Cristiano se come el Vel¨®dromo
El portugu¨¦s dirige la victoria del Madrid sobre un Marsella que se rindi¨® al fallar Lucho un penalti
El Vel¨®dromo asisti¨® a un partido vibrante que acab¨® como era l¨®gico que acabara. El Marsella lanz¨® una carga desesperada, fundi¨® hasta la ¨²ltima libra de plomo que ten¨ªa y, mientras se empe?aba en alcanzar su sue?o, el Madrid lo gole¨®. Es lo que pasa cuando se pierde el aliento y enfrente est¨¢ un tal Cristiano Ronaldo.
La urgencia empuj¨® al Marsella al abismo. Sali¨® tan acelerado que a los cinco minutos ya hab¨ªa provocado la primera falta peligrosa. Ciss¨¦ puso un plantillazo a Van der Vaart frente al balc¨®n del ¨¢rea y, cuando el ¨¢rbitro se?al¨® el punto de la ejecuci¨®n, la grada norte, la m¨¢s belicosa, hizo un silencio sepulcral. Con los brazos en jarra, moviendo las caderas con donaire, apareci¨® Cristiano Ronaldo. La pitada no lo arredr¨®. Al contrario. Cuanto m¨¢s lo increpaban, m¨¢s inflaba el pecho. Dio cuatro pasos como quien cuenta los metros de una huerta, abri¨® las piernas y carg¨®. Le peg¨® con el empeine derecho, a su manera, doblando el tronco adelante, y el bal¨®n subi¨® y baj¨® como una bala de ca?¨®n. Mandanda qued¨® mal parado. Aunque la pelota no fue exactamente a la escuadra, cay¨® muy vertical y su manotazo no surti¨® efecto. El estadio se qued¨® mudo. Se escuch¨® el rumor suave del mistral soplando desde los Alpes. El viento hel¨® la atm¨®sfera. Pero la temperatura en el campo subi¨® por momentos.
O. MARSELLA 1 - REAL MADRID 3
O. Marsella: Mandanda; Bonnart, Diawara, Heinze, Taiwo; Abriel, Ciss¨¦ (Kon¨¦, m. 63), Cheyrou, Lucho Gonz¨¢lez; Brand?o (Morientes, m. 78) y Niang (Valbuena, m. 68). No utilizados: Andrade; Hilton, Kabor¨¦ y Mbia.
Real Madrid: Casillas; S. Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa: Lass, X. Alonso (Diarra, m. 78); Higua¨ªn (Benzema, m. 63), Van der Vaart (Ra¨²l, m. 72), Marcelo; y C. Ronaldo. No utilizados: Dudek; Garay, Gago y Granero.
Goles: 0-1. M. 5. C. Ronaldo, de falta. 1-1. M. 11. Lucho Gonz¨¢lez, dentro del ¨¢rea. 1-2. M. 60. Albiol, ajustado al palo izquierdo. 1-3. M. 80. C. Ronaldo, a puerta vac¨ªa.
?rbitro: Wolfang Stark (Alemania). Amonest¨® a Brand?o, Higua¨ªn, Xabi Alonso, Heinze y Casillas.
60.000 espectadores en el Vel¨®dromo.
El Marsella no se desanim¨®. Su estrategia consisti¨® en destapar al Madrid por su derecha, el costado que mejor refleja los desequilibrios de la plantilla. Por all¨ª lanz¨® Deschamps a sus zapadores. Taiwo y Niang buscaron el dos para uno contra Ramos cada vez que pudieron. Lass no siempre lleg¨® al auxilio. Niang es un extremo de ley. R¨¢pido, h¨¢bil y pertinaz. En una de ¨¦sas hizo una maniobra hacia adentro y por detr¨¢s apareci¨® Taiwo. El nigeriano aceler¨® y pas¨® sobre Ramos como un rinoceronte. Meti¨® el centro hacia atr¨¢s y Brand?o lo remat¨® en el segundo palo. Fue a los pies de Albiol, que se puso nervioso y vulner¨® el c¨®digo defensivo despejando el bal¨®n al punto de penalti. Ah¨ª estaba Lucho Gonz¨¢lez, el mejor pie del Marsella, desaparecido pero suficientemente ¨²til para no desaprovechar ese regalo. Lo mand¨® a la red y empat¨®.
