La Iglesia pierde un banco
CajaSur irrit¨® al Banco de Espa?a. Hizo demasiados negocios con promotores bajo sospecha
En la banca, las amenazas se cuecen en privado, as¨ª que el intento por evitar un esc¨¢ndalo con una entidad gobernada por la Iglesia ha estado a punto de desmoronarse hace unos d¨ªas. No es el Banco de Espa?a una instituci¨®n proclive a dar pu?etazos en la mesa, pero si los principales gestores de CajaSur son cl¨¦rigos y si esta caja lleva a?os acumulando sanciones e irregularidades, se entiende el conflicto. CajaSur tens¨® demasiado la cuerda la pasada semana cuando anunci¨® su intenci¨®n de no aceptar una fusi¨®n con Unicaja. Una auditora independiente hab¨ªa llegado a la conclusi¨®n de que, para que fuera viable dicha fusi¨®n, era necesario reducir la plantilla de CajaSur en 1.200 trabajadores, casi el 40% del total. Fue entonces cuando el Banco de Espa?a amenaz¨® con intervenir y poner el banco a subasta. Y para que no hubiera dudas puso un plazo: el 1 de diciembre. Apenas una semana. No era el lenguaje habitual del banco central.
"CajaSur funcion¨® a base de sociedades participadas donde unos especulaban y el banco pon¨ªa el dinero"
CajaSur colm¨® la paciencia del Banco de Espa?a. Si las p¨¦rdidas previstas para 2009 superar¨¢n los 800 millones de euros, si los t¨¦cnicos del Banco de Espa?a sab¨ªan desde hace dos a?os que CajaSur era inviable, si seg¨²n fuentes consultadas ten¨ªa que haber sido intervenida antes que Caja Castilla La Mancha, ?c¨®mo era posible que sus actuales gestores no aceptaran una rendici¨®n sin condiciones y aprovecharan esa salida airosa que resultaba ser una fusi¨®n con Unicaja? Con la Iglesia hab¨ªa topado el Banco de Espa?a: la resistencia de CajaSur tiene mucho que ver con el n¨²mero de personas con sotana que se sienta en su consejo y su particular forma de entender el negocio bancario.
La resistencia de CajaSur tiene su miga. Han sido seis a?os de lucha por evitar estar dentro del sistema, por ser una caja m¨¢s sometida a la disciplina de su correspondiente comunidad aut¨®noma, en este caso la Junta de Andaluc¨ªa. CajaSur hab¨ªa conseguido una excepci¨®n a la norma ya en tiempos del Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez para ratificar su "singularidad" en los ¨²ltimos meses del Gobierno Aznar. Fueron tiempos pol¨¦micos. Pero nadie pudo con Miguel Castillejo, por entonces su presidente, todopoderoso se?or de CajaSur durante casi 30 a?os, conocido tambi¨¦n como el cura banquero.
En aquellos meses intempestivos, Castillejo hab¨ªa logrado salvar a CajaSur de varias amenazas. Y, de paso, salvar tambi¨¦n su presidencia y una pensi¨®n vitalicia de casi 250.000 euros anuales que disfrutar¨ªa ¨¦l y sus cuatro hermanas hasta el fallecimiento del ¨²ltimo miembro de la familia. La Junta de Andaluc¨ªa no fue su mayor enemigo: tambi¨¦n intent¨® levantarle el sill¨®n el obispo de C¨®rdoba. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n hab¨ªa iniciado por entonces una investigaci¨®n, de la que nunca m¨¢s se supo: el fiscal jefe, Carlos Jim¨¦nez Villarejo, fue sustituido por Antonio Salinas. Casualidades. Tambi¨¦n perdi¨® su puesto el obispo de C¨®rdoba, Javier Mart¨ªnez, que fue trasladado a Granada. Aquel obispo, un hombre de opiniones ultraconservadoras, lleg¨® a protagonizar un insospechado cruce de misivas, declaraciones y cartas pastorales con Castillejo. Pocas veces se hab¨ªa visto a dos religiosos zarande¨¢ndose dial¨¦cticamente en p¨²blico. De hecho, un ex alto cargo de la Junta de Andaluc¨ªa recuerda c¨®mo monse?or Mart¨ªnez solicitaba encarecidamente a los pol¨ªticos socialistas que destituyeran a Castillejo, a lo cual alguno le contest¨® sorprendido: "?Pero no es usted su obispo?, ?no es usted su superior jer¨¢rquico? ?Pues c¨¦selo usted!". "Castillejo y Mart¨ªnez fueron llamados por el Vaticano", recuerda dicha fuente. "Viajaron a Roma. A su regreso, perdi¨® su puesto el obispo".
