Desde la vida

Querida y admirada Aminetu: supe ya antes de tratarte que eras una personalidad excepcional. Me lo dec¨ªa Karin Scheele, nuestra com¨²n amiga, antigua diputada austriaca. Luego he comprobado durante a?os que tu temple y tu carisma es de los mejores que he conocido, ?y he saludado a muchos l¨ªderes mundiales! Ya resalt¨¦ ese hero¨ªsmo en la sesi¨®n parlamentaria del 23 de noviembre.

Hace 35 a?os, con el mismo esp¨ªritu que te defienden tus admirables abogadas canarias, o la asturiana Gema Arbes¨², hija de mi compa?ero Marcelino, cuya ¨²ltima voluntad fue que sus cenizas quedaran en tu tierra saharaui, busc¨¢bamos entonces, junto a personas inolvidables, solidaridad para tu pueblo, la declaraci¨®n de nulidad radical de los vergonzosos Acuerdos de Madrid, y recurr¨ªamos la ley que, como un contrasentido, pretend¨ªa la descolonizaci¨®n. Supimos siempre que el problema mal cerrado seguir¨ªa en el esp¨ªritu de Espa?a como un estigma.

Han pasado muchas cosas y algunos seguimos en la misma trinchera a vuestro lado, se diga lo que se diga. Te necesitamos, te has convertido en un s¨ªmbolo de la lucha por los derechos humanos y por la paz. Por favor, atiende la s¨²plica de los que te queremos y admiramos. Haz frente al invasor marroqu¨ª desde la vida.