Supeditados a las ¨®rdenes del terror
La izquierda 'abertzale' no se atreve a condenar la violencia etarra
Las inc¨®gnitas sobre la capacidad y la determinaci¨®n de Batasuna para arrastrar a ETA permanecen inmutables. La presentaci¨®n en Venecia del "nuevo ciclo" de la "izquierda abertzale" violenta, efectuada de forma simult¨¢nea a la de Alsasua, fue anunciada como una premi¨¨re mundial ilustrativa de un nuevo y decisivo paso en prop¨®sito de descontaminarse del terrorismo. Todas las intervenciones y comparecencias estuvieron regladas y envueltas en una cuidadosa escenificaci¨®n; s¨®lo que, como efecto, quiz¨¢, de las advertencias de ETA, el texto le¨ªdo no present¨® m¨¢s novedad que la referencia a los principios de renuncia al uso de la fuerza y de desarme que estableci¨® el senador norteamericano Mitchell en la negociaci¨®n con el IRA.
Un ala de Batasuna trata de capitalizar en su beneficio "los a?os de lucha"
Aunque la lectura del diario Gara invitaba a creer que el anuncio hab¨ªa sacudido los cimientos del Estado espa?ol y acaparado el inter¨¦s de la comunidad internacional, el mensaje estuvo lejos de las expectativas creadas. Y, esta vez, la decepci¨®n general alcanz¨®, incluso, a algunos elementos del "grupo de apoyo europeo" (Friendship), el magro colectivo de parlamentarios identificados con Batasuna, pese a los efusivos saludos que, de acuerdo con el gui¨®n establecido, emitieron al d¨ªa siguiente el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams y el abogado surafricano Brian Currin, asesor de Batasuna en la pasada negociaci¨®n entre ETA y el Gobierno.
Batasuna-ETA o ETA-Batasuna no quieren entender que, despu¨¦s de tantos montajes, burlas y enga?os sangrantes, lo ¨²nico que se espera ya de ellos es el anuncio de que lo han dejado. Y eso, que D¨ªez Usabiaga escribe en una de sus cartas: "Tengo claro que, despu¨¦s de Lizarra y Loyola (frustradas negociaciones pasadas), como nos dejen fuera de juego otra vez (se refiere a la l¨ªnea que dirige ETA), como saquemos un conejo de la chistera que luego se hace inviable... la situaci¨®n en la izquierda abertzale se har¨¢ irrespirable e insostenible".
Como apunta, expeditivamente, desde la c¨¢rcel, el mort¨ªfero activista del comando Madrid Jos¨¦ Luis Urrusolo Sistiaga: "Lo primero que hay que decir es que la lucha armada no sirve".
Las discrepancias con los m¨¢s fan¨¢ticos de sus correligionarios no les descarga de su propio fanatismo y responsabilidad, ni les habilita, por s¨ª mismo, a reclamar algo de cr¨¦dito, aunque su caracterizaci¨®n de la "nueva fase" pol¨ªtica proyecte una perspectiva de arrinconamiento de la violencia.
"Abrir una nueva fase requiere adecuar las herramientas pol¨ªticas y organizativas", escriben en su propuesta, antes de a?adir: "No nos hemos dado cuenta suficientemente de que ¨¦sta es la hora de dar cauce al cambio pol¨ªtico y de que eso nos obliga tambi¨¦n a cambiarnos a nosotros mismos". Es una declaraci¨®n novedosa viniendo de ese mundo sectario, pero m¨¢s significativo resulta todav¨ªa el p¨¢rrafo: "Debemos conseguir que, con el tiempo, tanto en el ¨¢mbito internacional como en la percepci¨®n de los ciudadanos, el Estado sea visto como el verdugo que es y nosotros como las v¨ªctimas que somos".
No puede decirse, pues, que est¨¦n faltos de audacia, puesto que aspiran a que los 800 y pico asesinados, los miles de heridos y damnificados y el inmenso perjuicio y sufrimiento causado se evapore, como si nada, en las conciencias ciudadanas.
Pretenden, pues, procurarse la absoluci¨®n de toda culpa, sin dar noticia de que est¨¢n dispuestos a mirarse con honestidad en el espejo de estas d¨¦cadas y a practicar la autocr¨ªtica. "Es el momento de recoger el fruto de todos estos a?os de lucha y no dejar que se pudra", proclaman, estos d¨ªas, personajes como Rufino Etxeberria, contumaz representante del ala promotora de "socializar el sufrimiento". Su verdadero temor reside en el riesgo de que la ilegalizaci¨®n y el desalojo institucional les conduzcan a la atomizaci¨®n y marginaci¨®n pol¨ªtica, en beneficio de las opciones de izquierda abertzale no violenta: Aralar y EA; en pasar a la historia como los "idiotas criminales que participaron y alentaron el asesinato sin provecho y empujaron al asesinato y a la c¨¢rcel a miles de j¨®venes vascos". Y es que no renuncian, antes al contrario, a tratar de capitalizar en la mesa de negociaci¨®n los "a?os de lucha" y se cuidan muy mucho de pedirles a sus socios armados que paren, de una vez y para siempre, que es de lo que se trata.
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