Castillejo ha sido un personaje irrepetible. Ni siquiera sus enemigos le niegan su astucia. "A pesar de ser religioso, ten¨ªa un alto conocimiento de las flaquezas de la condici¨®n humana", sostiene un consejero de CajaSur. Formalmente, Castillejo era el can¨®nigo penitenciario de la catedral de C¨®rdoba ("no entiendo mucho de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica", dice un alto cargo socialista, "pero ese era el cargo reservado para perdonar los pecados m¨¢s graves"), puesto que le sirvi¨® en 1973 para dar el salto al Consejo de Administraci¨®n del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de C¨®rdoba y a su presidencia en 1976, entidad que al fusionarse con la caja provincial (1995) form¨® CajaSur, de la que fue su primer presidente. Sin experiencia conocida en el mundo econ¨®mico, Castillejo ejerci¨® su poder de forma autoritaria. "Con el tiempo, demostr¨® saber comportarse como un banquero, al menos con la dureza de un banquero".
Megal¨®mano, d¨¦spota, Castillejo mandaba en C¨®rdoba a trav¨¦s de su banco. Le gustaba el lujo, se desplazaba con ch¨®fer y escolta, le apodaban Don Langostino por su pasi¨®n por el marisco y sumaba t¨ªtulos, condecoraciones y alg¨²n doctorado honoris causa. No tuvo reparos en ordenar levantar un busto suyo frente a la oficina central. Dicen que en la galer¨ªa de obispos de C¨®rdoba hay un retrato suyo, "y nunca fue obispo". Llevaba el banco de forma muy personal "y se desayunaba un director general cada ma?ana".
Pero ?c¨®mo se gestionaba el banco? Eso era otra cosa. Castillejo utilizaba la Obra Social para darle visibilidad a su gesti¨®n. CajaSur monopolizaba buena parte de los actos culturales que se celebraban en C¨®rdoba. Luego estaban iniciativas con un marcado car¨¢cter social, en barriadas deprimidas, en peque?as poblaciones. Su coexistencia con alcaldes comunistas en C¨®rdoba fue pac¨ªfica, tanto en la ¨¦poca de Julio Anguita como durante el mandato de Rosa Aguilar. Esta omnipresencia benefactora consolid¨® la imagen de la caja en toda la provincia, labr¨¢ndose una clientela muy fiel, que ha continuado apegada a la instituci¨®n a pesar de los avatares de los ¨²ltimos tiempos: a diferencia de lo sucedido con CCM, en CajaSur no ha habido fuga de ahorradores.
CajaSur ten¨ªa, adem¨¢s, una curiosa pol¨ªtica de personal. Promov¨ªa la contrataci¨®n de familiares. Y las gratificaciones. Como colof¨®n, contaba con un comit¨¦ de empresa monopolizado (70% de afiliados) por un sindicato tan particular como Aspromonte, que siempre sale en defensa de la empresa.
Pero otro asunto era la gesti¨®n propiamente bancaria. CajaSur creci¨® durante los primeros a?os de la fusi¨®n. "En lugar de cerrar las sucursales menos rentables", sostiene un miembro de la asamblea de la caja, "mantuvo toda la red. Se dio el caso de tres oficinas en la misma avenida de C¨®rdoba". Tambi¨¦n crec¨ªa el n¨²mero de altos cargos, los que luego se desayunaba Castillejo como dicta la leyenda urbana: ahora que se va a fusionar con Unicaja, las comparaciones salen a la luz: 41 directores generales, 15 de ellos nombrados en el ¨²ltimo a?o y medio, cuando en Unicaja no pasan de 15.
CajaSur cre¨® una corporaci¨®n industrial m¨¢s aparente que real, "porque las empresas fuertes de C¨®rdoba no estaban en CajaSur. Observemos la penetraci¨®n de la Caja de Barcelona en la industria cordobesa", apunta un consejero. En realidad, la corporaci¨®n invert¨ªa en empresas... inmobiliarias: ah¨ª centr¨® la base del negocio. Y el ladrillo fue el principio del fin. "Hizo negocios con los peores promotores inmobiliarios", sostiene un experto relacionado con la banca, "y lo ha hecho a base de sociedades participadas, donde unos especulaban y el banco se dedicaba a poner el dinero. Sus mejores clientes eran empresarios imputados en operaciones sospechosas, incluso despu¨¦s de haber salido estas operaciones a la luz, caso de la Malaya. Y ha trabajado incluso con el financiero March Rich, con quien nadie quiere tratos en la banca responsable".
