Chucho Vald¨¦s denuncia el ninguneo oficial de Cuba a la obra de su padre
El pianista estrena banda y ultima su audaz regreso al jazz, 'Chucho's Steps'
Todav¨ªa est¨¢ caliente el premio Grammy que acaba de ganar con Bebo por Juntos para siempre, y Chucho Vald¨¦s ya est¨¢ terminando un nuevo disco de jazz afrocubano que ser¨¢ otro hito en su carrera. Chucho's Steps es el t¨ªtulo de este trabajo, que llega tras siete a?os de colaboraciones con artistas como Charles Aznavour, Pablo Milan¨¦s, Concha Buika o su famoso padre, Bebo Vald¨¦s. "Necesitaba volver a mi m¨²sica y experimentar cosas nuevas", dice el pianista, que a sus 68 a?os ha creado una nueva banda, los Afrocubans Messengers, con la que pretende romper moldes. "Es el comienzo de un nuevo camino", asegura.
Nada tiene que ver este trabajo con el que le acaba de dar su sexto Grammy ("Mi pap¨¢ lleva ocho", puntualiza). "En Juntos para siempre s¨®lo hicimos lo que sol¨ªamos hacer en casa, pero en un estudio", dice Chucho. Para ¨¦l es el premio m¨¢s valioso. "Mi padre fue y es mi maestro y grabar juntos ese disco era un gran sue?o".
"No entiendo que se omita un nombre que ha dado gloria a Cuba", dice el artista
Pero la voz se le quiebra al hablar de algo que acaba de suceder: desde han ganado el Grammy, la televisi¨®n cubana no ha mencionado a Bebo por ning¨²n lado. Lo entrevistaron a ¨¦l para hablar del disco, pero la noticia sali¨® editada y se ocult¨® el nombre de su padre, que lleva exiliado casi medio siglo. "Estoy indignado", dice. "Siento una gran frustraci¨®n. No entiendo c¨®mo se puede omitir un nombre que ha dado tanta gloria a Cuba. Y adem¨¢s es mi pap¨¢... No lo voy a tolerar".
En 1973, Chucho fund¨® Irakere, una superorquesta de 12 m¨²sicos con la que obtuvo su primer Grammy por Misa negra. La experiencia dur¨® algo m¨¢s de 25 a?os, hasta que en 1998 vino el segundo gran cambio de registro al empezar a trabajar en formato de cuarteto (piano, bajo, bater¨ªa y congas). Sobre esa misma base, ahora ha introducido saxo, trompeta y la voz de un int¨¦rprete de cantos afrocubanos. Con estos "mensajeros" y unos arreglos llenos de complejidad, se ha planteado la "herej¨ªa" de "introducir un cambio conceptual en la r¨ªtmica afrocubana".
En los estudios Abdala de La Habana todo ha marchado sobre ruedas. La mayor¨ªa de los ocho temas que componen el disco han salido a la primera toma, y eso que todos est¨¢n llenos de vericuetos y dificultades t¨¦cnicas. El que m¨¢s se ha resistido ha sido el que da t¨ªtulo al CD, Chucho's Steps, un gui?o a Coltrane y una verdadera prueba de fuego para los m¨²sicos. "Me puse la soga al cuello, pero me la quit¨¦", suspira.
Chucho vuelve a concentrarse en el trabajo. Ataca Danz¨®n, un tema "que empieza como balada, sigue a ritmo de danz¨®n y chachach¨¢ y termina como rythm & blues". Todo el disco es as¨ª, un reto tras otro. New Orleans homenajea a la familia Marsalis y recrea un ambiente Dixieland, pero a lo cubano. Zawinul Mambo es un tributo al genial Joe Zawinul, el primer m¨²sico que le aconsej¨® en 1979 hacer una banda peque?a para dar mayor protagonismo al piano. Yans¨¢, dedicada a la deidad afrocubana Oy¨¢, es la ¨²nica pieza que incluye cantos yorubas. Vald¨¦s es rotundo: "Es el mejor disco instrumental que he hecho".
Los Afrocubans Messengers dar¨¢n su primer concierto en La Habana el 17 de diciembre. Despu¨¦s comenzar¨¢n las giras por todo el mundo para presentar Chucho's Steps, el primer CD que realiza para Comanche, su propia compa?¨ªa, despu¨¦s de a?os con Blue Note.
De la mano de esta disquera, a finales de los noventa Vald¨¦s entr¨® de lleno en el mercado norteamericano, pero con la Administraci¨®n de Bush todo se estrope¨®. Desde 2004 lleva sin tocar en EE UU. "Ahora las cosas empiezan a cambiar. El Gobierno de Obama acaba de dar visados a m¨²sicos como Pablo Milan¨¦s o Juan Formell, y eso es una buena noticia". Dice Chucho que, en todos lados, "la pol¨ªtica debe fomentar la cultura, no entorpecerla". Y expresa un deseo: "Ojal¨¢ que este disco sirva para tender nuevos puentes".
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