El organizado destierro de los Heredia

La familia Heredia ha vuelto al barrio de Camps Blancs, de Sant Boi (Baix Llobregat), aunque sea de inc¨®gnito, con vigilancia policial y para salir pitando tan pronto como hayan recogido sus pertenencias.

El clan entero se esfum¨® de la barriada hace dos semanas, cuando la fiesta por el compromiso de boda entre una Heredia y un Castro acab¨® en tragedia. Manuel, un miembro de los Heredia, recibi¨® una cuchillada y, pese a estar gravemente herido, tuvo fuerzas para caminar hasta su vivienda, coger una escopeta con los ca?ones recortados y matar a un patriarca de los Castro y a su hijo. El propio Manuel tambi¨¦n morir¨ªa un d¨ªa despu¨¦s en el hospital.

Los 100 Heredia que habitaban en el barrio tardaron una hora en huir, seg¨²n fuentes municipales. Se fueron con lo puesto, a un lugar seguro en casas de otros familiares, principalmente en Valencia y Madrid. Ellos hab¨ªan perdido a Manuel, pero ¨¦ste hab¨ªa matado a dos Castro y estas cuentas abr¨ªan la puerta a una espiral de venganzas. Si quedaba alguna duda, dos d¨ªas despu¨¦s de la reyerta un incendio provocado calcin¨® dos viviendas del clan.

Algunos Heredia han regresado por el barrio de Camps Blancs los ¨²ltimos d¨ªas. Con cautela, escoltadas discretamente por polic¨ªas de paisano y ayudadas por los servicios sociales municipales, ocho familias han vuelto a sus viviendas para recoger sus cosas y as¨ª iniciar una nueva vida lejos del barrio y de los Castro.La vuelta moment¨¢nea de los Heredia se ha llevado en secreto. El Ayuntamiento quiere evitar que la chispa prenda y las balas vuelvan a una zona con problemas de marginalidad, pero acostumbrada a convivir sin demasiados sobresaltos. "Mantenemos contacto con ambas familias a trav¨¦s de los servicios sociales, a los que respetan ambos clanes", explican fuentes municipales. Su intenci¨®n es ayudar a los Heredia a rehacer su vida lejos de Camps Blancs y apaciguar los ¨¢nimos entre los Castro, que se quedan en el barrio. La viuda y los hijos del autor del tiroteo est¨¢n bajo tutela municipal, con protecci¨®n especial, y la mujer del patriarca de los Castro, que fue tiroteado, recibe tambi¨¦n ayudas municipales.

"El contacto con los Heredia es b¨¢sicamente telef¨®nico y as¨ª concretamos la mejor forma de recuperar sus pertenencias sin necesidad de que se encuentren con los Castro", a?aden las mismas fuentes. Cada n¨²cleo familiar (hay unos veinte) pact¨® con los responsables municipales un d¨ªa y una hora para recoger las cosas, cambiando los esquemas cada vez para evitar incidentes.

Algunos Heredia han acudido en persona y otros han requerido intermediarios para minimizar los riesgos. Sin llamar la atenci¨®n -el despliegue es disimulado-, "entran en sus viviendas y en pocos minutos vac¨ªan sus pisos".

La huida de los Heredia ha llevado la tranquilidad al barrio, al menos de momento. Los vecinos dicen estar "aliviados". "A ver si la marcha del clan lo calma todo y podemos volver a la normalidad", afirma un vecino que pide mantenerse en el anonimato.

Los Heredia ya no volver¨¢n a Camps Blancs. Las primeras consecuencias se han hecho notar sobre todo en la escuela y en el esplai, donde ha habido un importante descenso del n¨²mero de ni?os. Tambi¨¦n la empresa municipal Coressa ha recibido llamadas de varios trabajadores que ped¨ªan el finiquito.

El ¨¦xodo del clan se extiende por el barrio de Sant Cosme de El Prat, n¨²cleo de los Castro. Las fugas se han notado tambi¨¦n en el instituto. Seg¨²n fuentes del centro, el lunes despu¨¦s del tiroteo faltaron un tercio de los alumnos.