de la cena de Acci¨®n de Gracias, el deportista con la mayor fortuna del planeta -m¨¢s de mil millones de d¨®lares- se estrellase con su todoterreno negro contra una boca de riego, primero, y un ¨¢rbol, despu¨¦s, a pocos metros de su mansi¨®n en Florida.
Un simple accidente que en principio hizo que todos los canales informativos estuvieran durante horas alertas sobre el estado de salud del deportista. Nada hizo suponer entonces que Woods escond¨ªa un lado oscuro en su buena estrella.
Seg¨²n han pasado los d¨ªas, el vodevil no ha dejado de crecer, en parte por el silencio mantenido por Woods, en parte porque cuando habl¨®, a trav¨¦s de un comunicado en su web, pidi¨® disculpas a su familia, mencion¨® "pecados" que no detall¨® y reconoci¨® "no ser perfecto".
El accidente parece que fue la involuntaria puesta en escena con la que concluy¨® una pelea entre el matrimonio formado por Woods y Elin Nordegren, de 29 a?os. La pareja habr¨ªa discutido por la supuesta infidelidad de Tiger con alguna de estas mujeres. Dos d¨ªas antes del suceso, el National Enquirer avanzaba la relaci¨®n de Woods con Uchitel. La web TMZ fue la primera en asegurar que Elin inici¨® una bronca terrible con su marido, que perdi¨® el control del coche, que circulaba a baja velocidad.
El final de esta historia se escribir¨¢ con muchos ceros. Los millones que el jugador, seg¨²n un acuerdo prematrimonial de la pareja -casada en 2004 y con dos hijos-, debe pagar a Elin Nordegren. Se habla de muchos millones de d¨®lares.
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