Los equipos salieron del t¨²nel aliviados de las cargas que suelen aplanar los partidos. El Marsella necesitaba marcar por lo menos tres goles para lograr la clasificaci¨®n y el Madrid se propuso hacer algo parecido para obligar a su adversario a subir el list¨®n. El resultado fue un choque trepidante. Nadie hizo concesiones. Nadie ahorr¨® energ¨ªa. El ¨ªmpetu de los jugadores locales llev¨® la pugna al l¨ªmite reglamentario. Ciss¨¦, Brand?o y Niang pelearon por cada posici¨®n con tacos, tibias y cr¨¢neos. A los 15 minutos de partido, Pepe debi¨® ser atendido con un tajo en la frente tras una arremetida de Niang. El central estuvo unos minutos en la banda, recibiendo atenci¨®n m¨¦dica. Sin el l¨ªder de su defensa, el Madrid empez¨® a resquebrajarse. Entonces, Brand?o meti¨® el segundo, pero se lo anularon por fuera de juego. Cuando Pepe regres¨®, con la cabeza vendada, Casillas debi¨® de sentir que se atend¨ªan sus plegarias.
Pellegrini necesitaba un media punta. Rebusc¨® en su fondo de armario hasta encontrar a Van der Vaart, un futbolista que el pasado verano estuvo en la lista de bajas. Ayer qued¨® claro que, para jugar por detr¨¢s de los puntas, tiene prioridad frente a Ra¨²l y Benzema. El experimento, sin embargo, no acaba de dar frutos. Van der Vaart tuvo una participaci¨®n irrelevante y su equipo tuvo problemas para llegar tocando. Los centrales siempre se anticiparon a Higua¨ªn y Cristiano intent¨® bajar y ofrecerse por todos los lados, pero no acab¨® de recibir en las zonas donde puede ser peligroso. El Madrid se encontr¨® m¨¢s c¨®modo atacando a bal¨®n parado. Por ah¨ª lleg¨® el primer gol. Y el segundo, a la salida de un c¨®rner. Albiol repar¨® su error de la primera parte empalmando un rechace.
El Marsella se rindi¨® en el penalti de Lucho. El argentino ejecut¨® la pena despu¨¦s de que Casillas derribara a Brand?o en un contragolpe. Mand¨® el tiro al larguero. El fiasco desmoraliz¨® a los jugadores y a la hinchada, que en el Vel¨®dromo marca la pauta. La noticia del gol de Ronaldinho en Z¨²rich termin¨® por hundir a la concurrencia, que vio con desinter¨¦s el ¨²ltimo gol del Madrid. Una proeza de tenacidad y fuerza de Cristiano, que corri¨® un pase de Lass, choc¨® contra Mandanda, se levant¨® y, muy lozano, defini¨® solo.
Otra vez sin publicidad
El Madrid tuvo que jugar sin publicidad en las camisetas, puesto que su patrocinador, un sitio de apuestas deportivas, bwin.com, no est¨¢ permitido en Francia. En este pa¨ªs, las apuestas son monopolio estatal y se explotan a trav¨¦s de la empresa La Fran?aise des Jeux, que, por el momento, no permite a otras ejercer la actividad. El Gobierno modific¨® la ley para liberalizar el sector, pero el nuevo texto no entra en vigor hasta el pr¨®ximo a?o, lo que impide que se publiciten las empresas privadas de apuestas.
Al Madrid ya le sucedi¨® lo mismo ante el Z¨²rich por un problema parecido con la legislaci¨®n suiza. Ese d¨ªa, sus jugadores, que vest¨ªan el uniforme negro del club, tambi¨¦n saltaron al c¨¦sped sin publicidad.
El patrocinador del club, que paga 20 millones de euros al a?o por lucir en el pecho de los jugadores, no est¨¢ teniendo suerte. Contra el Milan, enItalia, se tuvo que modificar parte del nombre de la casa publicitaria, ya que el club milanista luce precisamente el mismo patrocinador y la UEFA proh¨ªbe la coincidencia en las camisetas de los dos equipos en un mismo partido.
Por otra parte, durante el encuentro (en el palco estuvieron juntos Jorge Valdano, Emilio Butrague?o y Zinedine Zidane) cayeron varios petardos y bengalas en el ¨¢rea de Casillas, as¨ª como otros objetos. Tambi¨¦n hubo quien intent¨® perturbar a los madridistas con un l¨¢ser.
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