Saint Andrews espera a Ballesteros

Durante el pasado Open Brit¨¢nico, jugado en Turnberry, el mundo del deporte qued¨® maravillado con la energ¨ªa juvenil y el juego renacido de Tom Watson, un veterano campe¨®n de 59 a?os que a punto estuvo de romper todos los registros de longevidad (fall¨® en el ¨²ltimo hoyo del ¨²ltimo d¨ªa y la gloria fue para Stewart Cink). Sentado en el sof¨¢ de su casa de Pedre?a, viendo las jornadas del Open junto a su amigo Chema Olaz¨¢bal, Severiano Ballesteros se vio a s¨ª mismo jugando en la edici¨®n de 2010 en Saint Andrews. Si Watson puede, debi¨® de pensar, por qu¨¦ no ¨¦l, que acababa de superar un tumor cerebral. "Me encantar¨ªa jugar el Open por el p¨²blico brit¨¢nico. All¨ª estar¨¦ para decir adi¨®s y gracias por todo lo que han hecho durante todos estos a?os", lanz¨® Seve en la BBC. Entonces tendr¨¢ 53 a?os.

Una vez que Ballesteros declar¨® su amor por Saint Andrews, el hist¨®rico club ha devuelto la galanter¨ªa. Primero, nombr¨¢ndole en noviembre miembro honorario, como lo son tambi¨¦n Jack Nicklaus, Arnold Palmer, Gary Player, Lee Trevi?o y Watson. Y ayer, invit¨¢ndole, junto a los otros 32 campeones vivos del Open, a disputar cuatro hoyos el pr¨®ximo 14 de julio, la v¨ªspera del torneo que el golfista c¨¢ntabro gan¨® en tres ocasiones (1979, 1984 y 1988) y que en 2010 cumple 150 a?os. Los campeones jugar¨¢n los hoyos 1, 2, 17 y 18 en la llamada challenge round, una competici¨®n que en 2000 ya reuni¨® a 22 campeones sobre el green.

Saint Andrews espera a su querido Ballesteros. Sus nombres quedaron unidos para siempre cuando en 1984 el espa?ol conquist¨® all¨ª su segunda jarra de plata y levant¨® el pu?o victorioso al cielo al embocar un estupendo putt en el ¨²ltimo hoyo, un gesto que dio la vuelta al mundo y que representa su logo empresarial y el de su fundaci¨®n contra los tumores cerebrales.

"Tuve probablemente el momento m¨¢s sobresaliente de mi carrera en Saint Andrews", dijo Ballesteros cuando fue nombrado miembro honorario; "esta ciudad tendr¨¢ siempre un sitio muy especial en mi coraz¨®n". Veinticinco a?os despu¨¦s, Saint Andrews espera de nuevo a Ballesteros.