Un informe reservado confirma este ¨²ltimo aspecto, tras una inspecci¨®n del Banco de Espa?a a tenor de una irregularidad con una "empresa controlada por March Rich Wang, persona con imputaciones por presuntos delitos de evasi¨®n fiscal y blanqueo de capitales a nivel internacional".
CajaSur se extendi¨® por la Costa del Sol, justo en las localidades donde han surgido operaciones policiales, Marbella, Manilva, Estepona, Benahav¨ªs, pero tambi¨¦n por Sevilla y Madrid, all¨¢ donde se coc¨ªan recalificaciones. Comenzaron a sucederse las sanciones del Banco de Espa?a, las inspecciones... y nuevos requerimientos de informaci¨®n por parte de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.
Una inspecci¨®n detalla numerosas irregularidades, con altos cargos de CajaSur implicados. La inspecci¨®n es refrendada por un informe interno de la intervenci¨®n general de la propia entidad. Se detectan empresas "con domicilio coincidente con el de un director de zona", un total de 40.858.058,06 euros "pagados en comisiones", "pagadas a terceros sin justificaci¨®n aportada del precio ni del servicio prestado".
Los informes detallan otros aspectos poco elogiosos: "Insuficiencia de informaci¨®n relevante para la correcta toma de decisiones en la mayor¨ªa de las operaciones analizadas", "ausencia significativa de informaci¨®n en la divisi¨®n corporativa sobre buena parte de las operaciones y sociedades participadas analizadas", "relaciones contractuales y pagos realizados a sociedades relacionadas con el caso Malaya y susceptibles de ser calificadas como sospechosas, a efectos de prevenci¨®n del blanqueo de capitales, no comunicadas a los ¨®rganos de gobierno ni al Sepblac". El lucro cesante para el banco podr¨ªa superar la cifra de 120 millones de euros en estas operaciones irregulares.
Para entonces, Castillejo ya no estaba al mando de la instituci¨®n, aunque los clientes y las empresas inmobiliarias eran las mismas. Castillejo dej¨® el cargo en 2005 para dedicarse a la fundaci¨®n que lleva su nombre. Su sucesi¨®n cay¨® en manos, despu¨¦s de un breve intervalo, de otro cl¨¦rigo, Santiago G¨®mez Sierra, inexperto a todas luces. Todav¨ªa alguna gente se pregunta por qu¨¦ las autoridades eclesi¨¢sticas no se inclinaron por Fernando Cruz Conde, un religioso miembro del consejo (vicepresidente segundo) con conocimientos de derecho y econom¨ªa. Parec¨ªa el candidato perfecto unido a un apellido de abolengo en C¨®rdoba (entre los Cruz Conde se cuentan alcaldes y prohombres de la ciudad). Es un enigma hoy d¨ªa, pero el tiempo corri¨® en contra suya: tiempo despu¨¦s, el despacho de abogados Cruz Conde, dirigido por uno de sus hermanos, saltaba a la opini¨®n p¨²blica como centro neur¨¢lgico de la operaci¨®n policial Hidalgo en Marbella.
G¨®mez Sierra tiene un perfil diferente. Es amable. Desconecta su m¨®vil los fines de semana, "para respetar el descanso dominical". Le ha tocado gobernar el banco en sus ¨²ltimos coletazos. Sometido a vigilancia extrema, el Banco de Espa?a se inclin¨® por evitar una intervenci¨®n (no quer¨ªa sumar otra a la de CCM) y propici¨® un acuerdo con Unicaja para despejar el panorama bancario en Andaluc¨ªa. La jugada parec¨ªa perfecta porque la figura de Braulio Medel, presidente de Unicaja, es respetada por los dos grandes partidos.
El dominio eclesi¨¢stico ha llegado a su fin. Con la fusi¨®n, el pasado de CajaSur y de muchas operaciones sospechosas quedar¨¢ silenciado. Como mantiene su silencio el propio Castillejo desde su despacho de la fundaci¨®n: no se prodiga en p¨²blico, no concede entrevistas. Su testimonio queda impreso en un voluminoso libro biogr¨¢fico que ha publicado la editorial del ex ministro Pimentel. Se titula La acci¨®n y la palabra.
![Miguel Castillejo, presidente de CajaSur durante 30 a?os.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MKBGBP7MIBT2IOC4FSFBEG7TP4.jpg?auth=d89490c0166cbb2f5888e99b757b180fd48dc2377174035aa8728e0eab25c9f6&width=414)
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