Mano de santo
Ya quisiera el rey Midas, aquel que todo lo que tocaba convert¨ªa en oro, tener la mano de Thierry Henry. El internacional franc¨¦s del FC Barcelona apa?¨® la clasificaci¨®n de su pa¨ªs para el Mundial de f¨²tbol en Sur¨¢frica d¨¢ndole con la palma no uno, sino dos toques a la pelota en su partido con la Rep¨²blica de Irlanda. El empate met¨ªa a Francia en el campeonato y a los celtas vestidos de corto los dejaba para vestir santos deportivos.
Porque gracias a esa clasificaci¨®n para el evento de junio, el seleccionador franc¨¦s Raymond Dom¨¦nech redondear¨¢ fuertemente su prima hasta la suma de 826.222 euros.
Dom¨¦nech, que habla catal¨¢n por su origen y parece que tambi¨¦n castellano aunque no suele, se ha llevado las manos a la cabeza diciendo que la suma era una barbaridad, pero no ha desmentido nada. Y como no s¨®lo es el seleccionador el que ha mostrado su, quiz¨¢ fingido, espanto, sino que hay en Francia quien piensa que es un dinero demasiado f¨¢cilmente ganado (a mano pero no a pulso), las autoridades deportivas han salido al quite pidiendo a la opini¨®n que tenga en cuenta los cuantiosos beneficios generados por el equipo nacional.
La federaci¨®n francesa de f¨²tbol tiene, en cualquier caso, una cifra anual de negocios de cerca de 200 millones de euros y un presupuesto de 1,9 millones. Y los ingresos de los internacionales han de ser considerables porque por el solo hecho de ser convocado cualquier jugador, aunque no llegue ni a vestir la camiseta, percibe 10.000 euros, y el entrenador, m¨¢s. Con un fino sentido de la acumulaci¨®n primitiva capitalista, las normas de la federaci¨®n distinguen entre partidos oficiales y amistosos, teniendo en menor aprecio cremat¨ªstico estos ¨²ltimos; y ese fijo de salida se incrementa seg¨²n el puesto que ocupa el equipo rival en el ranking de la FIFA. Espa?a, como actual primera clasificada en el mundo, debe ser quien m¨¢s enriquece al pr¨®jimo que se vale de esos baremos, pero seguro que sus cifras no le ceden en nada a las francesas.
Visto lo visto (excepto por el ¨¢rbitro), habr¨¢ que decir que el seleccionador franc¨¦s gan¨®, y se llev¨® la pasta, como en el mus, por la mano.
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