Enric Mas¨® y la industria catalana
Hace pocas semanas muri¨® Enric Mas¨®, conocido sobre todo porque fue alcalde de Barcelona en las ¨²ltimas etapas del franquismo. Aunque har¨¦ un comentario sobre su dimensi¨®n pol¨ªtica, quiero centrarme en su papel como ingeniero y como empresario industrial en el ¨²ltimo tercio del siglo pasado, faceta menos conocida, pero mucho m¨¢s importante.
Empiezo por la pol¨ªtica. Pocos meses antes de la desaparici¨®n del general Franco se convocaron, porque el calendario as¨ª lo fijaba, elecciones para la junta del Colegio de Ingenieros Industriales de Catalu?a, elecciones en las que por primera vez se enfrentaba una candidatura continuista encabezada por personas claramente pertenecientes al sistema y otra de renovaci¨®n, es decir, joven y autocalificada de dem¨®crata. Durante el periodo preelectoral, Enric Mas¨®, al que hab¨ªa conocido y con quien hab¨ªa chocado algunas veces como alcalde, se puso en contacto conmigo para decirme que estaba dispuesto a apoyar nuestra lista y a hacerlo p¨²blico dentro del colectivo profesional. Su posici¨®n fue una sorpresa para muchos. Ganamos las elecciones por un escaso margen y siempre he pensado que el pronunciamiento de Enric seguramente ayud¨® a que yo accediera a ser decano del colegio.
Durante los ¨²ltimos 40 a?os Mass¨® ha tenido un papel clave en el desarrollo de la industria electr¨®nica de Catalu?a y Espa?a
Creo que su etapa de alcalde fue una corta pausa en su trayectoria principal como empresario industrial. Durante los ¨²ltimos 40 a?os ha tenido un papel clave en el desarrollo de la industria electr¨®nica en Catalu?a (fabricaci¨®n de televisores y de sistemas de emisi¨®n), en Espa?a (fabricaci¨®n de radares y de sistemas de control del tr¨¢fico a¨¦reo) y en Europa (fabricaci¨®n de equipos para la exploraci¨®n no intrusiva del cerebro).
Desde la perspectiva de su experiencia y madurez, quiero recordar sus reflexiones en una de las ¨²ltimas ocasiones en las que estuvimos juntos. Dec¨ªa, m¨¢s o menos, con una mezcla de nostalgia y de esperanza: "Cuando en los a?os cincuenta los ingenieros industriales termin¨¢bamos la carrera en la Escuela de Barcelona, si nos hab¨ªamos especializado en mec¨¢nica pens¨¢bamos en trabajar en La Maquinista (Sant Andreu) o en Macosa (Poblenou); si en electricidad, en ir a Siemens (Cornell¨¤) o a AEG (Terrassa), y si nuestra especialidad era la qu¨ªmica, mir¨¢bamos a Cross, Solvay (Martorell) o a La Seda (El Prat)". Y se lamentaba: "?Qu¨¦ poco queda hoy de todo esto!".
La reflexi¨®n que yo le devolv¨ª era mucho m¨¢s de esperanza que de nostalgia. Estos referentes industriales han perdido papel. Algunos han desaparecido y otros se han convertido en un centro comercial. Pero la industria catalana sigue teniendo peso y sus productos mantienen competitividad y calidad a nivel internacional. Hemos ido abandonando -forzados- sectores en los que no pod¨ªamos competir; pero si observamos nuestras exportaciones, siguen teniendo un alto componente industrial. Hemos cambiado de productos y de mercados, pero no hemos dejado el sector. Es cierto que en estos ¨²ltimos a?os se han desviado muchas iniciativas e inversiones hacia el sector inmobiliario, que promet¨ªa una gran rentabilidad sin necesidad de grandes esfuerzos ni grandes dosis de creatividad. Pero despu¨¦s del batacazo esto no va a continuar y volveremos a la tecnolog¨ªa y a la innovaci¨®n.
El necesario cambio de productos puede tener lugar de dos formas completamente distintas: o cerrando unas empresas y abriendo otras nuevas o reconvirtiendo una misma empresa (HP no fabrica actualmente casi ninguno de los productos que fabricaba en los a?os sesenta, cuando yo la conoc¨ª). En algunos de los casos que rememoraba Mas¨®, la reconversi¨®n se ha hecho por la v¨ªa traum¨¢tica y por ello las empresas han desaparecido y otras nuevas han ocupado su lugar.
En estos momentos se est¨¢ produciendo en Catalu?a una transici¨®n en una de las empresas objeto de su comentario y de la que ¨¦l era socio (La Seda de Barcelona). El cambio de productos, del ray¨®n y el nailon a los envases de PET, est¨¢ muy avanzado y est¨¢ consiguiendo una primera posici¨®n en el mercado europeo. Pero le est¨¢ faltando capacidad financiera para completarlo y para resolver algunos problemas de mala gesti¨®n que se agravan y se convierten en cr¨ªticos en ¨¦pocas de crisis general. Espero que los esfuerzos de nuevo capital privado y el apoyo p¨²blico permitan que en este caso la reconversi¨®n se pueda hacer sin perder el referente hist¨®rico y que este referente pueda seguir siendo catal¨¢n, tal como el nombre de la empresa presupone.
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